¿Qué está sucediendo?
Más de un decenio ya desde que se viene desarrollando los intentos diplomáticos internacionales en cuanto a la capacidad nuclear de los iraníes. Irán insiste en que, al igual que otros países, tiene derecho a desarrollar energía nuclear con propósitos pacíficos. Pero los poderes occidentales la acusan de intentar desarrollar armamento nuclear. Dado que los iraníes se mantienen firmes en su negativa a acceder a limitaciones de ningún tipo y al no perfilarse ningún tipo de entendimiento, la atención general está localizada en la actualización y tal vez en el recrudecimiento de las severas sanciones internacionales que se han puesto en práctica: ¿Continuarlas? ¿Concluirlas? ¿Corregirlas?
Irán insiste en que las sanciones deben ser levantadas a la brevedad, como signo de buena fe de parte de la comunidad de naciones. Estas medidas, que incluyen aspectos energéticos y económicos, afectan a Irán en miles de millones de dólares. Hasta la fecha Irán no ha expresado ninguna concesión para agilizar algún acuerdo, no ha limitado sus esfuerzos tecnológicos, no informa a la OEIA – Organismo Internacional de Energía Atómica sobre sus avances ni permite acceso a sus representantes según los lineamientos vigentes.
¿Qué inquieta a los negociadores?
Las factores en escena son claros: frente a Irán, los P5+1 – las cinco potencias que componen el Consejo de Seguridad de la ONU como miembros permanentes más Alemania – que algunos suelen llamar E3+3: tres países de la Unión Europea (Gran Bretaña, Francia, Alemania) más EE.UU., Rusia y China.
El Congreso americano reclama legislar los lineamientos a seguir en el caso que no se pueda concertar algún acuerdo con el país persa. El Presidente ya anunció, días atrás, en su habitual discurso a la Nación desde la sede del Congreso, que de ser sancionada habría de vetar tal legislación restrictiva. Obama utilizó esa facultad de veto sólo dos veces desde que asumió la presidencia pero se mantiene firme en esta lucha de jurisdicciones.
Las pasiones están superando las probabilidades del buen criterio. Un acuerdo podría poner punto final a las sanciones contra Teherán y reactivar sus relaciones con Occidente, pero la ausencia de este puede generar una escalada de tensiones y un activar de medidas punitivas— e incluso confrontaciones. El 1 de marzo de 2015 es la nueva fecha para acordar el marco político en relación con las capacidades nucleares de Irán. El 1 de julio próximo será el límite para firmar una resolución final, con acuerdos incluidos. Esto después de varias prórrogas acordadas el último año.
En Estados Unidos los republicanos han tomado control del Congreso y amenazan con nuevas sanciones contra los iraníes si el trato no adelanta. Consideran que las sanciones en vigor del Consejo de Seguridad, aplicadas desde el año 2006, son efectivas, y no deberían ser aliviadas sin compromisos iraníes expresos, viables y verificables. Repetimos, se plantea un choque de intereses que podría precipitar consecuencias no deseables.
¿Qué preocupa a Obama?
Obama considera que «la idea de una sanción adicional podría anular cualquier trato con Irán», y confía que «si se podría concertar un trato razonable tanto el Congreso como el Pueblo Americano lo aceptarían como apropiado«.
Obama siempre ha actuado con mucha cautela en asuntos de política exterior y es muy sensible al sentir de la opinión pública americana pulsada por las frecuentes encuestas.
Obama teme que aumentar la presión sobre los iraníes podría resultar contraproducente, se lo consideraría un acto belicoso, negativo para lo concertado hasta el presente, y finalmente haría a los Estados Unidos culpable del fracaso de las negociaciones.
Obama da mucho lugar a los instintos, procura eludir conflictos y evitar víctimas, se estima que no se aferra a programas estratégicos y prefiere aprovechar oportunidades. Y en estos momentos está ante la disyuntiva de prolongar las cosas por dos años más y dejar el tema a su sucesor o intentar imponer resultados a los iraníes.
Obama habla de acuerdos lógicos, aceptables – el Congreso le exige conocer el significado práctico de esos adjetivos.
Obama no dispone de muchas posibilidades de actuar. Él declaró en diversas oportunidades que América no permitirá que los iraníes logren capacidad nuclear bélica. El interrogante será como podrá hacerlo. Si la vía diplomática no pudo superar la constante negativa persa, sólo queda dar a entender que América estaría dispuesta a utilizar el lenguaje de la fuerza. Pero el Presidente, después de reducir la presencia de sus soldados en Afganistán y en Irak, no podrá enviar nuevos contingentes militares a Irán – y menos víspera de la culminación de su período en la Casa Blanca.
De aquí que se elaboró la doctrina del «comprehensive deal», un acuerdo integral que le deje a Irán la capacidad de continuar desarrollando su capacidad nuclear no armamentista y que no arriesgue la estabilidad regional y global.
¿Doblegará el Senado la voluntad del Presidente?
¿Qué procura Irán?
La región es testigo de un continuo fortalecimiento de los ánimos yihadistas – hoy expresados por agrupaciones de «ejércitos del terror» que funcionan impunemente en muchos países, como Libia, Nigeria, Irak, Yemen, Líbano, Siria, etc. – enarbolando la «lucha contra los infieles» , cuando la definición de «infieles» incluye a musulmanes moderados.
Para activar los métodos yihadistas, suficiente con exaltadas proclamas que conducen a tragedias acentuadas. Por ejemplo, el presidente de la Autoridad Palestina, Abbu Mazen, no puede ser calificado de yihadista, pero sus declaraciones que «la visita de judíos al Monte del Templo de Jerusalén atenta contra la santidad del lugar» fue chispa suficiente para encender violentas manifestaciones y provocar derramamiento de sangre.
Respaldando este convulsionado suceder, está la República Islámica de Irán, embarcada en su doble propósito:
- a) convertirse en una potencia de nivel mundial por su capacidad nuclear, incluso militar, y
- b) consolidar su posición como líder hegemónico de un eje shiíta – incluyendo a Irán, Irak, Siria y Líbano – que le de salida al Mar Mediterráneo.
El proyecto nuclear fue iniciado en 1988, al concluir la sangrienta guerra Irak-Irán que desangró a los dos países y condujo a un grave detrimento social con profundos daños a ambas naciones, con un millón de soldados y civiles muertos, dos millones de heridos y lisiados y cuatro millones de desplazados – la mayoría de todos ellos iraníes. Irán sufrió el impacto de gran cantidad de armamento químico contra el cual no tenía forma de proteger ni a sus soldados ni a la población. Así Irán resolvió adquirir capacidad nuclear, propósito reforzado por la ambición de la hegemonía regional.
En estos 26 años, Irán obtuvo importantes avances que condujeron en el 2005 a la aplicación de graves sanciones por parte de Occidente, las sanciones más enérgicas que se aplicara a algún país en la historia del mundo conocido, que afectan a la sociedad iraní en unos US$ 100,000 millones anuales, suma que crece constantemente por el continuado descenso de los precios del petróleo, y que en definitiva ha llevado a la sociedad iraní a la desocupación y a un precipitado descenso del nivel de vida.
Y a pesar de todo ello, el proyecto nuclear sigue siendo prioritario tanto para los integrantes del gobierno como para los participantes de la oposición iraní.
¿Qué preocupa a Israel?
Paralelamente, Israel ha tenido una activa ingerencia en la aceleración de la puesta en práctica de las sanciones internacionales, en el punzante efecto de las mismas, y en el intento de aumentarlas – basado en que Irán se ha convertido en el más empedernido de sus enemigos, culpable de una prolongada sucesión de atentados, tanto locales como en el exterior, que responden a un declarado propósito de destruir nuestra existencia soberana. Israel ve en la capacidad nuclear iraní una amenaza a su supervivencia.
Mientras se escriben estas líneas, los medios anunciaron que el PM Netanyahu fue invitado por el Congreso americano a exponer sus inquietudes – lo que inmediatamente fue considerado como oportunismo grosero e incorrecto en plena campaña electoral israelí. Otros interpretaron que sería poco inteligente una intervención pública y directa del PM israelí en el debate interno entre el poder ejecutivo y el poder legislativo de la mayor potencia mundial, sólo para intentar lograr algunos puntos más en los comicios locales.
¿Qué debe hacer Israel? ¿Esforzarse por acabar la amenaza o conformarse con la detención temporal del peligro? ¿Acabar o frenar?
La primera opción significa desmantelar las instalaciones existentes. La segunda requiere medidas internacionales que velen por el cumplimiento de los iraníes, lo que no sería fácil lograr. La experiencia internacional recuerda dos acuerdos, uno con Libia – donde el proyecto fue anulado por completo – y el otro con Corea del Norte, donde se acordó congelar el proyecto. A pesar de ello Corea del Norte logró activar su primera bomba atómica en el 2006, superando todas las vigilancias acordadas.
A pesar que los organismos internacionales se manifiestan atentos a los reclamos de Israel de abolición completa del proyecto nuclear iraní, las potencias se conformarían con acuerdos que alejen a Irán de la bomba nuclear por un período mayor a un año, permitiendo a Irán reintegrarse al concierto de las naciones en forma plena y ayudándola a recuperar su economía tan perjudicada por las sanciones.
Israel entiende la alta probabilidad de este desenlace, lo que fortalece sus intentos por la adopción de medidas más severas y eficientes.
Israel recuerda repetitivamente que Irán con capacidad nuclear no es sólo peligroso para Israel – Irán no cesa de anunciar la próxima destrucción y desaparición de lo que ellos llaman la «entidad sionista» -, lo es para los países sunitas de la región y para el mundo entero.
Israel recuerda que acceder a la continuación de los intentos iraníes, sería promover intentos semejantes por parte de Turquía, Arabia Saudita, los Emiratos del Golfo – todos ellos países sunitas con capacidades económicas y tecnológicas no inferiores a las de los persas.
En definitiva, los esfuerzos de Israel radican en conseguir el menor de los malos acuerdos que se podrían concertar con la República Islámica de Irán. Por supuesto, Israel no podrá conseguir todo lo que desea.
Lic. Samuel Leillen, 27.1.2015
***Los conceptos de la crónica reúnen opiniones de:
MK Yuval Steinmetz, Ministro de Asuntos Estratégicos y Organismos de Inteligencia
Samuel Rozner, JPPI -Instituto de Asuntos Políticos del Pueblo Judío
Prof. Zakhi Shalom, INSS-Instituto Israelí de Asuntos Estratégicos
Dr. Raz Tzimet, Centro «Alliance» para Asuntos Iraníes, Univ. Tel Aviv
Meir Jabdanfer, Escuela Lauder de Gobierno, Diplomacia y Estrategia, Centro Interdisciplinario Hertzliya
Senator Robert Menendez (D-N.J.) announced today that he along with nine other Democratic senators sent a letter to President Barack Obama issuing a deadline for a political framework to be reached with Iran over its nuclear program.
The senators warned that if Iran fails to agree to a framework that “addresses all parameters of a comprehensive agreement” by March 24, they will vote in favor of legislation that levies economic pressure against Iran. The legislation before the Senate Banking Committee, the Nuclear Free Iran Act of 2015, is a bipartisan piece of legislation coauthored by Sen. Menendez. The legislation, also known as the Kirk-Menendez bill for its Republican co-author Sen. Mark Kirk (R-Ill.), is designed to give leverage to the U.S. negotiating team by implementing economic penalties against Iran if a final agreement is not reached by June 30.
For weeks, the Obama Administration has been threatening to veto any new legislation that contains economic penalties against Iran. The Hill reported, “The White House had been pressuring Democrats to hold back on the sanctions bill, warning it could blow up the negotiations and empower hard-liners in Iran who want to walk away from the table.”
According to Reuters, reporting on Tuesday’s hearing in front of the Senate Banking Committee, “He [Menendez] and his Democratic colleagues ‘remain hopeful’ for a diplomatic solution, but Menendez said they are ‘deeply skeptical’ about Iran’s commitment to making concessions that would show its nuclear program is peaceful by the deadline set by international negotiators.”
In the letter to President Obama, the senators argued that “this deadline is the critical test of Iranian intentions.” The signatories of the letter, in addition to Sen. Menendez, include Sens. Charles Schumer (N.Y.), Richard Blumenthal (Conn.), Gary Peters (Mich.), Bob Casey, Jr. (Pa.), Ben Cardin (Md.), Chris Coons (Del.), Joe Manchin (W. Va.), Joe Donnelly (Ind.), and Debbie Stabenow (Mich.).
En toda esta escabrósa y ya larga historia, el único que parece tener claro su objetivo, es Iran, hasta el punto de mantener su programa nuclear, el cual sigue siendo objeto de controversia en Occidente, en lugar de sucitar consenso y unidad de accion frente a él, como sería deseable … las dudas aparecidas en relacion al mantenimiento o no de las sancciones adoptadas en contra del regimen irani, evidencian esa division y falta de acuerdo, sintoma inequívoco de debilidad politica, de la que Teheran habrá a estas alturas tomado buena nota …
Escudarse tras un discurso repleto de buenismo no es própio de un estadista, cuando de adoptar acciones consistentes y comprometedoras se trata, algo que Obama no es a todas luces, si nos atenemos a su falta endémica de decision en politica internacional, respecto a asuntos de la mayor trascendencial, en los cuales la primera potencia del Mundo, es llamada como tal a comparecer , a hacer ácto de presencia …
El discurso interesadamente conciliador adoptado por las autoridades iranies, no tranquiliza a nadie, y menos que a nadie a Israel, conocedor como ninguno, de las trétas a las que acostumbran éstas ultimas …
Tan solo EE UU y la U.E se muestran en disposicion de atisbar en él , un «cambio de orientacion» en la politica armamentistica promovida por Ahmadinejab, en la cual el enriquecimiento nuclear de su arsenal, con fines bélicos, representaba su piedra ángular, algo que sigue sin dementir por la via de los hechos, su sucesor en el cargo, por mas que algunos en Occidente, parezcan dispuestos a concederle el beneficio de la duda …
¿ceguera, ingenuidad o cobardia? …dejo a cada cual colocar el epitéto que considere mas apropiado …