Conferencia sobre estudios Criptojudíos se celebró en Miami

La escritora Genie Milgrom comenzó la búsqueda de sus raíces judías al morir su abuela. C.M. GUERRERO EL NUEVO HERALD

Desde el domingo 19 hasta el martes 21, Miami es sede de la 25 Conferencia Anual de la Sociedad de Estudios Criptojudíos, un evento que explora las raíces y permite compartir temas de interés para ese grupo.

La escritora Genie Milgrom, presidenta de la Sociedad de Estudios Criptojudíos, que celebra en Miami su conferencia anual desde el domingo 19. C.M. GUERRERO EL NUEVO HERALD

“En Portugal, hasta hace apenas unos 20 años, había una población criptojudaica que se mantuvo practicando su fe de manera clandestina, incluso pensaban que eran los últimos judíos del mundo”, expresa Genie Milcrom, presidenta de la Sociedad de Estudios Criptojudíos, con sede en Colorado Spring, Colorado.

Los judíos han vivido sistemáticamente perseguidos a lo largo de la historia. Lo fueron en los tiempos amargos de la Inquisición, durante las guerras mundiales, en particular la segunda, y luego cuando quedaron atrapados en los países del Este bajo el comunismo. Por esas razones muchos han tenido que profesar su verdadero sentir religioso de manera oculta, mientras públicamente abrazan otra fe.

Milcrom es una cubana que llegó a Estados Unidos a los 4 años, profesando la fe católica que heredó de sus padres. Cuenta que comenzó sus investigaciones sobre su pasado judío cuando muere su abuela.

“Ella me enseñaba algunas costumbres ancestrales, pero nunca me decía que era judía. Cuando muere, me deja algunas cosas de claras tradiciones criptojudaicas, lo que me llama la atención y me hace comenzar las investigaciones”.

Viviendo en Colorado, el historiador del estado de Nuevo México, Slanley Hordes, da a conocer estudios sobre personas que comenzaron a decir que eran descendiente de los judíos y que habían sido condenados por la Inquisición en México, cuenta.

Esa realidad propicia la creación de la sociedad y motiva a un grupo de académicos y profesores a realizar estudios muy serios y a escribir libros sobre el tema.

Católicos de costumbres judías

Está documentada la emigración de judíos al nuevo mundo tras el descubrimiento de América. “Estos emigran a México, Colombia, Perú y Ecuador, pero siguen siendo perseguidos”, puntualiza Milcrom; “otros se van a las islas, Cuba, Puerto Rico y Jamaica, donde la mano de la Inquisición no era tan férrea”.

Con el paso del tiempo, muchas familias se cansaron y se quedaron católicas, como la mía, pero aun así se mantuvieron ciertas costumbres judías. Son católicos de costumbres judías”, precisa.

Cada año la Sociedad realiza encuentros abiertos al público donde se exponen los hallazgos y se presentan las investigaciones más recientes: “No todos los que asisten a los encuentros abrazan la religión de sus antepasados, ni reclaman estas raíces, pero las reconocen y se interesan por su pasado”.

En la actualidad la sociedad tiene alrededor de 280 miembros a nivel mundial, y para el encuentro de este año contarán con la participación de cerca de 45 expositores. “Llegan de España, Israel, Jamaica y de Estados Unidos, para abordar ciertos temas de interés colectivo”.

El evento tiene un carácter académico y no religioso, pero aun así todo gira alrededor de los criptojudíos.

“La idea es aprender y conocer más sobre el pasado. Se estima que muchos hispanos tenían un pasado judío”, expresa Milcrom, para afirmar que “en 1492 se expulsaron o sometieron a cerca de 300,000 sefardíes… algunos hablan de cifras superiores”.

La Sociedad de Estudios Criptojudíos es una organización no lucrativa, que financia sus eventos con las inscripciones de los participantes en los foros y los aportes de sus miembros. En el 25 Encuentro que está por comenzar, “habrá un panel de genealogía y otro dedicado a pruebas de ADN, que se le harán a quienes la soliciten para determinar su descendencia genética”.

Milcrom explica que el análisis por “mezcla sanguínea y por comparación, determina de manera exacta y confiable, el pasado sefardita de las personas”. El encuentro contará este año con la presencia destacada del Dr. Henrique, especialista en los judíos de Jamaica. Se hablará también de los criptojudíos de Puerto Rico y Brasil. Se anuncian charlas, cena con alimentos apropiados, así como un concierto, con la cantante cubanoturcavenezolana Susana Behar, con canto sefarat, incluso en lenguaje ladino.

La directora de la sociedad añade que se proyectarán los avances de Los hijos de la Inquisición, una película que se está realizando y Siguiendo los pasos de los Criptojudíos en Castilla León y Portugal. El productor de la primera estará presente en el encuentro.

Milcrom ha dedicado una parte importante de su vida a la búsqueda del pasado. Esas pesquisas se recogen en dos libros, Mis quince abuelas y Cómo encontré a mis abuelas,paso a paso.

“El primero lo escribí cuando estaba buscando mi propio linaje. La investigación me llevó hasta 1405, en España y Portugal, en una pesquisa a través de mis abuelas, pues el judaísmo tradicional sigue exclusivamente el linaje a través de la madre”, explica.

Llegó a encontrar su genealogía judía en una línea ininterrumpida de 22 abuelas. Un viaje en el tiempo de 520 años donde halló 40 procesos por parte de la Inquisición de Portugal a su familia materna.

“Fueron enjuiciados por el delito de practicar la Ley de Moisés. Algunos fueron condenados a la hoguera. Despojaron de sus propiedades a mi abuelo 19, Diego Neto, que vendía pieles, lo procesaron porque no acudía al mercado los sábados, para guardar el sábado. No lo mataron, pero lo torturaron salvajemente”, narra Milcrom.

Durante 15 años realizó viajes y consultó archivos para encontrar su linaje. Incluso encontró obstáculos en Israel, donde “el rabinato no aceptó mis pruebas y tuve que volver a buscar más evidencias”, recuerda.

En España, añade, “me cerraron puertas; llegaba a lugares y me decían que allí nunca hubo un judío. Sin embargo, en Portugal sí encontré más apoyo, son más abiertos a reconocer su pasado. En España lo quieren borrar”.

Dice haber invertido mucho dinero y esfuerzo personal para encontrar el origen de su familia. “Definitivamente no quería ser una hoja más de un árbol, sino parte del tronco y las ramas de un árbol grande e importante históricamente”.