Esto es Israel.
Las familias de los tres estudiantes de la yeshiva israelíes que fueron secuestrados y asesinados por los terroristas de Hamas honrarán su memoria el 3 de junio, promoviendo junto al Alcalde de Jerusalem un mensaje de unidad y unión entre el pueblo judío.
El Día de la Unidad y el Premio de la Unidad de Jerusalén, dijeron los organizadores, tienen el objetivo de promover la tolerancia y la cooperación entre los diferentes sectores del pueblo judío en Israel y en la Diáspora.
Los ganadores del premio, organizaciones y personas que se han destacado en la promoción de mensajes de unidad a través de su trabajo, compartirán un premio de 300.000 NIS en una ceremonia que encabezará el presidente Reuven Rivlin.
Los proyectos fueron organizados por el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, junto con los padres de Naftali Frenkel, Gil-Ad Shaer y Eyal Yifrach. Los chicos fueron secuestrados de una parada de autobús al sur de Jerusalén por dos terroristas de Hamas, quienes los asesinaron y ocultaron sus cuerpos poco después de tomarlos.
«Judios de todo el mundo se reunieron para apoyar a sus familias mediante la búsqueda, orando. El sentido de unidad alcanzó su pico de 17 días después que se encontraron los tres chicos…» dice una parte del mensaje de los padres.
«Ahora, un año después, las familias de los chicos están pidiendo que el pueblo judío se una de nuevo. Junto con Nir Barkat, el alcalde de Jerusalén y con Reuven Rivlin nuestro Presidente, vamos a honrar la memoria ‘por unirse en’ los adolescentes en un Día de la Unidad ‘a traer de vuelta ese sentido de unidad y esperanza».
«El Premio Unidad Jerusalén y Día de la Unidad sirven para recordar a los tres niños mediante el fortalecimiento de los lazos comunes que existen dentro de nuestro pueblo judío y fomentan una mayor tolerancia y el respeto mutuo entre todos los sectores de nuestra comunidad en general», Barkat escribió en una declaración a la Agencia de Noticias Tazpit Noticias.
Barkat alabó «los ideales que se exhibieron de manera notable durante el período más difícil a raíz de los secuestros de los chicos y revelaron este importantísimo aspecto de nuestra identidad nacional.»
Los padres y las familias de los estudiantes fueron aclamados tanto en Israel y en todo el mundo judío por su fuerza y humildad, tanto durante y después de la dura prueba de 18 días en los que no se supo la suerte de sus hijos.
«Los secuestros de nuestros muchachos marca uno de los momentos más difíciles en la historia moderna de Israel. Pero la realidad es que de esta amarga tragedia legó un espíritu de unidad sin precedentes entre el pueblo judío», dijeron los padres en un comunicado conjunto.
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