Israel vive días difíciles en los que cada jornada comienza con un interrogante: ¿Dónde será hoy el acuchillamiento?¿A qué localidad israelí le tocará ser escenario de la locura? ¿Sólo apuñalarán o también habrá armas de fuego? ¿Quizás una embestida con un auto que se desvíe repentinamente hacia una parada de ómnibus? ¿Qué más se les ocurrirá hoy?
El punto sobre el que en general no hay ya duda alguna, de antemano, es sobre la reacción de la calle palestina. Salvo las pocas excepciones que se hacen oír, dignas y valientes, de palestinos que quieren a su pueblo mucho más que los terroristas que salen a matar y dicen defenderlo, la reacción generalizada que se impone es la glorificación de los asesinos, el jolgorio por las cuchilladas, el llamado a nuevos atentados y la fiesta de sangre.
También este domingo de noche, poco después de confirmarse que en un nuevo atentado- esta vez en la estación central de ómnibus en la ciudad sureña de Beer Sheba- fue baleado de muerte un israelí y otros 11 resultaron heridos, llegaron informaciones sobre la celebración en algunas localidades palestinas, donde la gente salió a la calle a repartir caramelos en señal de fiesta.
Y no podemos dejar de seguir sorprendiéndonos, aunque el fenómeno no es nuevo.
No podemos dejar de seguir sorprendiéndonos, porque vemos cómo, nuevamente, asesinos se convierten en héroes. ¿Adónde creen que llegará el pueblo que tiene de héroes a menores que empuñan cuchillos y salen a matar? Las redes y los medios de comunicación palestinos, están repletos de caricaturas que llaman a la violencia, con cuchillos que gotean sangre y la exhortación explícita a usarlos. Por doquier, presentan como ídolos a quienes salen a apuñalar israelíes .Y en los posters publicados luego de la muerte de dos de los atacantes en atentados contra israelíes, que fueron abatidos por las fuerzas de seguridad, aparece la frase: «Con nuestra alma redimiremos Al Aksa». Eran posters de Al-Fatah…y los héroes que allí aparecían, menores de edad.
Que Mushir el-Masri de Hamas diga desde Gaza «el cuchillo es nuestra opción»-aunque si pudiera, su organización estaría haciendo ahora, como tantas otras veces en el pasado, atentados suicidas con explosivos- no sorprende a nadie. Tampoco que Hamas arme un video «reconstruyendo» el atentado de hace unos días en un ómnibus, en Jerusalem, en el que hubo muertos y heridos por balazos y golpes de hacha.
Pero que eso sea un mensaje nacional, es otra cosa.
Uno de los ejemplos de esta situación que más nos chocó estos días, fue la noticia aparecida días atrás en la agencia noticiosa palestina WAFA y en el periódico Al Hayat al-Jadida, sobre el nombre que una parturienta de Gaza eligió para su bebé recién nacido: Muhannada, para honrar la memoria de Muhannad Halabi,que horas antes había cometido un atentado con cuchillo en la Ciudad Vieja de Jerusalem, matando a dos hombres (Aharon Benett y el rabino Nehemia Lavi) y también hiriendo a Odelle Bennett y su hijo de 2 años, Matan.
El título de la nota publicada en ambos medios el 6 de octubre , de acuerdo a la traducción y transcripción de «Palestinian Media Watch» era: «El recién nacido Muhannad abraza a Muhannad el mártir, y ambos unen a la patria».Cuentan que aún internada, «la madre del bebé decidió llamar a la madre del mártir Halabi» y que «durante la conversación por teléfono, ambas madres lloraron de alegría: la madre del bebé lloró de felicidad por el nacimiento de su bebé, que perpetuaba el nombre del héroe entre los héroes de nuestro pueblo eterno, y la segunda madre , por el nacimiento del bebé que eternizaría el nombre de su hijo, el mártir».
Esto debe preocupar no sólo a Israel sino, ante todo, a los propios palestinos.
Realmente..Hiela la sangre.
Este es el resultado cuando la propia Autoridad Nacional Palestina presenta a los responsables de atentados que mueren baleados luego de cometerlos ( o que salen heridos) como «héroes» y «mártires». Algunos alientan de hecho la «shahada» , el martirologio por Alá, asegurando que convertirse en «shahid» (mártir) constituye el más alto logro religioso al que un musulmán puede aspirar.
Figuras oficiales y padres particulares hablan de los atacantes muertos como «novios en una boda», en camino a encontrar 72 vírgenes en el Paraíso. También familiares de Fadi Alloun, de 19 años, que hirió a un adolescente israelí de 15 años con un cuchillo y fue abatido por la policía, dijeron que «su funeral es una boda, una celebración».
No tenemos ninguna duda que numerosos padres y madres palestinos, estos días, sienten vergüenza que este sea el ambiente, que este sea el mensaje. No tienen que ser sionistas ni pro israelíes para sentirla. Alcanza con que sean seres humanos normales, que aman a sus hijos y a la vida y que comprenden que con esta locura no se llega a ningún lado.
Lamentablemente, no son esas voces las que se hacen oir.
Días atrás, el cronista de asuntos palestinos del canal 2 de la televisión israelí, Ohad Hemo, entrevistó a un familiar del responsable de la embestida con su coche contra una parada de autobús, que dejó a varios heridos, algunos de gravedad. Dos de sus primos habían cometido hace aproximadamente un año el atentado contra una sinagoga en Har Nof, matando a cuatro judíos mientras oraban. Pues el hombre, que condenaba esta ola de atentados, los ataques con cuchillos por doquier, hablaba de espalda a la cámara, para no ser identificado.
Y yo me pregunto–¿No tendrían que ser los asesinos los que se escondan..y no los cuerdos que los critican?
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POR CADA ATOMO QUE EXISTE EN EL UNIVERSO SEA BENDECIDO EL PUEBLO DE ISRAEL Y QUE DIOS DE LE LA VICTORIA POR SIEMPRE.