Israel y el Desafío Islamista

• Los islamistas han hecho del Islam una caricatura, Charlie Hebdo sólo las dibuja.
• La humanidad del ser humano fue ejecutada públicamente, El Estado Islámico la quemó viva en una jaula.
• No existe guerra de civilizaciones, el mundo civilizado es uno solo.
• La vida es un valor supremo, los islamistas la degradan.
• “La humanidad sin rostro humano”, por John el Yihadista.
• Yihad es un precepto islámico, las autoridades islámicas son responsables de condenar y reprimir la barbarie en nombre de la Yihad.
• No hay que confundir islamofobia (ofensa a la religión islámica o sus adeptos), con fobia anti islamista (desprecio al fanatismo y las atrocidades del extremismo islámico).

II

• La “primavera árabe”, desembocó en un “invierno árabe” con un huracán islamista y un tormento yihadista

• La expectativa de transformar el horizonte político del mundo árabe con gobiernos modernos, funcionales y promotores del desarrollo tropezó con la proliferación de facciones yihadistas, violentas y fanáticas, que aspiran restaurar las normas de la sharia y un retrogrado califato islámico allende el Medio Oriente.

• Contaminado por el irreconciliable conflicto sectario que enfrenta a chiitas y sunitas, el torbellino islamista desató una orgia de sangre amén de una caótica tragedia humanitaria, con decenas de miles de muertos y millones refugiados, que afecta a Siria, Irak y Yemen y sacude desde Libia a Afganistán.

• A pesar que en Egipto el temporal amainó con la erradicación del régimen electo de la hermandad musulmana y un severo asedio sobre Hamas y la Yihad Islámica en Gaza, la penetración terrorista del Estado Islámico en el desierto del Sinaí advierte que la borrasca no ha cejado.

• La arbitrariedad y la violencia y rivalidades sectario-religiosas y tribales subyace en los conflictos en el Medio Oriente, sin relación alguna con el diferendo palestino-israelí.

III

• Israel es la primera trinchera contra el asalto del totalitarismo yihadista a los valores y la existencia de Occidente y del mundo no islámico.

• La amenaza islamista a Israel es existencial y no retórica, sus raíces son ideológico-religiosas y no territoriales y su cometido es un Medio Oriente “sin estado judío ni judíos”, émulo de la ideología nazi “Europa sin judíos”

• Cuando la amenaza de los fanáticos es consistente, hay que creerles y si el mundo concede, es señal de conformidad si no de apoyo a los asesinos. Bastaron solo 70 años para que potencias aliadas contra Hitler lo olviden y lo firmen.

• El claudicante convenio de los 5P + 1 con Irán, de dudoso cumplimiento, le permite el enriquecimiento de uranio hasta la antesala de la bomba, preservar su poder disuasivo y no desalentara la carrera armamentista nuclear en la región.

• El levantamiento de las sanciones asegura, en cambio, el enriquecimiento del régimen fanático y expansionista de los ayatolas para destruir a Israel y dominar el Medio Oriente.

IV

• Es un hecho que el nacionalismo secular palestino fue contaminado por el extremismo islámico encabezado por Hamas y la Yihad Islámica, coludidos con los designios de Irán. Son estos y otras fuerzas radicales los que impiden la realización de sus aspiraciones políticas con la obsesión que es más importante destruir al estado judío que instaurar el suyo.

• Los palestinos deberían aprender de los sionistas, que en 1948 optaron por establecer su estado al precio de cualquier sacrificio para cambiar el destino de su pueblo. Y recordar que fue la agresión de los líderes árabes para evitar que se creara el estado judío, y si se establecía destruirlo a cualquier precio, lo que originó la tragedia de los refugiados palestinos y la expulsión – no menos desgraciada – de los judíos de los países árabes. La diferencia es que los árabes los abandonaron y perpetuaron su infortunio y que Israel acogió con dignidad a los suyos.

• La asonada islamista, que no respeta ni la vida de refugiados palestinos, obliga a sus líderes el tener que decidir entre ser rehenes del desierto y el retraso o del huerto y el progreso junto a Israel.

*Ex-Presidente del Comité del Tercer Mundo del Congreso Judío Mundial