[El F-35 está programado que aterrice en Israel en 2017 (Foto: AP)]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Este fin de semana el Jefe de Estado Mayor Gadi Eisenkot sacó adelante una brillante maniobra, al permitir la publicación de un documento que detalla la doctrina estratégica de las FDI. Con esta acción, obligó al gobierno a aceptar una estrategia de seguridad nacional, como la ven las FDI – incluyendo qué amenazas enfrenta Israel, y las planeadas respuestas a esas amenazas.
El título del documento «La Estrategia de las FDI» es en sí mismo un desaire, ya que el liderazgo político es la autoridad que dicta la estrategia de seguridad nacional, no al ejército. Pero aquí es donde la experiencia de Eisenkot en el trato con el nivel político entra a jugar, y en su propia manera, el jefe de estado mayor obligó al liderazgo a aceptar la estrategia en la que cree. De aquí en adelante, nadie puede afirmar que el ejército israelí inventa amenazas y luego desarrolla respuestas no realistas para ellas. En el momento en que el documento fue aprobado por el primer ministro y el ministro de defensa, las FDI recibieron una luz verde de facto para seguir su visión estratégica.
Eisenkot hizo público el informe en una ocasión simbólica, exactamente seis meses después de asumir el cargo de jefe de estado mayor, aunque es dudoso que el momento de hacerlo público fue planeado. El impulso para la liberación del informe parece haber sido la publicación del informe del Comité Locker. Las reacciones negativas a este informe dentro de las filas del ejército parecían plantear la cuestión de posibles alternativas. Eisenkot dio la respuesta con una estrategia bien planificada frente a las amenazas de seguridad que enfrenta Israel, con especial importancia colocada en la doctrina «conmoción y pavor» de las FDI para el frente norte. Las capacidades que están desarrollando para esta doctrina servirán a las FDI en todos sus frentes.
Hay al menos dos elementos irritantes en el documento. El primero consiste en el uso de la palabra «victoria», un término literario-político, que no deja lugar a dudas. El segundo es el hecho de que el documento ignora casi por completo la «amenaza existencial» iraní (excepto tal vez una declaración destacando la disminución de las amenazas no convencionales que enfrenta Israel). Esto es especialmente problemático debido al hecho de que el primer ministro prohibió cualquier discusión de que Israel llegue a estar de acuerdo con el acuerdo nuclear iraní.
El documento tanto establece claramente como también insinúa que: Hay una estrategia de seguridad, hay un concepto operativo en los cuales las FDI basan su estructura de poder, así como su presupuesto, así que ahora vamos a trabajar. Actualmente existe una ventana de oportunidad para llevar a cabo una importante actualización del ejército de una manera organizada, como parte de un proceso organizado que llevará cuatro años, en lugar de hacer otro emparche.
El ejército está pronosticando tranquilamente en el frente norte: El ejército sirio no representará una amenaza durante los próximos 5 a 10 años, Israel tiene actualmente cooperación estratégica con Jordania y Egipto, Hamas puede calentar la zona en cualquier momento, pero actualmente se esfuerza por la calma. Aprovechemos este tiempo para construir el ejército – principalmente las fuerzas terrestres – de una manera organizada.
Esta ventana de oportunidad le permite al ejército tomar riesgos calculados, incluyendo el cambio de tecnologías de vieja generación a nueva generación. Por ejemplo, podríamos sacar de servicio a los modelos más antiguos de F-16, incluso antes de que el F-35 entre en el servicio de la FAI.
Incluso el presupuesto ofrece una ventana de oportunidad. El acuerdo entre Irán y Occidente permite que las FDI continúen los preparativos para la próxima operación militar, pero también permite que el costo de los preparativos sean distribuidos en el lapso de algunos años, lo que permite una mayor inversión en otras áreas. Además de eso, la garantía estadounidense para compensar a Israel por el acuerdo con Irán significa grandes sumas de dinero para las FDI. El presupuesto de defensa actual conserva el estado actual de cosas, al tiempo que permite una mejora lenta y gradual. La incorporación de nuevas tecnologías y fondos permitirá una mejora importante y exhaustiva, sin interferir con la preparación para conflagraciones inesperadas.
Las actualizaciones son procesos costosos. La doctrina militar se refiere a «conmoción y pavor» en el Líbano, incluyendo la destrucción de miles de objetivos en un día; lo que requiere grandes cantidades de ordenanzas inteligentes y precisas. El uso de «ordenanza tonta» causará daños colaterales, lo que evitará cualquier campaña militar efectiva, a diferencia de las ordenanzas inteligentes, que cuestan mucho más. La infraestructura de comunicaciones necesaria para este tipo de campañas de bombardeos quirúrgicos también requiere una inversión constante y costosa en mejoras y desarrollo.
Además, dentro de cuatro años, el ejército realizará algunas de sus operaciones en zonas de conflicto usando «robots»: Desde drones y vehículos no tripulados para patrulla fronteriza hasta navíos patrulleros no tripulados. Estos robots ahorrarán vidas humanas, pero también requieren grandes sumas de dinero. Cuánto más caros son los sistemas, más caros son la formación y los ejercicios necesarios para operarlos. Un ejército moderno es una organización de muy caro mantenimiento.
El resultado final presentado por el documento le dice al público que hay un plan de cuatro años, es transparente y comprensible, puede comprobarse dónde nos encontramos todos los días. No vengan a romper todos los días. Déjennos zarpar primero.
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