- «Francia no quiere que os vayáis», ha asegurado el primer ministro francés Manuel Valls
- Las autoridades intentan frenar el creciente éxodo de hebreos que abandonan el país
«Francia no quiere que os vayáis». Con esas palabras categóricas el primer ministro francés, Manuel Valls, se dirigió el domingo a la comunidad judía, en un intento por frenar el creciente éxodo de hebreos que están abandonando el país y poniendo rumbo a Israelhuyendo del progresivo aumento de las agresiones antisemitas. Valls pronunció su exhortación después de que el domingo unas 300 tumbas de un cementerio judío en Alsacia fueran profanadas, en la enésima agresión contra la comunidad judía que se registra enFrancia, donde el mes pasado 17 personas murieron en losatentados en París contra la revista satírica Charlie Hebdo y un supermercado de la comida judía.
«Francia está herida como vosotros», ha asegurado Valls a los alrededor de 550.000 judíos que se cuentan en Francia (la comunidad más numerosa de mundo después de la de Estados Unidos e Israel), al tiempo que hacía un llamamiento a la unidad «para combatir el islamofascismo». El primer ministro francés nunca había empleado antes esa expresión para referirse a los yihadistas.
Según el Servicio de Protección de la Comunidad Judía (SPCJ), un organismo que trabaja codo con codo con el ministerio del Interior francés, el año pasado se contabilizaron en Francia 851 actos antisemitas, un 101% más de los 423 que se registraron en 2013. Las agresiones contra la comunidad hebrea en Francia se han multiplicado por siete en comparación con las que se producían en los años 90. «El antisemitismo en Francia se ha convertido en un problema estructural», sentencia en su último informe el SPCJ. Aunque los judíos representan únicamente el 1% de la población francesa, son el blanco del 40% de la violencia racista.
El incremento de las agresiones antisemitas están provocando queun número récord de judíos franceses estén haciendo las maletas y poniendo rumbo hacia Israel. La ‘aliyah’, como se conoce en hebreo la emigración de judíos hacia Israel, ha alcanzado cifras históricas. La prueba es que 2014 un total de 7.000 judíos abandonaron Francia y se trasladaron a vivir a Israel, más del doble de los 3.400 que dieron ese paso en 2013. Y el temor generalizado es que tras los atentados de París esa cifra se dispare aún más.
«Creo que vamos a ver una aliyah como no la hemos visto antes», asegura Meyer Habib, un parlamentario francés judío. «Recibo cientos de llamadas de judíos que no saben qué hacer. Amo Francia, pero si aquí no hay sitio para los judíos será un gran problema para Francia», subraya Habib, quien acaba de ser víctima de un atentado antisemita: él y Barnea Hasid, cónsul general de Israel en Marsella, recibieron hace unos días un email con vídeos de decapitaciones cometidas por yihadistas del Estado Islámico y el mensaje de que acabarían igual. El domingo pasado un joven de 19 años de origen musulmán fue detenido, acusado de ser el responsable de esas amenazas de muerte.
El propio primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, está alentado a los judíos franceses a abandonar el país y a irse a mudarse a Israel.«A todos los judíos de Francia, a todos los judíos de Europa: Israel no sólo es el lugar hacia el que se reza (los judíos rezan en dirección a Jerusalén), Israel es su casa», aseguró tras el ataque a un supermercado kosher en París. Y el domingo volvió de nuevo a la carga tras el ataque yihadista registrado en Copenhague, lanzando un llamamiento a los judíos de Europa para que emigren a Israel y desatando la ira de Manuel Valls.
«El lugar de los judíos franceses es Francia. Un judío que se marcha de Francia es un pedazo de Francia que se va«, aseguraba el primer ministro en una entrevista a la emisora de radio RTL. «Una campaña electoral no justifica cualquier tipo de declaración», añadía en relación a los comicios generales que se celebraran en Israel el mes que viene.
que injusticia para con ellos, Dios los compense