Llámenme ingenua si lo desean, no voy a ofenderme, después de todo quizá sea la ingenuidad parte de mi personalidad y no tengo ningún problema en asumirlo. Pero estoy convencida que no hay nada mejor para luchar contra el odio, que la información, el acercarse y conocer mejor a aquello y/o a aquel que es odiado. Hoy en día hay tantos medios a nuestro alcance para lograrlo, que la ignorancia ya no es una excusa válida. La comodidad no es aceptable, al menos para mí, como justificación.
Quién no se ha topado con alguien que creyéndose que está muy bien informado, cuando se lo enfrenta con la verdad y sin tener herramientas suficientes para responder, recurre al agravio y al insulto. Es más fácil reconocer que se está equivocado o que no se sabe tanto como se creía y tener que vencer el orgullo. Hay gente, que entre sus insultos, como si fuera el peor de los agravios, te dice con fuerza y agresividad: SIONISTA. Pues esas personas son más ingenuas que yo, porque qué clase de insulto es ese.
Como sé que quienes reaccionan contra el sionismo como si fuera la peor cosa del mundo no van a tomarse el trabajo de buscar por si mismos, les traigo la información yo, así no se tienen que esforzar. Habrá quien lea y diga: no te gastes, no van a leer esto tampoco. Pues me permito creer que sí, porque para mi asombro, aunque sea para tener una herramienta más para denostar, he observado que antisemitas no sólo han compartido algunas de mis notas, sino que también las han leído y comentado en el muro de sus amigos que piensan como ellos. Así que, con esa leve esperanza, avancemos en mi idea sencilla de informar.
Vamos primero con la definición de sionismo:
“Ideal de los judíos tendiente a reconstruir su unidad política y el estado de Israel. Se concretó en un movimiento, fundado por Theodor Herzl, bajo el nombre de Organización Sionista Internacional .”
Queda claro qué es aquello por lo que pugna el sionismo entonces. Está explicado de forma simple, para que cualquiera pueda entenderlo. Pero confío en la inteligencia de mis lectores, avancemos un poco más. Dice en la definición, que el sionismo fue fundado (es decir que no es algo inherente al judaísmo) por Theodor Hertzl. Entonces vayamos a conocer un poco más sobre él:
“Nació en Pest , Hungría, en el año 1860. En 1878 se mudó a Viena, donde estudió derecho. En 1882 se manifestó en contra del antisemitismo luego de leer documentos sobre ese tema y un año más tarde renunció a la sociedad estudiantil a la que pertenecía debido a su carácter antisemítico. En 1884, poco después de graduarse como abogado, se interesó en la literatura y tuvo éxito como autor de cuentos cortos. Más tarde incursionó en el mundo del periodismo y trabajó como corresponsal en París de un diario liberal vienés, donde escribía sobre la forma de vida francesa.
Poco después, el antisemitismo retomó importancia y Hertzl ofreció respuestas a la “cuestión judía” en términos de asimilación, conversión religiosa y socialismo; sin embargo, él mismo rechazó estas soluciones cuando en 1894 se enfrentó al antisemitismo francés en el famoso caso Dreyfus, que involucraba a un oficial militar judío asimilado, acusado falsamente de traición. La experiencia de Hertzl, al asistir al juicio como reportero, le confirmó la creencia y experiencia de muchos judíos que no importaba cuán integrados o leales fueran a sus naciones adoptadas, siempre serían subestimados y perseguidos. Ése fue un momento decisivo para Hertzl, quien concluyó que la única solución para la cuestión judía era emigrar a un territorio aparte como un enclave judío.
En 1896 publicó El Estado Judío (Der Judenstaat), obra fundamental para su reputación como el padre del sionismo político. La solución de Hertzl era formar una nación para los judíos a través de la diplomacia entre “las naciones civilizadas del mundo en consejo”. Es interesante observar que, a pesar de su buena disposición para considerar varias posibilidades además de Palestina, escribió: “Los judíos no han cesado de soñar, a través de toda la noche de su historia, este divino sueño: ‘¡El año que viene, en Jerusalén!’; son nuestras palabras tradicionales. Ahora se trata de mostrar que el sueño puede transformarse en una idea clara como el día”.
En 1897 convocó al primer Congreso Sionista en Basilea, Suiza, con el fin de convencer a los delegados de aceptar su propuesta. El historiador Avi Shlaim nos recuerda las palabras que pronunció en aquella ocasión: “El objetivo del sionismo es crear un hogar en Palestina para el pueblo judío asegurado por el derecho público”. Sin embargo, a manera de confirmación de su compromiso con algo más que una nación, Theodor Hertzl escribió en su diario: “En Basilea yo fundé el Estado judío”. Poco tiempo después el primer Congreso Sionista cambió su nombre a Organización Sionista Mundial, que fue presidida por Hertzl hasta su muerte.”
Copié más de lo que me interesa enfatizar, para contextualizar las motivaciones de Hertzl. Pero dentro de lo que les compartí, hay algo muy importante, la forma en que él planteaba hacerlo: “La solución de Herzl era formar una nación para los judíos a través de la diplomacia” y “El objetivo del sionismo es crear un hogar en Palestina para el pueblo judío asegurado por el derecho público”. No habla de violencia, de despojo, de genocidio, ni de nada de lo que se nos acusa a los sionistas.
Y ahora voy a decir algo que espantará a los antisemitas, hoy disfrazados de antisionistas: han sido ustedes los mayores sionistas y defensores del sionismo de la historia. Y no estoy desvariando. Sé que no sólo lo he escuchado y leído yo en Argentina y que también habrá pasado otro tanto en otros países, sino que a muchos otros les ha pasado también:
1.-¡Judíos, vuélvanse a su tierra!
2.- ¡Fuera judíos, váyanse a Israel!
3.-La idea instalada que los judíos no éramos ciudadanos del suelo en el que habíamos nacido, sino que éramos israelíes e incluso la confusión generalizada que israelí e israelita es lo mismo (pero no esperen que les de todo servido en bandeja, al menos eso búsquenlo ustedes).
Muchos judíos, cada uno por motivaciones diferentes, les hicimos caso y nos vinimos a vivir a Israel. Pero ahora, que estamos acá, quieren que nos vayamos y les dejemos esta tierra a los palestinos. Entonces viene sola la pregunta del millón: según ustedes ¿ A dónde deberíamos irnos a vivir? Quizá haya llegado el momento de que nazca un nuevo ideólogo, con soluciones claras y concretas para “la cuestión judía”. Supongo que aquellos que nos acusan, ignorantemente, de genocidio, no tendrán tan poco seso como para proponer algo así para nosotros, que va en contra de su gran humanidad.
Es hora de dejar de lado la hipocresía y la ignorancia. Son tiempos de jugársela por la verdad, de enfrentarse a las ideas vacías de contenido con ideas claras e inteligentes, de enfrentar al odio y ponerle un freno. No es tiempo de panfletos, de eslóganes, de aprender y repetir como loros los dichos de los demás. Es hora de informarse, arremangarse y expresar los pensamientos con claridad, aportando soluciones. Cuando se fundó el Estado de Israel, se aportó una solución posible: una tierra para dos estados. Partirla, y convivir. Los judíos dijimos sí, los árabes dijeron no. Entonces ya no puede seguirse con la misma idea, caducó por decisión de otros. Será tiempo quizá que los grandes cráneos que juzgan a Israel hagan sus aportes que vayan más allá de diatribas y odio desenfrenado. Aquí los esperamos, sentados, porque somos conscientes que parados nos vamos a cansar.
Ftes.:
1.- http://www.diccionarios.com/diccionarioenciclopedico/detalle?palabra=sionismo&Buscar.x=43&Buscar.y=4&Buscar=submit
2.- http://www.visionjournal.es/visionmedia/article.aspx?id=5834&rdr=true&LangType=1034
Orgulloso de ser Sionista.