Me pregunto si el presidente Obama, pese a sus orígenes keniatas e indonesios, ha negociado alguna vez por una alfombra o cualquier otra cosa en un bazar de Oriente Medio. Si susconversaciones con Irán son una suerte de indicio, se trata del típico turista pardillo que paga 100.000 dólares por una alfombra que sólo vale 100.
Sus tratos con Irán ya han sido considerados una sucesión de cesiones norteamericanas. Unas negociaciones que empezaron con el expreso objetivo de desmantelar el programa nuclear iraníy exportar sus existencias de uranio enriquecido están concluyendo con el referido programa prácticamente intacto y el uranio enriquecido aún en Irán, si bien de forma diluida. Todo lo que tiene que hacer Teherán es prometer no enriquecer mucho más uranio ni seguir con laweaponización durante la próxima década o así, y a cambio el mundo, en resumidas cuentas, dará el visto bueno a su programa nuclear.
Pero eso no es suficiente para los voraces mulás. Entre otras condiciones, exigen que se levanten las sanciones en el mismo minuto en que se firme el acuerdo. Obama ha venido insistiendo en que Estados Unidos levantaría las sanciones de forma gradual, a medida que se verifique el cumplimiento iraní. Pero el viernes apuntó que está dispuesto a hacer concesiones preventivas en este punto para asegurar que se cierre el trato para cuando llegue la fecha límite artificialmente fijada, finales del mes de junio.
Según el Wall Street Journal, Irán podría recibir entre 30 y 50.000 millones de dólares congelados, procedentes de sus ventas de petróleo -de un total de entre 100 y 140.000 millones depositados en cuentas en el extranjero-, tan pronto como firme el acuerdo. Se trata de un soborno descomunal.
Y aún estamos a mediados de abril. Imaginen qué pasará cuando los negociadores iraníes informen al secretario de Estado, John Kerry, de que 50.000 millones no son suficientes y, ¡oh!, agreguen (como ya han hecho) que no tendrán que dar completa cuenta de su trabajo previo en lo relacionado con las armas nucleares, ni permitir a los inspectores acceso irrestricto a las instalaciones nucleares, ni exportar el uranio enriquecido. ¿Creen que Obama se mantendrá en sus posiciones? Difícilmente. Esto es solo principio de la capitulación completa que está dispuesta a conceder la Casa Blanca con tal de conseguir un acuerdo, cualquier acuerdo.
Para justificar sus concesiones, Obama asegura que la cantidad de dinero que los iraníes recibirán al firmar el acuerdo no tendrá importancia; como si 50.000 millones de dólares no fueran suficientes para propulsar el influjo de Irán en toda la región. “Nuestra principal preocupación es asegurarnos de que no tengamos que superar un montón de obstáculos parareinstaurar las sanciones si Irán no cumple”, dijo el presidente en una rueda de prensa.
Sólo un crédulo chavalín de sexto grado podría imaginar que, en el supuesto de que haya alguna evidencia de engaño por parte de Irán (y la evidencia inevitablemente será turbia, incompleta y sujeta a debate), países como Francia y Alemania, que están ansiosos por hacer negocios con Irán -y para qué hablar de China y Rusia, que no son sólo cómplices de Irán, sino hostiles a los intereses occidentales en general-, estarán de acuerdo en reimponer las sanciones.
Las declaraciones de Obama del pasado viernes y la filtración al Journal que las acompañó son una prueba más de cómo los iraníes se están llevando al presidente al huerto; o mejor dicho, al bazar. A este paso, tendrá suerte si consigue conservar los pantalones.
© Versión original (inglés): Commentary
© Versión en español: elmed.io
Solo la historia estara finalmente en disposicion de juzgar el paso de Obama por la Casa Blanca, al igual que ha venido haciendo con sus predecesores en el cargo, no obstante podemos desde ya, valorar como nefasta su politica exterior, atendiendo a hechos objetivos, como lo es la cesion ante las exigencias iranies, sin compromiso real por parte de sus autoridades, de suspender definitivamente su proyecto nuclear, con fines belicos, con los perjuicios que ello entraña para la seguridad de Occidente, y el grave precedente que supone ante la Comunidad internacional … Tal grado de desatino e irresponsabilidad, nos situa ante un mandatario «ingenuo» (lo cual resultaria inquietante) o malevolo (algo aun peor) incapaz en cualquier caso, de defender los intereses de su pais, y por extension de sus aliados, con la firmeza y gallardia requeribles en estos casos
La desconfianza que entre sus vecinos genera el expansionismo irani, habla a las claras del peligro cierto que los tales advierten, en la desaforada politica armamentistica, llevada a cabo por el regimen de los ayatolahs, tras la cual se perfila un proposito con claros tintes hegemonicos, que agravaria aun mas la crisis que padece esa amplia franja de oriente, sacudida ya en extremo, por el avance de un yihadismo sanguinario y devastador, al que Teheran, se presta en armar y subvencionar … el cuadro se antoja pues, de lo mas desolador …