[Escolares palestinos. Ignorar la incitación premia la incitación (Archivo de la foto: AFP)]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
El 7° Congreso Mundial de Educación Internacional se inauguró el lunes en Ottawa, Canadá y, al igual que en casi todos los congresos de este tipo, algunas de las discusiones – y a veces las principales discusiones – no se ocuparon de la educación, sino de la incitación contra un sólo país en el mundo: Israel, ¿quién otro?
Estos organismos tienen una mayoría automática de países sombríos. Y cuanto más sombríos son, más obvios son sus sentimientos anti-israelíes. El único significado del «discurso de los derechos» en este tipo de congresos es lanzar acusaciones falsas contra Israel. Y así, los representantes de los sistemas educativos y las organizaciones de docentes, que están a cargo de la obediencia a los regímenes opresivos, se unen para predicar la moral a un estado que también tiene directores de escuelas que son activistas de la izquierda radical.
El problema es que los países sombríos no son los únicos que plantean propuestas sombrías. Los representantes ingleses, por ejemplo, también plantearon una propuesta radical anti-Israel.
Como parte de las discusiones preliminares, el Sindicato de Maestros de Israel tuvo éxito en la eliminación de algunas de las cláusulas hostiles, y debería ser elogiado por eso, pero resulta que la propuesta que se presentará al congreso incluirá, por ejemplo, una cláusula afirmando que «la continuación de la ocupación israelí de la Margen Occidental, la existencia de asentamientos israelíes ilegales allí y su impacto en la vida de los palestinos, incluyendo el acceso al agua, junto con el bloqueo de Gaza, impone severas restricciones sobre la posibilidad del desarrollo económico y social palestino».
A diferencia de los informes de prensa, el Sindicato de Maestros de Israel dice que no estuvo de acuerdo con la cláusula de asentamientos.
La Organización de Profesores israelí, que también participa en la conferencia, adoptó un método diferente – ofensiva en lugar de defensa. Pidió a la organización Palestinian Media Watch que preparara material de antecedentes fácticos sobre el sistema educativo palestino.
No hay necesidad de alarmarse por cada imán en una desconocida mezquita, que incluye llamamientos antisemitas en sus sermones, pero deberíamos alarmarnos por lo que ocurre en el sistema educativo de la Autoridad Palestina. Incluye declaraciones que convierten a los judíos en «las criaturas más despreciables del planeta», que declaran que «los musulmanes deben librar una guerra eterna contra Israel», que «Israel desaparecerá y Palestina se establecerá en su lugar», y que «los judíos son los hijos de monos y cerdos».
En Israel, por otra parte, el sistema educativo está haciendo un esfuerzo para convertir al árabe y al musulmán en una persona igual digna de respeto.
Cabe destacar que no todas las escuelas de la AP toman parte en la incitación contra israelíes o sionistas. Pero los programas de televisión y libros de texto para los niños y lo que se supone que son las actividades educativas, incluyen elogios a asesinos de judíos e incitación contra la existencia de Israel.
La AP ha prometido, una y otra vez en las últimas décadas, que estos temas serán removidos de los sistemas educativos, pero muy poco se ha hecho realmente. El Presidente Palestino, Mahmoud Abbas, dice que está en contra de la violencia. Esa es una declaración importante. Pero el sistema educativo del que es responsable, a veces mantiene un adoctrinamiento que elogia y alienta el terrorismo y la violencia.
Estos son los hechos, y no deben ser ocultados o encubiertos. Deben presentarse en toda su gravedad en el Congreso Mundial de Educación.
El problema de los palestinos no es Israel. Su problema es la incitación y el lavado de cerebros, que sólo conduce al público palestino en general, y a los jóvenes en particular, lejos de aceptar un compromiso decente que permita la prosperidad palestina. Israel y la empresa de los asentamientos deben y pueden ser criticados, pero no a través de afirmaciones falsas y no a través de la incitación.
Cuando los organismos internacionales, como el Congreso Mundial de Educación, comiencen a tratar a los musulmanes en general, y a los palestinos en particular, como gente igual que debe ser criticada por incitación, en lugar de ignorar o justificar la promoción del odio, la posibilidad de reconciliación y un compromiso será mucho mayor.
Educación para la paz es sin duda importante, pero ignorar la incitación premia la incitación.
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