El silencio – la omisión deliberada – de sucesos que forman parte de este conflicto pasa a ser, así, parafraseando a Miguel de Unamuno, “la peor mentira”, que trasforma a dicho conflicto a los ojos del público en un escenario con actores precisados por los propios medios: víctima y victimario, oprimido y opresor, se vuelven papeles dispuestos de manera inequívoca, sin matices; irreales.
Y es justamente ese silencio de determinados sucesos – aquellos que podrían poner en duda el papel asignado a la parte palestina – el que posibilita la presentación maniquea de la realidad.
El primero
Los medios parecen siempre bien predispuestos a recoger las declaraciones y los informes que surgen de la ONG israelí B’Tselem, que habitualmente cargan contra las políticas del gobierno de su país.
Pero en esta oportunidad, la opinión que surgía de uno de los miembros de su junta, no parecía ajustarse al cuadro que los medios parecen querer retratar del conflicto.
Mordechai Kremnitzer, reconocido jurista israelí y miembro de la junta de B’Tselem publicó un artículo de opinión en el diario Jerusalem Post el 28 de septiembre de 2014, en el que afirmaba:
“… es esencial que cualquier procedimiento que podría conducir a la asignación de responsabilidad penal sea justo y equitativo… Parece que el Comité encabezado por el Prof. William Schabas no cumple esta norma”.
William Schabas fue elegido para encabezar el Comité Investigador de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Un artículo del Jerusalem Post publicado el 30 de septiembre señalaba – en una crónica sobre las reacciones a la mudanza de varias familias judías a sus nuevos hogres comprados en el barrio árabe de Silwan, en Jerusalén (Este) – que Fadi Maragha, un representante local de Fatah declaró:
“Estábamos aquí, y nosotros estaremos aquí hasta que tengamos toda Palestina sin ningún judío«.
“Sin ningún judío”…
¿Por qué el silencio sobre esta significativa declaración?
El diario añadía que, pregunta sobre qué pasaría con el hijo y agente inmobiliario a quien él había vendido la propiedad, Maragha dijo que sentía que deberían morir, pero no creía que eso sucedería.
Según dio a conocer la organización Palestinian Media Watch, la Autoridad Palestina, presidida por Mahmoud Abbas, le rindió homenaje a los secuestradores y asesinos de los tres jóvenes israelíes.
Los medios en español… en silencio.
El silencio, así, es una forma de decir. Y lo que dice es evidente, y no es la realidad.
“Los editores y directores informativos, con su selección día a día y su despliegue de informaciones, dirigen nuestra atención e influyen en nuestra percepción de cuáles son los temas más importantes del día. Esta capacidad para influir en la relevancia de las cuestiones del repertorio público es lo que se ha dado en llamar la fijación de la agenda por parte de los medios informativos”.
A su vez, decía también que:
“La selección de las noticias más importantes dada al inicio de los informativos, la noticia o noticias que aparecen en la primera página de los periódicos, el tamaño de los titulares, la extensión de una noticia y el insistir en ella un día y otro día, apuntan hacia ladeterminación de la importancia de los acontecimientos y ponerlos en el centro de atención de la opinión pública. Son los medios lo que trazan las pistas sobre la importancia de los temas de la agenda diaria. En cuanto al público, éste recurre a esas pistas de relevancia para organizar y también decidir cuáles son los temas más importantes que atraen su atención. De ahí que la agenda de los medios de información se convierte en la agenda pública. En otras palabras,los temas de preocupación más destacados se transforman en temas de preocupación más importantes”.
España tiene 6 millones de parados,
miembros de todos los partidos políticos imputados por corrupción
o a punto de serlo, incluso miembros de la casa real a punto de ser condenados
España tiene una alambrada que impide a los marroquíes pasar a sus territorios
de Tetuan y Melilla, así que los periodistas tienen que encontrar un chivo expiatorio
que distraiga la atención. No se puede explicar la judeofobia, solo constatar
que es galopante, sobretodo en los débiles de mente (véase los Bardem, Penelope Cruz y demás
que hablan de genocidio)