Hamas presentó varias exigencias concretas en la mesa de negociaciones en El Cairo, como condición para aceptar un alto el fuego permanente. Entre ellas, el levantamiento del cierre y el bloqueo a la Franja de Gaza , la apertura de todos los pasajes fronterizos y la construcción de un puerto y aeropuerto en dicho territorio. Alegando que «no renunciará a las necesidades del pueblo palestino», Hamas quiere dar a entender que disparó misiles hacia Israel para liberar a la población palestina de Gaza de las restricciones impuestas por los israelíes. La realidad es otra. O mejor dicho, el orden de los factores, quizás no altere el producto, pero sí su razón de ser.
Ante todo, hay restricciones. Eso es un hecho. Hay bloqueo marítimo ,los pasajes fronterizos no están abiertos sin limitaciones, no pasa quien quiere desde Gaza a Israel y no entra cualquier cosa desde Israel a Gaza.
Sería ilógico que todo pasara sin limitación alguna, si quien gobierna la Franja de Gaza desde junio del 2007, es Hamas, una organización en cuya carta constitutiva se llama a destruir al Estado de Israel, que no reconoce a Israel ni los acuerdos ya firmados por Israel y la Autoridad Palestina y que no está dispuesta a renunciar a la violencia y que continúa atacando a territorio israelí.
Gaza bajo gobierno de Hamas, es territorio hostil, enemigo. No se puede esperar que Israel, su vecino, tratara a la Gaza de Hamas como si las fronteras entre ambas fueran señal de amistad, y no de peligro.
¿A algún país normal se le ocurriría abrir sus fronteras sin limitación alguna a su vecino, si este proclama su deseo de destruirle , se arma con misiles para atacarle y educa a sus miembros en el terrorismo y la apología de la muerte? No …esa locura se le exige solamente a Israel.
Lo clave es tener presente que las restricciones fueron impuestas a raíz de la toma del poder en Gaza por parte de Hamas y del uso de Gaza como fuente de atentados contra Israel. Las restricciones , fueron una reacción de Israel para protegerse, por más que Hamas intente alterar el orden de las cosas y alegar que comenzó a atacar a Israel para conseguir eliminar esas restricciones.
Y aún así, el cierre lejos está de ser absoluto y sofocador, ya que es precisamente por los dos pasajes fronterizos que conectan a Gaza con Israel, que hay movimiento de gente y de mercaderías, movimiento que se ha incrementado a raíz del cierre por parte de Egipto del pasaje de Rafah que le comunica con Gaza. O sea: aunque un país árabe vecino de Gaza, Egipto, tiene 13 kms de frontera con la Franja palestina, el tránsito de palestinos por allí es casi nulo, por decisión de Egipto. Sería interesante preguntarse por qué.
Trataremos de aclarar algunos puntos concretos actuales.
BLOQUEO
Israel impuso un bloqueo naval a la Franja de Gaza el 3 de enero del 2009, casi una década después de comenzar los disparos de cohetes desde esa zona hacia las comunidades civiles del sur del país, un año y medio después de la toma del poder en Gaza por parte de Hamas. La intención: impedir el libre acceso de armas y municiones por mar a la franja.
El bloqueo naval es una herramienta legal, amparada en el Derecho internacional marítimo sobre situaciones de conflictos armados (tanto en la Convención de San Remo como en diversos manuales marítimos destacados como el norteamericano, británico y alemán y en las normas del Derecho marítimo consuetudinario).
GAZA NO ESTÁ CERRADA NI BAJO SITIO
La Franja de Gaza no está sitiada ni cerrada, ya que mercaderías entran a la Franja por el pasaje fronterizo de Kerem Shalom y salen por el pasaje de Erez desde Gaza hacia Israel tanto comerciantes, como pacientes en camino a tratamiento médico en Israel. Por Erez también entran a Gaza periodistas, personal de organizaciones internacionales y cooperantes de ayuda humanitaria.
Lo que Israel sí cierra es su frontera con Gaza a libre y descontrolado pasaje de gente y mercadería, o sea que determina reglas mediante las cuales se decide quién puede pasar y quién no. Todo país tiene derecho a controlar así su frontera, y la excepción no podría ser la frontera entre Israel y Gaza, cuando del lado de Gaza el gobierno está en manos de Hamas, que continúa atacando a Israel.
Cuando Hamas tomó el poder en Gaza en junio del 2007, las restricciones impuestas por Israel fueron mucho más estrictas que las actuales, en respuesta a la violencia de Hamas. Pero hace ya más de cuatro años que se cambió la política de introducción de mercaderías a Gaza. Comenzaron a aprobarse proyectos específicos a través de organismos internacionales, la única vía por la que se permitía introducir materiales de construcción a Gaza, ya que el temor de fondo siempre era que si llegan directo a Hamas, su gente los utilizaría para su fortalecimiento, no para las necesidades de la población civil. Hoy bien se sabe que miles de toneladas de cemento fueron utilizadas para construir túneles subterráneos, no escuelas ni hospitales.
Desde junio del 2010, la política es que se permite introducir a Gaza todo, salvo algunos productos controlados como materiales de construcción y sustancias que pueden tener uso doble, o sea tanto civil como militar, por lo cual deben entrar en forma controlada y sólo cuando una organización internacional se hace responsable por ellos, explicando para qué proyecto los necesita. Hace pocos meses, al descubrirse un túnel subterráneo en los campos del kibutz Ein Hashlosha, por el cual se entendió que Hamas planeaba cometer un atentado, se detuvo totalmente la introducción de cemento a Gaza.
Lo único que está totalmente prohibido introducir a Gaza son armas y municiones.
Cabe recordar que además, Israel abastece a Gaza de 10 millones de metros cúbicos de agua por año y de más del 30% de su electricidad, además de grandes cantidades de combustible.
EL PASAJE DE LAS MERCADERÍAS
A fin de poder introducir a Gaza todo lo necesario, y al haber tenido que cerrar el pasaje fronterizo de Karni porque Hamas lo había tomado como blanco preferencial de ataques, logrando inclusive cavar hacia él túneles subterráneos, Israel resolvió ya años atrás ampliar el pasaje de Kerem Shalom, el único por el cual se hacen llegar hoy mercadería a la Franja .Invirtió en ello decenas de millones de shekel.
Los cambios en el lugar permiten una infraestructura que haga posible el pasaje diario de hasta 300 camiones con mercadería dirigida a Gaza. Sin embargo, en general no pasan más de 200..y a veces ni eso…
Para comprenderlo, hay que conocer el sistema.
Lo único que determina qué pasa de Israel a Gaza, salvo la prohibición de armas y municiones y el control de los materiales de doble uso, es lo que piden los propios palestinos. Los pedidos de qué y cuánto pasar, que deben ser coordinados diariamente, llegan de Ramallah. Y lo que entra, lejos está de ser solamente una serie de productos de primera necesidad. Y son de hecho las fuerzas del mercado en Gaza, las que determinan lo que se pide. Durante las últimas semanas de intensas hostilidades, no se detuvo la introducción de mercaderías de Israel a Gaza y tampoco ahora se trataba sólo de lo esencial.
En los primeros cinco meses del 2014, entraron a Gaza más de 18 mil camiones con casi 228 mil toneladas de abastecimiento.
LOS PASAJES, BLANCO DEL TERROR
El abastecimiento de mercadería de Israel a Gaza, se lleva a cabo no sólo a pesar de que Hamas no ha dejado de atacar a Israel, sino a pesar de que los propios pasajes fronterizos que deben servir al interés de los palestinos en Gaza, son blanco de ataques por parte de diferentes grupos armados en Gaza.
También en las últimas semanas, cámaras israelíes en el puesto fronterizo de Kerem Shalom, registraron el disparo de morteros hacia el lugar, lo cual llevó a que el pasaje sea clausurado un día entero. ¿Quién perdió? Los palestinos que no recibieron la mercadería.
Años atrás hubo un ejemplo especialmente simbólico, cuando Hamas cometió un atentado el 15 de abril del 2004 en el puerto de Ashdod. Algunos de sus miembros, armados, se escondieron en un contenedor que había salido de Gaza en dirección al puerto israelí de Ashdod, supuestamente con exportación palestina, y al salir mataron a 10 personas, hiriendo a otras 16. Difícilmente podría esperarse que con estos incidentes, Israel permita la libre exportación de Gaza al exterior pasando por su propio territorio.
EL CAMBIO EN LOS NÚMEROS
Recordamos claramente las numerosas oportunidades en las que entrábamos temprano a la mañana a la Franja de Gaza para diferentes coberturas, y veíamos en la dirección contraria, el pasaje de miles de palestinos que salían de Gaza hacia territorio israelí a trabajar. Eso se frenó al estallar la segunda intifada a fin del año 2000. No habría sido normal que el flujo de palestinos de Gaza a Israel, no se viera alterado
.
En el año 2000, hasta el mes de setiembre, se registraron más de medio millón de entradas de Gaza a Israel por mes (no significa medio millón de personas, ya que la misma persona podía entrar y salir varias veces, sea por negocios o por tratamiento médico). Desde el 2011, el número volvió a aumentar constantemente: de algo más de 3 mil por mes, a 3750 por mes en el 2012, a 4770 por mes en el 2013 y más de 6 mil por mes hasta abril de este año en curso. Es más: el año pasado hubo un aumento considerable en la segunda mitad del año, debido al cierre permanente del pasaje de Rafah entre Gaza y Egipto, lo cual significa que cuando el vecino árabe de Gaza cierra sus puertas, Israel trata de ayudar aumentando los permisos que autoriza.
Los números cambiaron también en lo relativo a las mercaderías. En el 2007, hasta la imposición de las restricciones impuestas a raíz de la toma del poder por parte de Hamas en el mes de junio, entraron a Gaza cerca de 11 mil camiones con mercaderías. El promedio bajó en los años posteriores, a 4500 camiones por mes.
LA CONCLUSIÓN CLAVE
La actitud de Israel, de fondo, es por cierto de desconfianza. Eso no ayuda a un enfoque abierto que permita aliviar la situación. Pero es una desconfianza que Hamas se ha ganado con creces, al haberse abocado a convertir Gaza en un bastión militar, en lugar de usar sus recursos para desarrollarla y servir a su población. Difícilmente se podrá exigir ahora a Israel que levante las restricciones como si aquí no hubiera pasado nada.
Cabe esperar que se logre hallar un equilibrio entre esa necesidad israelí de preservar su seguridad y la de hacer posible la reconstrucción de las zonas golpeadas por la guerra en Gaza. Pero ello dependerá no sólo de lo que Israel permita o deje de permitir, sino del uso que Hamas haga de cada paso. Estará en sus manos abrir Gaza al mundo pacíficamente, o condenarla nuevamente a vivir de acuerdo a la agenda destructiva de Hamas.
Hoy se paga muy caro la estupidez de Israel de retirarse de Gaza sin condiciones yá hace unos años como así también haber dejado el Monte del Templo a los musulmanes.La única solución es seguir apretando el cuello a Hamas hasta su extinción y no negociar más treguas.En cuanto a Judea y Samaria es parte integrante de Israel y quien no esté de acuerdo que se vaya;mientras tanto hay que seguir construyendo asentamientos israelíes en gran cantidad.