Traducido para Porisrael.org por José Blumenfeld
La semana pasada, la Universidad de Tel Aviv celebró su ceremonia anual de graduación para estudiantes de maestría internacional. El evento se desarrolló como la mayor parte de su tipo, con los funcionarios académicos de la universidad felicitando a los estudiantes reunidos en la ocasión y sabiduría para el mundo en general. Pero entonces el estudiante con mejores calificaciones del año subió al escenario y pronunció un discurso que fue todo menos los predecibles lugares comunes habituales.
Haisam Hassanein nació y se crió en una zona rural de Egipto, probablemente el último lugar del que se esperaría que proviniera el estudiante con mejores calificaciones de una universidad israelí. En su discurso, Hassanein recordó cómo había estado rodeado desde la infancia por los estereotipos anti-israelíes, en su hogar y en los medios de comunicación:
Todos en este salón tuvieron un amigo o un miembro de la familia que le dijo que no venga a Israel.
«¡Hay un conflicto allí!»
«¿No tienes miedo de ser explotado por una bomba?»
«¿Los judíos hablan Inglés?»
«¿Tienen agua?»
Si ustedes piensan que han oído un millón de razones por la cuales no venir a Israel, yo he oído un millón y medio. Crecer en Egipto, el país entero tenía opiniones sobre Israel, y ninguna de ellas era positiva. Lo único que sabíamos era que habíamos peleado guerras sangrientas, y que no eran como nosotros.
Mi primer conocimiento de Israel fue a través de la música y la televisión. En la radio, había himnos acerca de la destrucción que Israel había causado. En las películas, los israelíes eran representados como espías y ladrones. A pesar del hecho de que los dos países llegaron a un famoso acuerdo de paz en 1979, los israelíes, me decían, eran nuestros enemigos eternos.
Sin embargo, lo que Hassanein encontró en Israel era todo lo contrario:
En mi primer día aquí en la universidad, vi hombres con kippas, mujeres con pañuelos en la cabeza y hiyab. Vi a soldados caminando pacíficamente entre multitudes de estudiantes animados. Me enteré de que había gente de todas clases en la universidad, y que la universidad tenía un lugar para todos ellos – judíos, musulmanes, cristianos, drusos, beduinos, e incluso los estudiantes internacionales.
… Qué fascinante es estar en una ciudad donde se puede ir a una playa en el centro de Tel Aviv y ver a una mujer musulmana, a una pareja de gays besándose y a un Hasid compartiendo el mismo espacio pequeño. ¿En qué otro lugar se puede encontrar a un árabe cristiano cuyo apartamento está decorado con pósters de Mao y Lenin? ¿En qué otro lugar se puede ver a un soldado beduino de las FDI leyendo el Corán en el tren durante el Ramadán? ¿En qué otro lugar se puede ver a judíos ashkenazi y mizrahi discutiendo sobre si familias ashkenazi habían secuestrado bebés yemenitas en la década de 1950?
Hassanein relató otras percepciones que había extraído de su experiencia en Israel. «Tal vez la mayor revelación de mi estada aquí», dijo, «fue que a pesar de todas las historias e identidades en conflicto, las personas siguen pudiendo vivir su vida cotidiana en un espíritu de cooperación». Luego relató una anécdota a modo de ilustración:
En mis primeras semanas aquí en la universidad, conocí a una linda estudiante árabe-israelí [que] me dio una conferencia sobre la importancia de que las naciones árabes boicoteen a Israel. Cuando nuestra conversación llegaba a su fin, un niño judío de 8 años saltó hacia nosotros, contento de verla. Resulta que ella era su maestra. Ella le dio un gran abrazo y un beso en la mejilla. Su afecto parecía como una interacción entre un hermano y una hermana. Pude ver lo mucho que realmente amaba al niño, y cómo el niño también la amaba. No importa qué tan profundo el conflicto, el lado humano siempre prevalece.
«Debemos cuestionar siempre nuestras suposiciones», concluyó Hassanein. «Estar aquí en Israel me ha enseñado que la vida está llena de paradojas y complejidades – que nada es sencillo, y que muchas veces las cosas no son como parecen».
Excelente, seria bueno que esta nota la conozcan los periodistas anti israelíes de siempre y que entrevistaran a este joven.