Con un papel en sus manos o con datos médicos que murmuran en sus labios llegan, a Israel, los heridos de la Guerra Civil para recibir tratamiento médico que salven sus vidas. “Cuando los recibimos, continuamos desde el punto en el que quedaron en Siria. Todo para salvar vidas”.
La Guerra Civil, que tiene lugar en Siria en los últimos tres años, llevó a muchos heridos a hospitales de Israel y logró tejer no poca cooperación entre médicos sirios e israelíes. Bajo fuego, logran los médicos sirios ofrecer tratamientos a los heridos y salvar, incluso, sus vidas. Sin embargo, no siempre los medios a su disposición son suficientes, y así son trasladados algunos de los heridos a Israel, donde reciben la atención completa.
El caso de A, de solo 9 años, enseña mucho sobre la cooperación entre estados hostiles. Hace algunas semanas, el niño resultó herido de gravedad en su pierna izquierda después de, según parece, pisar una mina. A eso se le sumó las heridas de esquirlas en todo su cuerpo. Fue internado, durante algunos días, en un hospital de Siria, donde los médicos trataron sus heridas más complicadas y le quitaron la mayor parte de las esquirlas, aunque su pierna izquierda no sanó y comenzó a hincharse. Los médicos no lograron intervenirlo. Al principio, los médicos del pequeño A, pensaron que se trataba de una infección que pasaría con un tratamiento de antibióticos. Pero, en lugar de una mejoría en su situación, empeoró hasta que el equipo entendió que no se trataba de una infección, sino de un derrame o algo relacionado. Los médicos resolvieron una atención provisoria y recomendaron, al niño y su madre, pasar a Israel donde, en su opinión, el tratamiento médico sería mejor. De allí, la madre fue hasta la frontera junto a su hijo, a donde solicitó pasar para salvar la vida de su hijo. Ambos lograron ingresar al país vecino para ser trasladados al Hospital Rambam en Haifa, mientras la herida del pequeño A, era grave. En una cirugía, que se prolongó por tres horas, lograron trasplantar una vena de su pierna derecha, en lugar de la quebrada arteria de la pierna izquierda de A. “En la arteria de la pierna izquierda faltaban unos siete centímetros”. Algunos días después de la intervención quirurgica, durante el cual A permaneció internado en el Departamento de Cirugía Pediátrica, fue dado de alta. Los médicos, testigos de la grave situación del niño a su llegada a Ramban, lograron la plena recuperación de la pierna. Incluso creen que volverá a su estado normal.
“Transmiten toda la información relevante en forma oral”
“A” es uno de los casos más interesantes de entre los muchos heridos sirios que llegan a Israel”, afirman en Ramban. Sin mantener relaciones diplomáticas con Siria, los hospitales sirios transfieren pacientes “por debajo del radar” hacia Israel. Por razones obvias, no pueden hacerlo en forma regular, con una derivación y carpeta médica, pero el hecho que en Israel sean atendidos heridos sirios es al servicio de la conciencia de los médicos, más allá de la frontera. Cuando tienen en sus manos un paciente, que saben que puede ser mejor atendido en Israel, instruyen a la familia para llegar a la frontera y transmiten toda la información médica relevante en forma oral, a través de los acompañantes. Cuando se reciben esos pacientes, solo se continúa desde el punto en que se dejó en Siria. Todo con un único objetivo: salvar vidas.
Se trata de un fenómeno vinculado a otros aislados, de entre cientos de heridos que llegaron para su atención en Israel, pero es absolutamente conocido por los equipos médicos de los hospitales del norte.
Hace poco tiempo, fue intervenido un joven, de 19 años, que llegó desde Siria con heridas de esquirlas, también un paciente transferido desde un hospital sirio para su atención en Israel. Por la noche, llegaron dos civiles sirios, de 30 y 36 años, para recibir tratamiento médico en el hospital Poria. Ambos arribaron al hospital con trozos de papel en sus manos, que lograron traer de sus médicos sirios. Allí se detalla la atención recibida para continuar en Israel.
Hace poco fue dado de alta un niño de 11 años en Ramban, que llegara al hospital después de padecer varias heridas en todo su sistema durante la Guerra Civil. Durante ocho horas fue intervenido, por un equipo interdisciplinario, conformado por oftalmólogo, cirujanos, plástico y más. Los médicos lograron estabilizar al niño pero no así la visión. El niño permaneció en terapia intensiva por varios días y luego pasó al Departamento de Cirugía infantil. Debido a la ausencia de familiares a su lado, fue acompañado por voluntarios de organizaciones diversas de la zona de Haifa que permanecieron, junto a él, durante su internación en Rambam. Al mejorar su estado, fue dado de alta y trasladado a Siria por las FDI.
En estos días, en Rambam permanecen internados cuatro pacientes sirios, tres de ellos niños. Desde que comenzaron a recibir pacientes sirios en Israel, llegaron a Ramban 99 heridos, la mayor parte en estado grave que recibieron atención en Israel.
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