Después de la tregua alcanzada por Hamás e Israel con la mediación de Egipto, el Gobierno israelí ha calificado como “tierra estatal” 988 hectáreas del bloque de asentamientos conocido como Gush Etzión, situado al sur de Jerusalén. La confusión y la información a medias, mezclada con las descalificaciones habituales, han vuelto a dibujar una imagen distorsionada. Se habla de expolio y colonización por parte de los israelíes. Bien: antes de emitir juicios de valor sin ningún apoyo sólido, mejor repasar los hechos y la historia.
En primer lugar hay que aclarar que en Cisjordania la tierra se puede dividir en tres categorías jurídicas en cuanto a propiedad se refiere: la del Estado, la privada y aquella cuyo estatus está por determinar. En cuanto a jurisdicción, tras los Acuerdos de Oslo, se divide en las zonas A (control militar y civil palestino), B (control militar israelí, administración civil palestina) y C (control militar y civil israelí). En consonancia con el funcionamiento de un Estado de Derecho, la decisión del Gobierno sobre esas 988 hectáreas fue precedida por una investigación para determinar el estatus de las mismas. Asimismo, esta declaración es recurrible ante la Justicia en un plazo de 45 días. No sería la primera vez que el Tribunal Supremo israelí revoca una decisión gubernamental porque un ciudadano palestino ha demostrado ser propietario legítimo de un terreno, o que ordena desalojar asentamientos considerados ilegales. La Administración, ha respetado, por ahora, el proceso legalmente establecido.
En segundo lugar, y mucho más importante, tenemos que Gush Etzión era propiedad judía desde mucho antes de que los palestinos manifestaran sus pretensiones nacionales. Podríamos remontarnos dos mil años atrás, cuando los seguidores de Bar Kojbá se escondían de los romanos en las profundas cuevas de lo que hoy es precisamente Gush Etzión. Pero es en 1925 cuando el holding Zijrón David compró las tierras que hoy conforman el bloque y se estableció el primer asentamiento, llamado Migdal Eder, nombrado así por la referencia bíblica recogida en Génesis 35:21. Sus primeros pobladores fueron judíos ortodoxos provenientes de Jerusalén y judíos yemenitas. En 1927 Migdal Eder fue abandonado por las duras condiciones agrícolas y climáticas. Sin embargo, a principios de 1930 el terreno fue comprado por Shmuel Yosef Holtzman, un conocido agricultor de cítricos, con el fin de establecer una comunidad judía en la zona situada entre Belén y Hebrón.
Holtzman denominó a la comunidad Kfar Etzión. Este segundo intento de establecer un poblado judío en la zona se vio truncado por la revuelta árabe de 1936: todo lo que Holtzman y sus socios pioneros habían construido fue destruido.
El tercer intento, el menos afortunado de todos, se produjo en 1943, cuando diferentes grupos de pioneros establecieron tres asentamientos: Masuot Itzjak, Ein Tzurim y Revadim, que acogieron a un total de 450 personas. El 14 de enero de 1947, antes incluso de que comenzara la conocida como guerra de guerrilas -en noviembre del mismo año, después de que la ONU aprobara el Plan de Partición-, mil combatientes árabes atacaron el lugar. Los colonos fueron capaces de rechazar a los atacantes en un primer momento, pero los asentamientos quedaron devastados. Ante la necesidad de refuerzos, la Haganah -el germen del Ejército de Israel- envió un pelotón de 35 soldados, liderado por el comandante Danny Misa, con suministros médicos y municiones. El pelotón fue detectado por los árabes y sus integrantes masacrados.
Ya en vísperas de la independencia de Israel, el 13 de mayo de 1948, la Legión Árabe, cuerpo de élite del reino de Transjordania, entró a sangre y fuego en Gush Etzión, asesinando a 242 personas y quemando todo lo que encontró a su paso; los cuatro asentamientos fueron completamente destruidos. El mismo Ben Gurión elogió a los defensores de la plaza y su heroica resistencia:
No puedo pensar en ninguna batalla en los anales de las Fuerzas de Defensa de Israel que sea más magnífica, más trágica y más heroica que la lucha por Gush Etzión (…) Si existe una Jerusalén judía, debemos agradecérselo a los defensores de Gush Etzión.
Diecinueve años después, cuando Israel sorprendió al mundo derrotando a sus vecinos árabes (Egipto, Siria, Jordania e Irak) en solo seis días, comenzó la segunda fase del conflicto entre israelíes y palestinos, en la que aún estamos, tristemente, inmersos. Cisjordania, que había estado administrada por el reino de Jordania desde 1949 -de hecho, la Línea Verde fue pactada con Jordania, no con los palestinos-, pasa a manos de Israel y comienza, gradualmente, la política de asentamientos en para lo que los israelíes es Judea y Samaria. El primer asentamiento en repoblarse -se repuebla, no se crea- fue Gush Etzión, y los que se establecieron allí eran en su mayoría descendientes de los que lucharon a muerte contra la Legión Árabe en 1948.
Hoy, Gush Etzión -a diez minutos en coche de Jerusalén en coche- cuenta con más de 20.000 20.000 habitantes, y sus comunidades más importantes son Har Gilo, Neve Daniel, Keidar, Rosh Tzurim, El’azar, Migdal Oz, Alon Shvut, Kfar Etzión, Bat Ayin, Gva’ot , Beitar Illit y Efrat.
En tercer lugar, y en lo concerniente al reparto definitivo del territorio entre israelíes y palestinos, la futura soberanía de Gush Etzión no se ha puesto en duda. Si bien no entraba en el territorio de Israel en el plan de partición aprobado por la ONU, en todas las negociaciones posteriores aparece como territorio israelí. Tanto en los parámetros que estableció Bill Clinton en Camp David II en el año 2000 como en la iniciativa de Ginebra de 2008 de Ehud Olmert, Gush Etzión queda del lado israelí de la frontera; a cambio, se aplica la conocida fórmula de los land swaps y los palestinos reciben territorio de Israel en la misma proporción.
En suma, el ruido y la furia en torno a Gush Etzión no tiene sentido: la calificación de 988 hectáreas como tierra estatal ha seguido el proceso legal vigente, con todas sus garantías; el territorio ha sido propiedad judía desde antes de la creación de Israel, y en los últimos veinte años ni siquiera los palestinos han objetado que sea israelí.
Este es uno de los lugares mas legitimos del pueblo judio. No importa quien lo haya comprado antes , o despues. Gush Etzon fue comprado con sangre! !…..