¿Por qué, de repente, Hamas aceptó este alto el fuego, cuando había rechazado tantas propuestas anteriores? Algunos especularon que quizás Qatar, el padrino financiero de la organización terrorista, había presionado a Hamas a aceptarlo. Otros especularon que Hamas estaba siendo presionado por sus propios ciudadanos para poner fin al derramamiento de sangre.
Ahora parece que todas estas especulaciones no tuvieron en cuenta la verdadera naturaleza de Hamas. A menudo olvidamos que Hamas es una organización criminal – un grupo de terroristas colaborando con otros grupos terroristas, como la Jihad Islámica, con el único propósito de destruir al estado-nación del pueblo judío y matar a tantos de sus ciudadanos como sea posible. Los criminales y los terroristas no respetan las reglas de la sociedad civilizada. Ahora parece probable que Hamas y sus co-conspiradores aceptaron el acuerdo con el único propósito de adormecer a Israel, poder tomarlo con la guardia baja y explotar el alto el fuego humanitario para lograr uno de los objetivos más importantes de la guerra que iniciaron: secuestrar a un soldado o un civil israelí y mantenerlos como rehenes hasta que se cumplieran sus extorsivas demandas.
La razón por la que algunas personas realmente creían que Hamas cumpliría las reglas y mantendría el alto el fuego que acordó, es porque los medios de comunicación, la ONU, y algunos en la comunidad internacional equiparan falsamente a Israel, un país democrático que se rige por el imperio de la ley, con Hamas, una organización terrorista compuesta por criminales que cometen crímenes de guerra, doblemente, cada vez que disparan cohetes contra civiles israelíes desde detrás de civiles palestinos y toda vez que ocultan túneles terroristas en zonas civiles.
El conflicto es visto no como un conflicto entre el bien y el mal, o entre criminales y los que tratan de hacer cumplir la ley, sino más bien como entre dos partes con reclamaciones equivalentes. Esta falsa simetría sólo alienta a Hamas a aprovecharse de este estatus dando la impresión de que sigue las reglas del juego, aunque nunca tenga la intención de hacerlo.
Israel ha aprendido la dura lección. Nunca volverá a aceptar un alto el fuego con Hamas, que de ninguna manera depende de la mutua confianza. Esperemos que el mundo también haya aprendido una lección. Nunca debería tratar de presionar a Israel a tomar cualquier acción o inacción que se base en la buena fe de Hamas.
Ya que fueron Estados Unidos y las Naciones Unidas los que le pidieron a Israel que acepte el alto el fuego que condujo al secuestro de un soldado israelí, ahora es su responsabilidad exigir la devolución del soldado sin condiciones. Estados Unidos ha aceptado esta responsabilidad. El Secretario de Estado, John Kerry, emitió la siguiente declaración:
«Estados Unidos condena en los términos más enérgicos el ataque de hoy, lo que llevó a la muerte de dos soldados israelíes y el aparente secuestro de otro…
Hamas, que tiene el control de la seguridad sobre la Franja de Gaza, debe poner en libertad inmediata e incondicionalmente al soldado israelí desaparecido, y hago un llamamiento a los que tienen influencia sobre Hamas a reafirmar este mensaje».
Las Naciones Unidas, por su parte, no han aceptado ninguna responsabilidad. Su Consejo de Seguridad es poco probable que exija la devolución incondicional e inmediata del soldado o incluso que condene a Hamas por violar el alto el fuego negociado por la ONU. Eso es porque Rusia, casi seguro, vetará cualquier condena unilateral de Hamas, incluso si se pudiera reunir una mayoría que la apoye.
La mejor prueba, si es que hacía falta, de que Hamas es una organización criminal, es que considera al soldado secuestrado no como un prisionero de guerra, sino como un rehén. Las fuerzas armadas responsables capturan soldados; las organizaciones criminales los secuestran. Las fuerzas armadas responsables permiten que la Cruz Roja visite a los soldados capturados; las organizaciones criminales los mantienen incomunicados y no permiten ningún visitante de la Cruz Roja. Las fuerzas armadas reales liberan a los soldados cuando el combate ha terminado; los grupos criminales mantienen a sus secuestrados hasta que se cumplan sus demandas de rescate. Por último, las fuerzas armadas reales protegen las vidas de los soldados enemigos capturados; las bandas criminales frecuentemente asesinan a sus víctimas secuestradas, del modo que miembros de Hamas asesinaron a los tres chicos israelíes que secuestraron anteriormente este año.
Ha llegado el momento, en realidad hace mucho que ha llegado, para que la comunidad internacional considere a Hamas como la banda terrorista que es. Debe ser tratado de la forma en que el mundo ha tratado a los piratas durante siglos. Deberían emitirse órdenes internacionales para arrestar a los líderes de la banda de Hamas. Deberían ser tratados de la forma en que la policía y las fuerzas armadas tratan a la mafia y a otras bandas criminales. Hamas no merece ningún lugar en la mesa de negociación o en ningún gobierno palestino, al igual que La Costra Nostra no merecería ser parte de un gobierno italiano o la mafia ruso-israelí ser incluida en ningún gobierno israelí. Hamas le ha hecho más daño al pueblo palestino que el que le ha hecho Israel. Si el pueblo palestino no se rescata a sí mismo de esta banda de asesinos, la comunidad internacional debe hacerlo. Eso sería verdadero humanitarismo.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
cambiar?, no lo han hecho hasta ahora!!!,