Tel Aviv ganó el título de ciudad más inteligente del mundo, debido a la adopción de la tecnología de asistencia, tales como la conexión Wi-Fi en toda la ciudad, y herramientas de tecnología basadas en la localización, utilizadas para activar los teléfonos celulares en mesas redondas, debates públicos y en la gestión de trámites.
La competición se celebró en el marco de la Conferencia Mundial de ciudades inteligentes, Smart City Expo, que se celebró esta semana en Barcelona. La competencia fue de 250 ciudades en todo el mundo.
La Conferencia “Smart Cities” fue fundada hace tres años, y cada año atrae a miles de participantes de todo el mundo. El año pasado ganó Río de Janeiro. La Municipalidad de Tel Aviv ha puesto un pabellón que muestra el proyecto de tecnologías digitales disponibles, junto con sus empresas asociadas varias empresas líderes.
Tel Aviv mostró el proyecto Municipio Digital, que incluye entre otros la nueva tarjeta de residente, que actualmente utilizan más de 90 mil habitantes. Esta tarjeta permite a cada residente recibir servicios e información por e-mail, SMS y sitio web personal adaptada especialmente para él por su lugar de residencia, intereses, estado civil y más.
Además, el proyecto “Rayos digital” abarca aplicación móvil, conexión Wi-Fi gratuita en toda la ciudad, un sistema de información geográfica (SIG) concurso de desarrollo de aplicaciones basadas en bases de datos abiertas, registro en línea y más.
«Mazal tov» para Tel Aviv, ciudad cosmopolíta y abierta donde las haya, que sabe conjugar como pocas, elementos tan dispares como puedan serlo la puesta en práctica de las mas avanzadas tecnologias en los mas diversos ámbitos, con una oferta turistica y de ócio dificilmente igualable
La benignidad de su clima mediterraneo y oriental, con la vanguardia nórdica de paises occidentales … un pasado rico en história y una intensa vida cultural, con un presente vinculado estrechamente a los modelos democráticos occidentales … Una ciudad para recorrer, conocer y disfrutar, de la cual dificilmente uno puede olvidarse …