El Primer Ministro y el Papa Francisco
Originalmente publicado en la página web del autor, Yid whith Lid
Un judío y un católico fueron al Congreso suena como el comienzo de una broma, pero es lo que ocurrirá en los próximos meses. El judío, por supuesto, es el Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el católico es el Papa Francisco. Ambos fueron invitados a hablar bajo las mismas circunstancias, pero la reacción a las invitaciones fue totalmente diferente.
El Presidente de la Cámara Boehner invitó a dos personas a hablar ante una sesión conjunta del Congreso. El Presidente de la Cámara no consultó con el Presidente antes de ninguna de las invitaciones (tampoco tenía que hacerlo). Ambos oradores tienen algo importante que decirles a los miembros del Congreso.
El Primer Ministro del Estado Judío no aceptó la invitación hasta que el Presidente hubiera sido informado y fue duramente criticado por aceptar. El jefe de la Iglesia Católica fue invitado y cuando aceptó nadie preguntó si el Presidente sabía… todos aclamaron.
Sólo fue criticada la visita del judío. No estoy diciendo que su visita fue aporreada sólo porque es judío – simplemente estoy señalando un hecho.
Cuando el judío fue invitado sin consultar con el Presidente, aunque Obama fuera informado antes de que el judío dijera que sí, la Casa Blanca lo llamó una violación del protocolo. El día que el jefe de la Iglesia Católica aceptó la invitación, el Presidente no lo llamó una violación del protocolo, dijo que estaba ansioso de dar la bienvenida al Papa a EE.UU. «Al igual que mucha gente en todo el mundo, he sido conmovido por su llamado a aliviar el sufrimiento, y para mostrar justicia, misericordia y compasión hacia los más vulnerables».
Fue extraño que alabara al líder de la Iglesia Católica pero llamara a la aceptación del líder judío una violación del protocolo. No estoy diciendo que la visita del judío fuera una violación del protocolo sólo a causa de su fe; sólo estoy señalando el hecho.
Hace unos meses, el presidente criticó al mismo Primer Ministro del Estado Judío por permitir que judíos compren casas en ciertas zonas de Jerusalén. Era una crítica muy singular. El Presidente nunca antes había criticado a personas de cualquier otra fe por comprar casas en cualquier otro lugar del mundo.
Ahora no estoy diciendo que el Presidente detestó la venta de la casa porque los compradores eran judíos – sólo estoy señalando un hecho.
El jueves, Nancy Pelosi dijo que muchos miembros de su bloque estarían demasiado ocupados como para aparecer cuando el Primer Ministro del Estado Judío hable ante el Congreso. «No creo que nadie utilizaría la palabra ‘boicot'», dijo Pelosi. «Cuando estos jefes de estado vienen, la gente aquí está haciendo su trabajo, están tratando de aprobar una ley, se reúnen con sus electores y los que no lo son. No es un tema de alta prioridad para ellos”. Apenas unas horas antes, cuando se enteró de que el líder de la Iglesia Católica hablaría ante el Congreso, Pelosi dijo en una declaración escrita que esperaba ansiosamente «escuchar su llamado a vivir nuestra valores, a proteger a los pobres y a los necesitados, y a promover la paz».
¿Por qué la reacción de Pelosi fue diferente en los casos del judío y del católico? No estoy diciendo que tuvo algo que ver con la fe del judío; sólo estoy haciendo una declaración del hecho.
Los Representantes John Lewis (D-GA), Earl Blumenauer (D-OR) y G.K. Butterworth (D-NC) todos dijeron que no asistirán al discurso del judío porque estaban demasiado ocupados. No han dicho si asistirán al discurso del católico.
Sólo porque aparecerán para el plan del Papa y estarán demasiado ocupados para el del judío, eso no quiere decir que tomaron las decisiones basados en la religión. Sólo estoy señalando lo que está sucediendo.
Esencialmente ambos dirigentes enviarán un mensaje sobre cómo debemos tratar a los demás. El Papa irá al Congreso para brindar un mensaje de paz; sus enseñanzas son, por lo general, acerca de cómo la humanidad debe ser amigable el uno con el otro sin importar quiénes son. Habla de un Salvador que salva almas. El Primer Ministro judío va al Congreso para hablar acerca de evitar que una nación malvada cree una super arma para matar a millones de personas, tanto en su país como en este país. La gente de ambos partidos comparte su opinión.
Uno de los oradores habla de salvar almas; el otro habla de salvar vidas. Pero sólo el mensaje del judío es criticado en los principales medios de comunicación como una «bofetada» al Presidente. No estoy diciendo que es porque es judío, sólo estoy señalando un hecho.
Dos líderes invitados a hablar ante una sesión conjunta del Congreso, ambos fueron invitados sin antes preguntar a la Casa Blanca, el presidente estaba al tanto de las invitaciones antes de que cada una fuera aceptada. Ambos líderes eran estrechos amigos de Estados Unidos, ambos pronunciarán un importante mensaje diseñado para hacer de este mundo un lugar mejor. Pero sólo el Papa está siendo bienvenido.
No estoy diciendo que la visita del Primer Ministro está siendo criticada porque es judío y dirige el único país judío del mundo, un país que se ve amenazado por terroristas y por armas nucleares iraníes; debe haber un motivo más lógico – Por ahora no puedo pensar en ninguno.
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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