Preste atención a los recientes acontecimientos en Yemen, un estado árabe con una población de 23.000.000 de personas.
Yemen está ubicado en el estratégico estrecho de Bab-el-Mandeb (a veces llamado el estrecho de Mandab) que fluye entre Yemen en la Península Arábiga y Djibouti y Eritrea en el Cuerno de África, y conecta el Mar Rojo con el Golfo de Adén. Yemen sufre crónicamente de gobiernos débiles, interminable violencia y enormes desafíos económicos y sociales. Yemen es miembro de un club «no tan complementario» de las naciones más pobres del mundo. La sociedad de Yemen se basa en tribus y, demográficamente, es 60% sunita y 30% chiíta.
Todos los factores antes mencionados proporcionan las condiciones para que Yemen sea un escenario central para la ampliación y escalada del conflicto sunita-chiíta; un eje árabe sunita liderado por Arabia Saudita, por una parte – y un eje chiíta liderado por Irán por la otra.
Yemen también se ha convertido en una plataforma para la creciente presencia y operaciones de grupos islámicos militantes. El grupo sunita Islam Militante, Ansar al-Sharia, conocido como la rama más fuerte de Al Qaeda – se encuentra en Yemen.
En septiembre de 2014, algo muy importante sucedió en Yemen. Un grupo militante chiíta local del Islam, conocido como Ansar Allah, se apoderó de Sana’a, la capital de Yemen.
Ansar Allah es la Milicia Militar de la tribu chiíta houthi cuyo bastión se encuentra en el distrito Sa’adah del norte de Yemen que limita con Arabia Saudita. Las relaciones entre los houthis chiítas y los que gobiernan (sean sunitas o chiítas) en Yemen tienen una larga historia de violencia. Los houthis argumentan que están siendo constantemente privados de derechos y servicios y que son discriminados.
En 2004, un joven líder houthi llamado Hussein Badreddin al-Houthi creó una milicia llamada Al Shabab Al Mu’minun (los Jóvenes Creyentes). En 2009 Hussein Badreddin al-Houthi murió en un enfrentamiento con el ejército yemení y su hermano, Abd Al Malik Badr UD Din Al Houthi – el líder actual de Ansar Allah – tomó de control.
En junio de 2007 se firmó un acuerdo de alto el fuego entre los houthis y el gobierno yemenita; el intermediario fue Qatar. Sin embargo, el acuerdo no duró mucho y la lucha se reanudó.
El primer ministro yemenita en la época, Ali Abdullah Saleh (él mismo un chiíta), acusó al régimen iraní de apoyar y armar a la milicia houthi.
Esa acusación no era infundada: Dada su ubicación estratégica, el régimen iraní considera a Yemen como un lugar en el que le gustaría aumentar su actividad e influencia. Además, el hecho de que ahí
hay una población chiíta significativa en una zona que bordea principalmente a Arabia Saudita (el amargo rival de Irán), junto con la crónica inestabilidad interna, Yemen le ofrece al régimen iraní una zona ideal para operar y para expandir su influencia (Sobre el tema de la agresiva política exterior de Irán leer por ejemplo mis artículos «Maestros del Caos: El Régimen Iraní Mullah – junio de 2012, «La Danza de los Velos Iraní» – noviembre de 2011). El modus operandi de Irán se basa en el uso de agentes locales en diferentes zonas (como Bahrein, Líbano, la Franja de Gaza, los Emiratos árabes Unidos, etc.) para promover y ampliar los intereses de Irán. Están utilizando el mismo método en Yemen.
Irán está apoyando y armando masivamente a la tribu houthi en Yemen.
Y la información acumulada indica que Eritrea – vecino de Yemen al otro lado del estrecho Bab-el-Mandeb, es un componente vital del involucramiento iraní en Yemen. A cambio de dinero iraní, Eritrea ha acordado convertirse en una base para los militantes de Ansar Allah. Estos son entrenados en Eritrea, según los informes, algunos de los entrenadores son expertos militares de Hezbollah o sirios. Las armas y equipos suministrados por Irán están siendo almacenados en Eritrea incluyendo – según fuentes árabes – armas químicas de Siria. Y la información acumulada indica que los militantes de Ansar Allah están luchando en la guerra en Siria – apoyando a Assad.
Los recientes acontecimientos en Yemen deben ser vistos mayormente en el contexto de lo que creo que es el actual – y futuro – nombre del juego en Medio Oriente – y que es – la lucha por la estabilidad.
Entre los diferentes factores que conforman y afectan el nivel de estabilidad en Medio Oriente, hay dos factores principales que están muy presentes en Yemen:
-La lucha entre Irán y Arabia Saudita
-La actividad de los grupos islámicos militantes
Funcionarios iraníes de alto rango expresaron abiertamente su satisfacción por el logro de Ansar Allah en Yemen. Mientras que Arabia Saudita, como era de esperar, expresó descontento y preocupación.
Es interesante notar que algunos analistas árabes – a algunos de los cuales se los conoce por tener buenas conexiones con el gobierno saudita – describieron la reacción saudita como «sorprendentemente menor». Estos analistas sostienen que la razón de ello es que el logro de Ansar Allah en Yemen en realidad les sirve a los sauditas de diferentes maneras:
-Debilita el poder de la rama yemenita del movimiento sunita Hermandad Musulmana – que es definido oficialmente por Arabia Saudita como una organización terrorista
-Coloca a los houthis en curso de colisión con la mayoría sunita en Yemen, lo que puede obligar a los houthis a hacer compromisos y concesiones políticas que socavarán los logros de Irán en Yemen
-Coloca a los houthis en una trayectoria de colisión con Ansar Al Sharia en Yemen, que se evalúa como la rama más fuerte de Al-Qaida. Tales desarrollos en realidad sirven a Arabia Saudita dado que mantiene ocupado a Al-Qaida, y por lo tanto disminuye su potencial amenaza en Arabia Saudita. De hecho, en los últimos días, se informan intensos combates en las regiones centrales de Yemen entre Ansar Al Sharia – respaldado por las tribus yemenitas sunitas, por un lado, y los houthis chiítas de Ansar Allah por el otro.
Hablando de Al-Qaida, debe señalarse que en los últimos meses se ha producido una creciente tensión interna dentro de Al-Qaeda derivada de la grieta abierta entre Al Qaeda e ISIS. Recuerde – Isis era anteriormente la rama de Al Qaeda en Irak. (Sobre el tema por favor ver mi El Boletín de Inteligencia de Al-Qaeda Anuncia que no tiene conexión con ISIS», febrero de 2014).
La creciente tensión se refleja también dentro de Ansar al-Sharia. Mientras que el líder del grupo, Nasser Al Wahishi, sigue siendo leal a Al-Qaida, su líder Ayman al-Zawahiri y otros miembros de alto rango de Ansar al-Sharia expresan abiertamente su apoyo a ISIS y a su líder Abu Bakr al Baghdadi.
Algunos analistas árabes predicen que la creciente tensión se traducirá inevitablemente en una violenta ruptura dentro de Ansar al-Sharia. Sin embargo, es posible que la lucha contra Ansar Allah deje a un lado – por ahora – las tensiones internas dentro de Ansar al-Sharia.
Dado ese análisis, los iraníes – que ya están experimentando crecientes dificultades en Siria e Irak – dos grandes ámbitos de suma importancia e interés para Irán, pueden verse envueltos en crecientes dificultades en Yemen también. La satisfacción iraní de haber tenido éxito en desarrollar un delegado en Yemen, puede muy bien ser sustituida por crecientes preocupaciones por el régimen chiíta.
Aunque físicamente distantes y diferentes en cuanto a demografía, geografía, política y estructura – los escenarios iraquíes, sirios y yemenitas interactúan. El significado de eso es que cada lado se esfuerza por compensar sus desventajas o pérdidas en un escenario con logros en otro escenario. Así, la reciente acción de Ansar Allah en Yemen con la que se apoderó de Sana’a puede ser vista como una contra-reacción iraní al reciente logro saudita en Iraq que se manifestó por la renuncia del anterior primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, que era un delegado iraní.
Los recientes acontecimientos en Yemen y sus potenciales ramificaciones podrían tener un impacto negativo en el nivel de estabilidad en la región.
Arabia Saudita dejó en claro que no tolerará la infiltración en Arabia Saudita de la crisis en Yemen, ni tolerará cualquier provocación a lo largo de sus fronteras con Yemen.
Egipto, otro actor regional importante, que comparte totalmente los intereses sauditas en la estabilidad, también está enviando un mensaje similar. El Ministro de Defensa egipcio anunció que Egipto mantiene una presencia militar frente a la costa de Yemen para luchar contra la piratería. Es interesante notar que la Unión de Pescadores egipcios informa que sesenta y seis pescadores egipcios son mantenidos cautivos por los houthis en Yemen. No está claro si ambos anuncios egipcios están relacionados; ¿Son éstos realmente pescadores o quizás fuerzas militares egipcias? Por ahora la historia es un misterio. Sin embargo, si este incidente no se resuelve diplomáticamente pronto, claramente estimulará una creciente tensión. En ese contexto, cabe mencionar que el pasado jueves el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó formalmente la intensificación de la inspección de los barcos en la zona del estrecho de Bab-el-Mandeb, como parte de la lucha contra la piratería.
Mientras la atención del mundo en Medio Oriente se centra en ISIS, no es menos importante vigilar de cerca los acontecimientos y la evolución en Yemen.
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Avi Melamed es un Analista de Inteligencia Estratégica de Medio Oriente israelí, y conferenciante especializado en temas de actualidad del mundo árabe y musulmán y su impacto en Israel y la región.
Ex funcionario israelí de alto rango en Asuntos Árabes, ex funcionario de inteligencia y educador, Avi es hoy un Analista Independiente de Inteligencia Estratégica de Medio Oriente, Experto Regional y conferenciante especializado en temas de actualidad del mundo árabe y musulmán y su impacto en Israel y la región.
Avimelamed.com
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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