Ali desde Teherán
Israel Opinion
Mi nombre es Ali y vivo en Teherán. Quiero contarles a ustedes, ciudadanos de Israel, sobre Irán y sobre la vida de la gente en Irán en estos días. Quiero llevarlos en un recorrido virtual de Teherán, para que lleguen a conocer la realidad de Irán como lo que realmente es – y no como es presentada en los medios de comunicación.
Nuestro recorrido comienza el jueves 24 de julio, un día antes del Día de Quds, el Día de Jerusalén iraní, que señala la protesta contra el sionismo, y en la cúspide de los combates en Gaza durante la Operación Margen Protector. Salgo de casa para el trabajo a una temprana hora de la mañana, llego a la parada del autobús y espero. Alrededor mío todas las paredes y todas las carteleras están llenas de carteles y fotografías de manifestaciones del Día Quds de años anteriores, invitando a los ciudadanos de Irán a participar en la protesta de este año.
Miro los carteles, pensando en todo el dinero que se desperdició para imprimirlos y diseñarlos, cuando de repente la voz de un niño interrumpe mi línea de pensamiento. «Señor, ¿le gustaría comprar una galleta de la suerte?» Me doy vuelta y veo a un niño, ni siquiera de 10 años, en la calle, a una tan temprana hora, tratando de ganarse la vida. No puedo dejar de pensar en lo que habría pasado si la gran cantidad de dinero gastado en estos carteles y protestas se hubiera invertido en la educación y los estudios de este pequeño niño y muchos otros como él.
[Una calle en Teherán. ‘Los que exigen la destrucción de Israel no son la mayoría’ (Foto: AFP)]
El autobús se detiene en el Hospital Shariati. A lo largo de la calle Amir Abad, las paredes están llenas de carteles invitando a la gente a una protesta masiva contra Israel con un llamado a su destrucción del líder espiritual Ali Khamenei.
En la entrada a la sala de emergencia, diviso un anuncio que ofrece vender un riñón con un número de teléfono. Me rompe el corazón. Debe ser otro joven tratando de financiar su boda, sus estudios o el alquiler. Y nuevamente pienso, ¿es justo que el gobierno iraní envíe todos los años ayuda para armar a los grupos palestinos, en lugar de invertir el dinero en bienestar o en la creación de puestos de trabajo y vivienda para la generación joven de Irán?
Perdido en estos pensamientos, me dirijo a la esquina de Amir Abad y decido caminar a través del parque Laleh, con la esperanza de que la visión verde y florida me ayude a relajarme. Pero ni bien doy el primer paso, me doy cuenta de que algo ha cambiado. A diferencia de otras mañanas, cuando en el parque la música que sonaba era apropiada para hacer ejercicio, esta mañana, por los altavoces, resuenan marchas militares en apoyo de los combatientes palestinos.
En una esquina lejana, un joven y una joven están sentados en el césped, disfrutando de la mutua compañía e ignorando todo lo que les rodea. Se ven obligados a demostrar su mutuo afecto aquí porque el gobierno invierte el dinero en otra parte – los $250 millones transferidos por Irán cada año a los grupos radicales palestinos y libaneses podrían haber ayudado a que los jóvenes iraníes se casen.
Llego tarde al trabajo, preparando en mi cabeza excusas y disculpas para mi jefe, pero todo el mundo está parado alrededor del televisor y nadie se da cuenta de que llegué tarde. De nuevo la misma charla sobre el apoyo a Palestina y su lucha contra Israel, esta vez del líder espiritual de Irán, Ali Khamenei. Se lo ve más enfadado que nunca, lanzando una variedad de maldiciones contra Israel y el pueblo israelí y llamando a armar a los palestinos para ayudar a borrar a Israel de las páginas de la historia.
Dios, ¿qué es esta cosa terrible que golpea a mi pueblo? ¿Qué quieren, estos locos, del pueblo iraní, de los palestinos y de los israelíes? Debe haber un límite a la locura, el extremismo y la barbarie. En lugar de tratar de lograr la paz y un alto el fuego, continúan avivando las llamas y aumentando el derramamiento de sangre. ¿Por qué debemos tolerar estos comentarios? No puedo escuchar esto, igual que ustedes no pueden tolerar las sirenas de alerta y los misiles de Hamas.
[Daniel Tregerman, de cuatro años, que fue muerto por fuego de mortero desde Gaza durante la Operación Margen Protector. ‘¿Cómo podremos perdonarnos si nuestro dinero, que compra misiles para Hamas, conduce a la muerte de un niño inocente?’]
En mi camino a casa tomo el metro, el tren subterráneo. En la estación me encuentro de nuevo con carteles anti-Israel, pero esta vez me llaman la atención los ciudadanos que están siendo aplastados bajo las presiones de la inflación, la pobreza y la discriminación. ¿Cómo pueden ellos ser una amenaza para Israel? ¿Su dinero tiene que encauzarse hacia los terroristas Hamas y Hezbollah? ¿Cómo podremos perdonarnos si nuestro dinero, que compra misiles para Hamas, conduce a la muerte de un niño inocente?
Quise mostrarles a ustedes en Israel lo que nosotros, gente común de Irán, estamos pasando. Me siento apenado frente a los israelíes, apenado y avergonzado de que alguna gente de mi patria esté involucrada en avivar las llamas de la guerra entre ustedes y los palestinos, y que sus manos estén manchadas con la sangre de niños y gente inocente en Israel y Gaza.
Creedme, los que exigen la destrucción de Israel no son la mayoría, sino un puñado de colaboradores y mercenarios del tiránico y anti-humano régimen, y ellos no representan al pueblo iraní.
Nosotros, los ciudadanos de Irán, amamos a la gente, amamos la paz y apoyamos a toda persona que lucha por la paz. Me encantan los ciudadanos de Israel, estoy interesado en dialogar con ellos, ansío el día en que podamos purificar la turbia atmósfera entre nosotros y lograr la paz en todo Medio Oriente. No tengo ninguna duda de que es posible.
Los saluda con amistad,
Ali
Esta carta se publica por cortesía de la página web TeHTel (Teherán-Haifa-Tel Aviv), un proyecto del Centro Ezri para Iran & Persian Gulf Studies de la Universidad de Haifa dirigido por el Dr. Soli Shahavr.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
El vibrante testimónio que nos brinda aqui «Ali», desde su condicion de ciudadano irani, es de lo mas elocuente, y nos debe hacer reflexionar, acerca de la tendencia en la que muchas veces caemos, consistente en generalizar al hablar de Iran, como si se tratará de un bloque homogeneo de antisemitismo y ódio hacia Israel, como si en su seno, no existieran discrepancias internas, gentes pacificas que solo desean prosperar en libertad, personas que sufren represion por parte del régimen,y son encarceladas y torturadas por no «comulgar» con los dictámenes sectarios impuestos por las huestes de Khamenei, y demas «ayatolah» del terror que al frente de ese pais se han ido sucediendo, a lo largo de las ultimas décadas …
«No tenemos nada en contra de Israel» manifestaba recientemente un joven irani, interrogado por un canal de TV, de camino a la faculdad donde cursabá estudios … y asi sucede probablemente en la mayoria de los casos, pese a ser estos ignorados por los médios occidentales, o a quedar ocultos bajo las soflamas incendiarias, de los siniestros mandamases que para desgracia de ese pais, rigen por ahora los destinos de Iran