Más allá de los problemas y conflictos reales, las palabras, pueden agregar leña al fuego. Y formar una gran hoguera. Mahmoud Abbas, acusó a Israel de haber matado a un niño que no está muerto. El Movimiento Islámico alimenta e impulsa la violencia contra ciudadanos israelíes utilizando el viejo libelo de “Al Aqsa está en peligro”, la versión moderna de los “Protocolos de los Sabios de Sión”.
El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, declaró – durante su encuentro diario con la prensa – que “no se respetó el statu quo en el Monte del Templo”, en obvia alusión a Israel. Más tarde se retractó y explicó que no quiso decir lo que dijo. Más allá de que el perjuicio es irreversible, este funcionario de la Casa Blanca parece hacerse eco del mayor libelo palestino: “Al Aqsa está en peligro”, la versión moderna de los “Protocolos de los Sabios de Sión”.
Esta mentira sostiene básicamente que Israel realiza todo tipo de actividades para que las mezquitas del Monte del Templo se derrumben y construir en su lugar el Tercer Templo de Jerusalem. Su origen se remonta a la década del 20, al amigo de Hitler y partidario de la “solución final”, Jeque Haj Amin al Huseini, el gran Mufti de Jerusalem.
En la actualidad, la bandera de “Al Aqsa está en peligro” es llevada por el jeque Raed Salah, del frente norte del Movimiento Islámico en Israel y utilizada principalmente en sus campañas de recaudación de donaciones. Salah, y muchos otros de quienes sostienen y difunden esta mentira, plantean la necesidad de “salvar” la Explanada de las Mezquitas, como parte de su anhelo y perspectiva de un gran califato musulmán mundial, con capital en Jerusalem.
El jeque Salah, que organiza manifestaciones para salvar a Al Aqsa y asegura que está dispuesto a dar la vida en ello, ha dicho alguna vez que “los judíos comen pan embebido en sangre de niños”. Y otras barbaridades que, no por absurdas, son menos creídas.
Un terremoto artificial
La teoría que más se escuchó a lo largo de los años es que Israel intenta destruir Al Aqsa mediante excavaciones arqueológicas. Sin embargo, en diciembre del año 2000, en plena Intifada, Muhamad Abu Samrah – un destacado miembro del partido Fatah, que en ese tiempo estaba al frente del Centro Quds de Información – le envió una carta a Yasser Arafat. En esa carta, Abu Samrah describía con lujo de detalles “el plan sionista para destruir la mezquita de Al Aqsa mediante un terremoto artificial”.
El texto detalla que – según informes militares y de inteligencia – el gobierno de Israel nombró en el año 1997 una comisión integrada por científicos del Instituto Weitzman, el Tejnión, y la Universidad de Beer Sheva. La misión de este grupo era idear un plan para derrumbar Al Aqsa haciendo que pareciera un desastre natural, sin dejar pruebas.
Siempre según la carta de Abu Samrah, las opciones que barajaban los científicos incluían:
Provocar un terremoto artificial
Utilizar ondas de sonido que choquen
Generar una tormenta con rayos ficticios
Muhammad Abu Samrah aseguraba que los científicos ya habían realizado varios ensayos en el desierto del Neguev y en los alrededores del Mar Muerto. Yasser Arafat recibió la carta, le agregó su firma, y la hizo reenviar a los principales líderes religiosos y políticos palestinos de la época.
Un muerto que no murió
Hace unas horas, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, acusó a Israel de haber “ejecutado a sangre fría” al niño palestino Ahmad Manasrah y mostró la supuesta fotografía de su cuerpo sin vida. Manasrah es co-autor del ataque en el que fue apuñalado un niño israelí de su misma edad, 13 años, y que aún se encuentra en estado crítico.
Ahmad Manasrah, lejos de estar muerto, es atendido en el Hospital Hadassah Ein Karem en Jerusalem y su fotografía y videos inundan hoy los medios israelíes.
De todos modos, la realidad no tiene ninguna importancia cuando se trata de demonizar judíos, que fabrican pan ácimo con sangre humana, destruyen mezquitas y matan niños, aunque no estén muertos.
Vale la pena subrayar que las acusaciones según las cuales el gobierno y otras instituciones oficiales israelíes llevan a cabo un diabólico plan para destruir la mezquita de Al Aqsa son totalmente falsas. Y cuando un judío comete un acto delictivo, resulta muy conveniente confundir las acciones privadas de las personas con las leyes y las instituciones del Estado de Israel, donde rige la libertad de culto.
Shlomo Goren le propuso después de la guerra en 1967 al general Uzi Narkis colocar 100 Kilos de explosivo en la mezquita de Omar y volarla por los aires y se acabó, nos libramos de ella para siempre, dijo. En creo fué 2008 las autoridades jordanas ya les habían pedido que dejen de excavar bajo los cimientos de Al Aqsa y les advirtió que «esta delicada situación podría prender fuego a toda la zona» . Pero siguen horadando buscando la supuesta caverna o gruta debajo de la Setiyyah donde se supone que el rey Josías ocultó el arca de la alianza y como esta no figura entre las cosas llevadas a Roma en el arco de Tito suponen que sigue ahí debajo. No hay muchas dudas de lo que están tramando y que por eso no permiten a la UNESCO inspeccionar las excavaciones. Está detrás de esto también el Machon HaMikdash que ya reconstruyó en oro ese tonto candelabro, tienen un grupo de dementes que dicen ser descendientes de los cohanim que ya se confeccionaron esos trajes en púrpura, blanco y celeste, como aparecen descriptos en la Biblia y también hicieron una réplica en oro del arpa de David . Ahora bien, todas estas cosas para que van a ser hechas sino es para ser usadas en el templo que dicen que no van a construir ??? que cabe recordar que para construirlo primero necesitan que se derrumbe Al-Aqsa y que «parezca un accidente» !!!!! Me tiene sin cuidado su templo, la mezquita, el domo y todas las demás piedras viejas de esa ciudad. Lo que me preocupa es que por SU culpa van a terminar incendiando el mundo!!