Mientras varios palestinos eran asesinados y decapitados por terroristas del Estado Islámico en el campamento de refugiados de Yarmuk, cerca de Damasco, hace dos semanas, los dirigentes palestinos demostraron, una vez más, que para ellos deslegitimar y aislar a Israel es más importante que preocuparse de los suyos.
Tras siete días de lucha, el Estado Islámico controla cerca del 90% del campo, que llegó a albergar a más de 150.000 palestinos. La UNRWA calcula que, desde el inicio de la guerra civil siria, hace cuatro años, la población de Yarmuk ha descendido a 18.000 habitantes.
Dirigentes de la Autoridad Palestina y de Hamás han manifestado su honda preocupación ante la toma de Yarmuk por el Estado Islámico. En las últimas semanas han realizado declaraciones diarias en las que condenan enérgicamente las “matanzas” de Yarmuk e instan al fin de los enfrentamientos. Pero no han llegado a convocar una reunión de emergencia de líderes árabespara detener el ataque.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, decidió a comienzos de la semana pasadaenviar al representante de la OLP Ahmed Majdalani a Siria a fin de discutir cómo acabar con la crisis y salvar la vida de los habitantes del campo.
En algunas partes de la Franja de Gaza y de la Margen Occidental, activistas palestinos han organizado sentadas y pequeñas concentraciones como protesta ante los “atroces crímenes” cometidos por el Estado Islámico contra los palestinos de Yarmuk.
Pero es poco probable que la decisión de enviar al representante de la OLP a Siria y las limitadas protestas en la Margen y en Gaza ayuden a los palestinos de Yarmuk. Tampoco disuadirán a los terroristas del Estado Islámico de seguir adelante con sus crímenes.
Los palestinos de Yarmuk tienen mala suerte, sobre todo porque están siendo atacados y asesinados por musulmanes, no por Israel. Un ataque israelí al campamento habría suscitado condenas y protestas mundiales, y los líderes árabes y palestinos habrían corrido a solicitar la intervención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y de la comunidad internacional.
También tienen la desgracia de que los líderes palestinos parecen estar ocupados pensando en otras cosas, como en seguir adelante con la campaña para aislar y deslegitimar a Israel en todos los foros internacionales posibles. Para los dirigentes de la Autoridad Palestina, el deseo de castigar a Israel es más fuerte que la voluntad de salvar la vida de miles de palestinos que están siendo asesinados por el Estado Islámico y matados de hambre por el Ejército sirio, que asedia Yarmuk desde hace más de 700 días.
En vez de dedicar sus energías y esfuerzos a detener las masacres en el campamento, las autoridades palestinas estuvieron muy ocupadas hace quince días preparando una nueva propuesta de resolución para enviarla al Consejo de Seguridad de la ONU, en la que se establecía un plazo para poner fin a la ocupación israelí.
La resolución propuesta, naturalmente, no hace referencia alguna a la tragedia de Yarmuk. Los ministros de Exteriores árabes que se reunieron la semana pasada en El Cairo para debatir formas de respaldar la nueva iniciativa palestina ignoraron deliberadamente que, mientras charlaban y tomaban café, había palestinos que estaban siendo asesinados u obligados a huir de sus viviendas en Yarmuk.
En cambio, los representantes de la Autoridad Palestina viajaban de un país a otro para promover su campaña de castigo y aislamiento a Israel.
Yibril Rayub, presidente de la Federación Palestina de Fútbol, estaba en El Cairo para solicitar que la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) suspendiera como miembro a Israel. Rayub no vio necesidad alguna de viajar a Siria para ayudar a los suyos en Yarmuk.
Hay que señalar que el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, declaró su oposición a la propuesta palestina: “La suspensión de una federación por cualquier motivo es algo que siempre perjudica a toda la organización”. Resulta difícil ver cómo suspender la pertenencia de Israel a este organismo internacional ayudaría a cualquier palestino, especialmente a los que se están muriendo de hambre y son masacrados por el Ejército sirio y el Estado Islámico.
Mientras proseguían los combates en Yarmuk, el presidente de la AP, Mahmud Abás, viajó a Doha para reunirse con el emir de Qatar. La agencia oficial de noticias de la OLP informó de que Abás y el emir trataron de “las relaciones bilaterales y los últimos acontecimientos relativos a la causa palestina”. Una vez más no hubo referencia alguna a la terrible situación de los habitantes de Yarmuk. Posteriormente se supo que Abás había ido a Qatar para solicitar un préstamo de 100 millones de dólares.
Pese a que la facción gobernante de Fatah, a la que pertenece Abás, manifestó su preocupación por la tragedia de Yarmuk en una serie de lacónicos comunicados hechos públicos en Ramala en los últimos días, la facción ha demostrado una vez más que el que los palestinos seanasesinados, matados de hambre y obligados a abandonar sus hogares no es más importante que la campaña para castigar y aislar a Israel.
En vez de hablar de los crímenes de guerra del EI y de Siria contra los palestinos, Fatah sigue alardeando de encabezar la campaña contra Israel en la Corte Penal Internacional.
Esto es lo que tuvo que decir el portavoz de la facción, Osama Qawasmeh, mientras se luchaba en Yarmuk:
Los dirigentes palestinos están decididos a proseguir con su iniciativa de hacer procesar a Israel por crímenes de guerra. Presentaremos a la Corte Penal Internacional todos los documentos necesarios que implican a criminales de guerra israelíes.
El Ministerio de Información de la Autoridad Palestina también parecía más preocupado por unamaratón de colonos que por las vidas de los palestinos de Yarmuk.
En un comunicado emitido en Ramala, el ministerio criticaba una proyectada maratón de colonos como “ una agresión contra los territorios palestinos y una continuación de la arrogancia israelí”. El ministerio instó a todas las instituciones y grupos internacionales pro derechos humanos a “centrarse en el terrorismo de los colonos, que esta vez se disfraza con ropa de deporte”.
A la Autoridad Palestina, unos judíos que participan en una maratón le parecen algo más grave y que pone en riesgo más vidas que los terroristas del Estado Islámico decapitando palestinos y destruyendo sus hogares en Yarmuk.
Si los líderes palestinos dedicaran un 10% de las energías que emplean en contra de Israel para ayudar a los suyos en Yarmuk y en la Franja de Gaza, éstos estarían hoy en una situación mucho mejor. Pero es evidente que estos líderes están decididos a seguir obsesionados con Israel a la vez que siguen la táctica del avestruz en lo que respecta al asesinato de su pueblo por el Estado Islámico.
Como resumen del estado de apatía hacia el sufrimiento de los palestinos en Siria, Ashraf Ajrami, exministro de la Autoridad Palestina, señalaba:
La situación palestina está en su peor momento. La OLP ha perdido la capacidad para actuar y defender a los palestinos en todas partes. Las diversas facciones palestinas son incapaces de formar una fuerza para proteger a los refugiados. Los dirigentes tampoco pueden acabar con la división entre Fatah y Hamás. Todo lo que nos queda es gemir, darse de bofetadas y llorar.
© Versión original (inglés): Gatestone Institute
© Versión en español: elmed.io
Estoy seguro que el pueblo de Israel ayudaría de manera efectiva y apropiada a los palestinos de Yarmuk, solo que aun eso seria visto como un crimen y seria usado en su contra por los lideres enfermos de odio que no les permite diferenciar cual es el verdadero enemigo.