La torre Azadi en Teherán, capital de Irán
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
El Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Javad Zarif, ha escrito un artículo de opinión en el Financial Times en el que expone una secuencia distinta para resolver, presuntamente, los abrumadores desafíos de seguridad de Medio Oriente.
En primer lugar, el P5+1 – el grupo de naciones poderosas que negocian con Irán – debe llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear. Como resultado, argumenta, Teherán «abrirá nuevos horizontes» y se unirá «a la batalla internacional» contra «el extremismo cada vez más brutal que envuelve a Medio Oriente».
La idea de que Irán es un socio en la lucha contra el terrorismo no sólo es falsa, sino también absurda. Lo que Zarif está buscando es un voto de confianza de sus lectores occidentales, a los que se les pide que crean que un país que ha sido identificado repetidamente como el mayor patrocinador del terrorismo en el mundo, de repente se convertirá, por un acuerdo sobre su programa nuclear, en un aliado contra el terrorismo. Le está pidiendo al mundo que simplemente confíe en Irán, que ésta transformación está a punto de ocurrir.
No hay evidencia de que la confianza que Zarif busca está justificada de alguna manera. Irán opera globalmente a través de células controladas por la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), a menudo con el respaldo de operativos de Hezbollah. Durante las negociaciones nucleares, esta red no ha sido reducida; opera en 30 países y en los cinco continentes – ataques apoyados por Irán han ocurrido en lugares tan diversos como Argentina, Francia, Austria, Bulgaria, Líbano, Arabia Saudita, Irak, India, Tailandia e incluso Estados Unidos.
De hecho, en octubre de 2011, EE.UU. descubrió un complot de un operativo del CGRI para reclutar miembros de un cártel de drogas mexicano para llevar a cabo un ataque, con víctimas en masa en Washington DC, contra al embajador saudita en EE.UU. Desde entonces la actividad del CGRI se ha intensificado. El mes pasado otra célula terrorista iraní fue descubierta en Chipre.
En occidente, algunos esperan que, dado que Irán está dirigido por un gobierno chiíta, puede ser reclutado en la lucha contra el extremismo sunita, incluyendo el Estado Islámico (Isil). Este análisis, a menudo, pasa por alto la probada voluntad de Irán de cruzar la división entre sunitas y chiítas para promover también el jihadismo sunita. Justo después del 11-S, extremistas sunitas, incluyendo a al-Qaeda, huyeron de Afganistán y buscaron asilo en Irán. Estos incluyeron a Abu Musab al-Zarqawi, el futuro comandante de al-Qaeda en Irak, que finalmente se convirtió en Isil. El respaldo iraní a los jihadistas sunitas, con armas y entrenamiento, se ha extendido a Hamas y a la Jihad Islámica, así como a los talibanes en Afganistán.
Un acuerdo nuclear es probable que sólo intensifique el apoyo iraní al terrorismo mundial por dos razones. En primer lugar, el levantamiento de las sanciones contra Irán resultará en dinero caído del cielo para el tesoro de Irán, que podría alcanzar los $150 mil millones en el primer año. Como Irán decide qué insurgencia de Medio Oriente respalda con sus unidades del CGRI, frecuentemente tiene que establecer prioridades, porque está operando bajo restricciones económicas claras. Estas restricciones se eliminarán cuando Irán obtenga los recursos para financiar totalmente, e incluso ampliar, su actividad terrorista en todo el mundo.
En segundo lugar, en las últimas décadas, los estados que apoyan el terrorismo temían operaciones de represalia por parte de occidente, como el ataque de EE.UU. contra Libia en 1986. Se podía disuadir. Pero si Irán se ubica en el umbral para ser un estado nuclear, como resultado de su inminente acuerdo con el P5+1, ¿cuáles son las probabilidades de que la disuasión de este tipo se mantenga? Irán tratará de actuar con impunidad cuando el terrorismo que patrocina adquiera un protectivo paraguas nuclear.
Zarif es el último funcionario iraní que debería hablar de rechazar el terrorismo. En enero pasado, realizó una visita muy publicitada al Líbano y depositó una ofrenda floral en la tumba de Imad Mughniyeh, la mente maestra del terrorismo de Hezbollah, que fue responsable de los atentados en la década de los años 1980 contra las fuerzas estadounidenses y francesas en Beirut, el secuestro de aviones civiles y la toma de rehenes internacionales.
Se le ha atribuido a Winston Churchill el dicho de que se negó a ser imparcial entre el cuerpo de bomberos y el fuego. Para llevar un paso más adelante su distinción, depender de Irán para luchar contra el terrorismo es como hacer formar parte del cuerpo de bomberos a un pirómano. No hay ninguna base para creer que ésto posiblemente funcionará. Irán debe abandonar de forma inequívoca su apoyo al terrorismo internacional si es que quiere reincorporarse a la comunidad mundial.
El Dr. Gold es el Director General del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel
Es lo más lógico que he leído sobre este tema. Quién no este de acuerdo, o es un ignorante, o un pro terrorista.