El Mensaje Del Juez Árabe Israelí Salim Joubran

Las elecciones israelíes de este martes 17 comenzaron en realidad ya el jueves de la semana pasada, al llevarse a cabo la votación en las representaciones diplomáticas israelíes en el exterior.

En la sala de control de la Cancillería israelí en Jerusalem, «armada» con pantallas en las que se podía ver directamente a algunas de ellas y con un sistema de comunicación que permitía el contacto directo, se recibió ese día la visita del Juez Supremo Salim Joubran, Presidente de la Comisión Electoral Central, que conversó con algunos de los diplomáticos conectados en ese momento, entre ellos el embajador Hadas en Berlín y el Cónsul Hinou en Tibilisi. A este último, que es árabe igual que él, el juez Joubran lo saludó tanto en hebreo como en árabe.

«El mensaje más importante que puede salir de aquí al mundo todo», nos dijo el Juez Joubran, «es que nuestro régimen en Israel es democrático, que hay elecciones libres en las que todo ciudadano tiene el derecho fundamental de votar por quien considera es digno de que lo represente en la Kneset». El Juez Joubran relató que él vota en la ciudad en la que vive, Haifa-«una de las más hermosas de la región, ciudad conjunta judeo -árabe, lo cual es motivo de orgullo»- y que luego viaja de inmediato a Jerusalem por sus funciones al frente de la Comisión Electoral Central. «En la comisión hacemos lo máximo para garantizar que las elecciones sean transparentes, eficientes, tranquilas, correctas, y es un gran motivo de alegría si los comicios transcurren sin problemas, de modo que todos podamos festejar la fiesta de la democracia».

Consultado sobre su sentimiento personal al ir a votar, el juez comentó: «Cuando yo coloco mi voto en la urna, me siento como un ciudadano como todos, cumpliendo con el derecho y el deber de ser parte de la ciudadanía y votar según me indica mi conciencia». Sonriendo ampliamente y aclarando que él, por su investidura, no puede revelar por quién vota, resumió: «Esto es democracia, en toda su grandeza».

Exactamente 26 partidos se disputan la confianza de la ciudadanía israelí. En nada sorprende por cierto que los dos preferidos, según todas las encuestas, sean el actual Primer Ministro Benjamin Netanyahu del partido Likud, y el jefe de la oposición, Itzjak Hertzog, del laborismo, que junto a la ex Canciller Tsipi Livni, encabeza «La Unión Sionista».

Todas las últimas encuestas han dado ventaja a Hertzog por sobre Netanyahu, pero ambos saben que con ello no termina el juego electoral. Debido al sistema político israelí-democracia parlamentaria-y a la fragmentación del voto en una gran diversidad de partidos, es ineludible formar coalición. Lo determinante será, pues, qué bloque consiga mayoría, quién de los dos candidatos preferidos logre aliarse con otros partidos de modo que tenga asegurada mayoría parlamentaria.

«Nosotros o ellos», parece ser el lema central de las elecciones, en una contienda incruenta pero áspera, en la que cada parte presenta a la otra como catástrofe nacional. «Es Bibi o la izquierda», dice el slogan central del partido Likud, presentando a Hertzog y sus posibles aliados como receta segura para falta de seguridad y deterioro de la situación de Israel. «Nosotros o Netanyahu», responden del otro lado, afirmando que continuar con el estancamiento actual en el proceso de paz y en una situación económica que consideran debe ser corregida con urgencia, sería un craso error.

El Primer Ministro centra su campaña en lo que presenta como una posición firme ante el terrorismo y una lucha abierta para impedir que Irán se convierta en una potencia nuclear. Sus adversarios en «La Unión Sionista» sostienen por un lado que contrariamente a lo que alega, el gobierno de Netanyahu no ha fortalecido sino deteriorado la seguridad nacional, pero además, le acusan de eludir respuestas concretar a la problemática socio.-económica interna. «La bomba de Irán es importante «, recalcan en la oposición. «Pero el gobierno debe responder a la crisis en la vivienda, la gran carestía de vida y las crecientes diferencias sociales».

En estas elecciones, independientemente de sus resultados, ya hay dos elementos históricos: por primera vez participa en la contienda un partido de mujeres ultraortodoxas , «Bizjutan», y también por primera vez, todos los partidos árabes se han unido y se postulan en el marco de «La Lista Unificada», que podría ser inclusive la cuarta fuerza política del país.

Como decía el Juez Joubran…la grandeza de la democracia. No es poca cosa..Cuando se mira lo que pasa alrededor.