-
¿Cómo ha conseguido el líder del Likud reducir la ventaja que tenía el laborismo?
-
Aquí, las claves de un triunfo que permitirá a Netanyahu formar su tercer gobierno
El primer ministro de Isarel, Benjamin Netanyahu, acaba de lograr un holgado triunfo electoral que le permitirá formar su tercer Gobierno. ¿Cómo ha conseguido el líder del Likud reducir la ventaja que según los sondeos tenía el laborismo?
- 1. Espectacular remontada
- Cuando el pasado viernes los sondeos le dieron una desventaja de cuatro escaños, Netanyahu se puso manos a la obra. Era todo o nada. Luchar o morir. En tres días, concedió más entrevistas a los medios locales que en los últimos dos años de Gobierno.
- 2. Por la derecha
- Tras concluir que en el centro no tenía opción alguna, cazó numerosos electores del partido ‘Hogar Judío’ de Naftali Bennett y en menor medida de ‘Israel Beitenu’ con un mensaje de inflexibilidad ante cualquier concesión a los palestinos. La advertencia de ‘Bibi’ de que la división del voto en el bloque derechista catapulta al laborista Isaac ‘Buji’ Herzog tuvo un éxito rotundo.
«Hay peligro real de que la izquierda suba el poder. Herzog cederá enseguida ante las presiones externas», repitió con tono de alarma consiguiendo así la movilización masiva del llamado ‘Campo Nacional’ a favor del Likud. - 3. ‘Canibalismo de bloques’
- ‘Bibi’ casi borró del mapa a Bennett pero Herzog no fue eficaz de atraer a los electores de ‘Yesh Atid’, Meretz e incluso la facción centrista de carácter social liderada por Moshe Kahlon.
- 4. Periodismo
- Ante un hecho cierto de que periodistas famosos israelíes le critican sin piedad, ‘Bibi’ abanderó un discurso victimista (muy rentable electoralmente) de que los medios y la élite de izquierda de Israel lideran «una campaña sin precedentes» contra él, su esposa Sarah (protagonista de varios escándalos) y su política. Netanyahu criticó sobre todo al editor de un diario (‘Yediot Ajaronot’) muy crítico. El rotativo ‘Israel Hayom’, propiedad de Sheldon Adelson, es su fiel aliado en esta guerra de medios. Como reconocen hoy diputados del partido, esta sensación de persecución movilizó profundamente a muchos electores del Likud. Incluso los que en la periferia no están satisfechos con la política social de Netanyahu. «Ya verás como no van a conseguir echarle. No lo permitiremos», decía ayer un militante del Likud.
- 5. Efecto ‘boomerang’
- Siguiendo el anterior punto, los escándalos que afectan y siguen afectando a su esposa tienen un efecto ‘boomerang’ que acabó dañando a los que lo denuncian. ‘Bibi’ supo convertir cada caso en una prueba «de la persecución de los medios».
- 6. Movilización en las colonias
- Un motivo estructural que va más allá de Netanyahu o Herzog. Las elecciones reflejan que Israel, excepto grandes ciudades como Tel Aviv o Haifa, es un país con mayoría de centroderecha. Además, fue decisiva la movilización del voto en las colonias a favor de ‘Bibi’ y no de Bennett.
- 7. Herzog, sin carisma
- Mientras ‘Bibi’ se abalanzaba como un león herido y atacaba a la izquierda y los medios, Herzog continuó su estilo calmado. Demasiado para un país tan emocional como Israel.
- 8. Barack Obama
- Su duelo con el presidente norteamericano le da puntos en el flanco nacionalista. No sólo porque es visto por muchos en la derecha como presidente poco amistoso con Israel y equivocado en su política ‘naif’ en la zona sino porque el último tema de confrontación (el proyecto nuclear iraní) tiene el consenso de los israelíes. La convulsa realidad en Oriente Próximo, el enfrentamiento con los palestinos y las brutalidades del Estado Islámico (IS) no contribuyen a promover el voto de izquierda.
- 9. La experiencia
- Nueve años en la jefatura de Gobierno de Israel son muchos años. En un debate sobre seguridad y defensa, son decisivos ante un rival sin tanta experiencia.
- 10. La importancia de una imagen
- El ‘miniduelo’ improvisado el pasado sábado en prime time (Canal 2) hizo daño a Herzog como reconoce su asesor Reuven Adler. El espectador vio a Netanyahu en una imagen en grande desde su despacho de Jerusalén y a Herzog en el plató en un frame más pequeño. El laborista tuvo además un desliz cuando en lugar de decir «mantendremos Jerusalén unida» afirmó «mantendremos Netanyahu unido». ‘Bibi’ sonrió. La secuencia se convirtió en fenómeno viral.
Nos alegramos por esta victoria de Israel. Celebrar unas elecciones, convocando al país a pronunciarse sobre los grandes temas, es una gracia que sólo las Democracias Occidentales pueden hacer. Y además obteniendo respaldo para una opción seria, constructiva y nacionalista, es un premio a la persistencia, la claridad y la honestidad del Primer Ministro.
Los enemigos de Israel y de Occidente, los terroristas, los ayatollas, los Hamas, los EI, están de luto, no sacan la voz.
Habrá, entonces un Gobierno fuerte, no dudidativo, valiente, consistente con la Historia de Israel y los Judíos.
Desde aquí, agradecemos a Dios, a Cristo y a su Santa Madre, que haya escuchado nuestros ruegos. Viva Israel por siempre. JEV