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| domingo abril 28, 2024

¿Realmente Importa Quién Será el Próximo Presidente Palestino?


 

[Yasser Arafat (I) y Mahmoud Abbas, fotografiados en un cartel de propaganda de Fatah. El texto árabe dice «Portador de la confianza» en la parte superior y en la parte inferior: «Les pido aferrarse a la unidad nacional. Es más valiosa que todos nosotros».]

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

  • Es difícil entender por qué algunos occidentales creen que la salida de Abbas podría impulsar las perspectivas de paz entre Israel y los palestinos. Para muchos palestinos, es evidente que el funcionario de la OLP o Fatah que reemplace a Abbas no podrá hacer concesiones a Israel. Cualquier líder palestino que se atreva a hacer la más mínima concesión a Israel será denunciado como un traidor y tendrá suerte si permanece en el poder o se mantiene vivo.
  • Occidente tiene que entender que ningún líder palestino está autorizado a hacer concesiones a Israel por el bien de la paz. Ni la OLP ni los liderazgos de Fatah aprobarían jamás tales concesiones. Y, por supuesto, Hamas tampoco aceptaría ningún acuerdo de paz entre Israel y los palestinos, excepto uno que conduzca a la destrucción de Israel y al establecimiento de un imperio islámico en la región.
  • Saeb Erekat ha estado negociando con Israel desde hace dos décadas y su posición no ha cambiado nunca. Al igual que Arafat y Abbas, nunca firmará un acuerdo de paz con Israel que no incluya el 100% de los territorios capturados por Israel en 1967. Erekat no está autorizado a hacer ninguna concesión sobre Jerusalén o el «derecho de retorno» de los palestinos a sus antiguos hogares en Israel.
  • El sucesor de Abbas, sin duda, declarará que tiene la intención de seguir los pasos de Yasser Arafat y Mahmoud Abbas. Abbas podría irse, pero su legado, como el de Arafat, no lo hará.

La reciente charla sobre la intención del Presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, de abandonar la vida política ha dejado a muchos preguntándose si su partida traería consigo cambios reales para los palestinos y el «proceso de paz» con Israel.

Durante las últimas semanas Abbas, de 80 años de edad, les ha estado diciendo a sus colaboradores y amigos que está cansado y quiere pasar más tiempo con su familia.

No está claro en esta etapa si Abbas es serio acerca de su intención de dimitir. Sus críticos argumentan que esta sólo blofeando, mientras que algunos de sus colegas de Fatah y la OLP sostienen que esta vez su amenaza de dimitir es real.

La verdadera cuestión, sin embargo, no es si Abbas es serio o no acerca de retirarse. Más bien, es el impacto, en todo caso, que tendría su salida de la escena sobre los palestinos y las futuras relaciones con Israel.

Varios funcionarios de alto rango de la OLP y Fatah ya se ven a sí mismos como potenciales sucesores de Abbas. Como las posibilidades de celebrar elecciones presidenciales son cero (principalmente debido a la disputa entre la AP y Hamas), la OLP y Fatah elegirán al nuevo presidente.

Esto significa que el próximo presidente de la Autoridad Palestina será un funcionario de alto rango de la OLP o Fatah. Recientemente, han surgido los nombres de varios candidatos potenciales. Incluyen a Saeb Erekat, el veterano jefe negociador palestino que fue elegido recientemente como Secretario General de la OLP – una medida que ha aumentado sus posibilidades de suceder a Abbas.

Pero ni Erekat, ni ningún otro funcionario de la OLP o de Fatah podrían lograr cambios reales en la era post-Abbas – ciertamente no en el «proceso de paz» con Israel.

Cuando Yasser Arafat murió en 2004, había esperanza de que quien lo sucediera adoptaría una nueva política – una que llevaría a un acuerdo final de paz entre los palestinos e Israel.

Sin embargo, fue obvio desde el primer día que Mahmoud Abbas no sería diferente que su predecesor. De hecho, Abbas, durante la última década, prometió en repetidas ocasiones seguir los pasos de Arafat. Desde entonces Abbas ha mantenido su promesa rechazando varias ofertas israelíes, simplemente porque no cumplen con el 100% de sus demandas. Al día de hoy, Abbas sigue insistiendo en que Israel se retire de todas las tierras que capturó en 1967, incluida Jerusalén oriental.

Abbas no es el único que exige a Israel el 100% de la Margen Occidental, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental. Esta ha sido – y sigue siendo – la política oficial de la OLP y Fatah.

Es por eso que es difícil entender por qué algunos occidentales creen que la salida de Abbas podría impulsar las perspectivas de paz entre Israel y los palestinos. Para muchos palestinos, es evidente que el funcionario de la OLP o Fatah que reemplace a Abbas no podrá hacer concesiones a Israel. Cualquier líder palestino que se atreva a hacer la más mínima concesión a Israel será denunciado como un traidor y tendrá suerte si permanece en el poder o se mantiene vivo.

Occidente tiene que entender que ningún líder palestino está autorizado a hacer concesiones a Israel por el bien de la paz. Ni la OLP ni los liderazgos de Fatah aprobarían jamás tales concesiones. Y, por supuesto, Hamas tampoco aceptaría ningún acuerdo de paz entre Israel y los palestinos. El único acuerdo de paz que Hamas aceptaría sería uno que conduzca a la destrucción de Israel y el establecimiento de un imperio islámico en la región.

Erekat ha estado negociando con Israel desde hace dos décadas y su posición no ha cambiado nunca. Al igual que Arafat y Abbas, tampoco él firmará jamás un acuerdo de paz con Israel que no incluya el 100% de la tierra capturada por Israel en 1967. Y, al igual que Arafat y Abbas, Erekat no está autorizado a hacer ninguna concesión sobre Jerusalén o el «derecho de retorno» de los palestinos a sus antiguos hogares en Israel.

El sucesor de Abbas encabezará la misma Autoridad Palestina, la misma OLP y el mismo Fatah. Estas tres instituciones tienen una política fija y consistente, que concibe la creación de un estado palestino independiente con Jerusalén oriental como su capital en el cien por ciento de los territorios de 1967. También comparten la misma política con respecto a la cuestión de los refugiados palestinos, es decir, que se les debe permitir regresar a sus antiguos hogares en Israel.

Bajo un nuevo líder, la AP, la OLP y Fatah continuarán adheridos a sus políticas actuales. Ninguno de ellos cambiará ninguna postura debido a la identidad del líder. Aquellos que piensan que un cambio es posible bajo un nuevo líder están viviendo en una ilusión. Israel y la comunidad internacional seguirán enfrentando las mismas exigencias que los palestinos han estado haciendo durante los últimos dos decenios.

Los palestinos tampoco deben esperar ningún cambio en su frente interno. Se necesitaría un milagro para que el sucesor de Abbas acabe con la fuerte disputa entre la Autoridad Palestina y Hamas, que ha estado en control de la Franja de Gaza desde el verano de 2007. La brecha entre las dos partes sigue siendo tan amplia como siempre, y la división entre la Margen Occidental y la Franja de Gaza es probable que continúe por muchos años más.

En su discurso de inauguración, el sucesor de Abbas, sin duda, declarará que tiene la intención de seguir los pasos de Yasser Arafat y Mahmoud Abbas. Esto significa que el actual estancamiento del proceso de paz continuará. También significa que los palestinos tendrán que vivir con la realidad, que ya tienen, de dos gobiernos separados – una entidad dirigida por la OLP en la Margen Occidental y un mini-estado controlado por Hamas en la Franja de Gaza.

Aquellos que hablan de revivir el «proceso de paz» entre israelíes y palestinos deben tomar en consideración estos hechos. De lo contrario, seguirán engañándose, a sí mismos y a otros, pensando que la era post-Abbas logrará cambios reales en la región. Arafat se ha ido, pero su espíritu vive en la región. Abbas podría irse, pero su legado, como el de Arafat, no lo hará.

http://www.gatestoneinstitute.org/6444/next-palestinian-president

 

 
Comentarios
David Waintraub

A Arafat un notorio ladron de el dinero que los paises donaban para su pueblo, lo siguio otro ladron Abbas, que se enriquecio el y su familia, asi como todos los miembros de su gobierno a costa de sus ciudadanos. Les seguira seguramente otro ladron de la misma especie. No nos olvidemos de Gaza donde el pueblo vive en la miseria y sus «dirigentes» son multimillonarios. Ninguno de ellos llegara a ningun acuerdo de Paz con Israel, eso seria matar a la gallina de los huevos de oro, y estos seran ladrones pero no tontos.

Seguiremos de vez en cuando cortando el cesped

La respuesta a esta pregunta es; «N O» en la medida que en el seno de Fatáh, todos participan de un mismo «ideario» respecto a Israel, y se hacen complices implicitamente de los métodos empleados por Hamas para forzar a Israel a «negociar a la baja» en detrimento de los legitimos intereses de éste último … Arafat creó escuela en el seno de la OLP, y los «delfines» que pugnaron tras su muerte por heredar la jefatura de esta organizacion, su sucederle en el poder, no son mas que la resulta de todo ello, tanto en las formas como en los objetivos y en el modo de alcanzarlos … corruptos, sectarios, intrigantes y desprovistos de escrúpulos, manipuladores por naturaleza, cleptómanos y populistas ¿que cabriá pues esperar, con semejante «percal»?

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