Las piedras importan mucho menos que la vida humana. De eso no tenemos duda alguna. Pero eso no significa que la tergiversación de la historia sobre lo ocurrido entre piedras milenarias, por ejemplo en Jerusalem, no sea peligrosa. Lo es, más que nada, cuando la evidente intención que ni siquiera oculta, es influir en el presente mediante la destrucción de la verdad sobre lo ocurrido en el pasado. Y cuando hay violencia de por medio, el peligro es mayor aún.
Ya hemos escrito sobre los inventos palestinos acerca de la intención israelí de destruir a la mezquita de Al Aksa o de impedir el rezo musulmán en dicho santuario. Y de fondo hay algo más profundo todavía: la convicción de los radicales que Israel no tiene nada que hacer en lo que los judíos llaman el Monte del Templo-y los musulmanes Haram el-Sharif- no porque hoy estén allí las mezquitas, sino porque sostienen que allí nunca estuvieron los templos Sagrados de Jerusalem.
Lo más increíble fue esta semana, cuando los palestinos presentaron a UNESCO una propuesta de resolución que determinaba que el Muro de los Lamentos es «parte integral de la mezquita de Al Aksa». La resolución finalmente salió sin ese versículo, pero no por ello tiene nada de lógica.
Uno de los elementos más preocupantes que nutren la incitación a la violencia, es el desmentido del vínculo entre el pueblo judío y su tierra, muy especialmente Jerusalem.
Y si para plasmar esa idea en algo claro e indiscutible, hace falta tergiversar la historia por diferentes vías, parece que todo está permitido.
Recordamos una entrevista que realizamos años atrás, en el 2007, al Dr. Gaby Barkai de la Universidad de Bar Ilan. El y sus alumnos habían hurgado en grandes cantidades de «basura» que las autoridades islámicas en el monte sagrado («Waqf») habían tirado a un valle, sacadas del lugar en el que cavaron para la construcción de una enorme mezquita, la más grande en dicho sitio, conocida hoy como «las caballerizas del Rey Salomón».
Barkai contó que el noviembre de 1999, el Waqf cambió de hecho el Status quo que había regido en el lugar durante cientos de años en los que no se hacían excavaciones en el monte por lo delicado del lugar. «Pero ellos cavaron una fosa enorme de 12 metros de profundidad, 40 de largo y 30 de ancho, de la que sacaron cientos de camiones de tierra y polvo que fueron tirados al valle Kidron», nos contó. «Allí había elementos arqueológicos sumamente importantes. Esos trabajos fueron llevados a cabo destruyendo valores culturales.».
El waqf islámico desmintió las acusaciones israelíes pero el Dr Barkai insistía: no hay duda alguna que la tierra que él estaba estudiando, podía haber salido únicamente del Monte del Templo.
Y entró en detalles: «Entre los restos, de lo más interesantes, son los relacionados a las guerras libradas en el lugar. Tenemos puntas de flechas de la época de la conquista de Nabucodonosor, Rey de Babilonia, que destruyó el Primer Templo en el año 586 A.C. Tenemos cabezas de flechas de las batallas de Iehuda el Macabeo contra los seléucidas en el Monte del Templo. También tenemos bolas de acero utilizadas por el ejército seléucida en Jerusalem, así como también una punta de flecha disparada por una máquina de Tito en el primer siglo. Tenemos restos impresionantes de todos los períodos en la historia de Jerusalem y del Monte del Templo«.
El Dr. Barkai recalcó ante todo lo ilegal de las grandes excavaciones llevadas a cabo por el Waqf islámico en el lugar, pero admitió que de hecho ello le permitió acceder, al recoger las toneladas de basura tirada en el valle Kidron, la tierra que hoy investiga y en la que ha encontrado lo que llama «tesoros arqueológicos».
«El polvo sacado del monte del templo fue sacado por razones políticas, como algo que no se precisaba, pero de hecho está repleto de historia. Y lo que para uno es basura, para otro puede ser como perlas y oro, para armar el cuadro histórico tan apasionante de la historia de Jerusalem».
Recordamos esta entrevista al leer la resolución adoptada esta semana por la UNESCO, condenando a Israel por «sus excavaciones en el Monte del Templo», presentadas como trabajos que ponen en peligro a Al Aksa. Esto, aunque Israel no realiza ninguna excavación en el Monte del Templo sino únicamente fuera del mismo, y quienes sí lo hicieron, sin control arqueológico ninguno de expertos, poniendo en peligro el lugar, fue el propio Waqf.
Consultamos en su momento al respecto, también a la arqueóloga Dra. Eilat Mazar , especializada en el Monte del Templo de Jerusalem y miembro del Comité Público destinado a impedir el daño de las antigüedades en el Monte del Templo.
El Comité, compuesto por respetadas figuras israelíes de distintos ámbitos y tendencias políticas, fue creado en el año 2000 al revelarse justamente el alcance de las aquí ya mencionadas excavaciones que el Waqf estaba haciendo en el monte, con el propósito de construir una nueva mezquita sin control ni autorización ningunas.
Sacaron del lugar en camiones unas 12.000 toneladas de tierra que fueron tiradas en el basurero municipal y luego investigadas detalladamente por el equipo del ya citado Barkai.
«También estudiosos musulmanes, en distintas épocas, eran conscientes de la historia de Jerusalem y la reconocían. Esta no comenzó en el siglo VII cuando llegó el Islam ni cientos de años antes de ello, sino milenios», nos dijo Mazar.
“Inclusive el “waqf”, el Consejo Musulmán Supremo, publicó en los años 30 una guía del “Haram al-Sharif”, el Monte del Templo. Allí hablan del “Templo de Salomón” y se refleja plena conciencia de la historia del lugar y del hecho que el lugar de Haram al Sharif es donde estaba antes del Templo de Salomón y luego el Segundo Templo».
Preguntamos a Mazar qué opinión le merece el intento de desconocer el vínculo judío con Jerusalem. «Si uno quiere hacer provocaciones, puede decirlo, pero es inconcebible, es como cerrar los ojos», respondió.» El vínculo es histórico y muy fundamentado, acompañado de numerosas pruebas arqueológicas». Y Mazar agrega que del lado judío, jamás oyó que algún experto intente minimizar el vínculo musulmán con Jerusalem.
«Lo que sí sabemos es que de acuerdo a las distintas épocas de conquistas de Jerusalem, hubo quienes construyeron sus propias edificaciones, en lugares santos de otros. Los Cruzados, por ejemplo, erigieron en el Monte del Templo, dos estructuras que para ellos eran del Cristianismo. Y la mezquita de Al Aksa se convirtió en una iglesia. Los Templarios construyeron en el Domo de la Roca un santuario y lo llamaron “Templo Salomónico”. Luego el lugar volvió a servir como santuario de los musulmanes y Al Aksa volvió a ser una mezquita», declaró.
LOS TEMPLOS JUDÍOS, INDISCUTIBLES.
P: ¿No hay ningún tipo de excavación que realiza Israel que pueda hacer peligrar Al Aksa, debilitar sus fundamentos?
R: No conozco ninguna excavación israelí que pueda ponerla en peligro. Yo conozco muy bien las murallas del Monte del Templo, alrededor de todo el monte..y puedo afirmar que todas sus partes inferiores, están sumamente firmes. Las partes superiores, que son de épocas posteriores, se ven perjudicados pero no por excavaciones israelíes sino por las hechas por el propio “Waqf”…
P: En la zona conocida como “Las Caballerizas del Rey Salomón”…
R: Exactamente..Como resultado de los cambios que los musulmanes hacen dentro del Monte del Templo. Lo que data de la época herodiana, está intacto, pero hubo problemas y desmoronamientos de piedras en sectores posteriores, por las excavaciones descontroladas del Waqf..
P: Solemos decir que la mezquita de Al Aksa fue construida donde estaba antes el Templo sagrado judío..¿Qué sabemos al respecto?
R: El tema de la santidad del lugar es conocido hace tiempo. La tradición de santidad existía desde hacía miles de años. En cuanto a la existencia misma del Templo Sagrado, es algo que históricamente resulta irrefutable. Pero además, toda esa zona está rodeada por murallas de hasta 40 metros de altura. En ningún otro lado se construyó un complejo considerado sagrado, de tal magnitud. Me refiero por supuesto a todo el espacio que se encuentra delimitado por los muros del Monte del Templo. El Muro de los Lamentos, recordemos, es sólo la parte occidental de toda esa parte sagrada, de aproximadamente 150.000 m2, rodeada de murallas imponentes. Y ninguna de esas murallas tiene fragmentos siquiera posteriores al Segundo Templo.
P:¿ Y se puede decir que la mezquita de Al Aksa se construyó sobre las ruinas del Templo sagrado, del Segundo templo?
R: No. Pero no hay duda alguna de que fue erigido sobre estructuras de la época del Segundo Templo, sumamente suntuosos, que eran parte de la zona sagrada en la que estaba el Templo. .Allí no hay nada posterior a la época del Segundo Templo Tenemos por ejemplo la puerta de Hulda, con elementos arqueológicos magníficos hasta el techo. Y sobre eso fue construida la mezquita de Al Aksa. Es un hecho que el Segundo Templo fue anterior a Al Aksa. Lo que ellos convirtieron en un nuevo templo, es una estructura de la época del Segundo Templo, que se encuentra debajo de Al Aksa.
P: O sea…quizás no sobre las ruinas mismas del Templo, pero sí en el Monte del Templo por cierto..Lo cual lo vemos hasta hoy..
R: Por supuesto. Es que hay que distinguir entre el Templo sagrado mismo, que se encontraba en la cima de la montaña, y toda la zona sagrada que lo rodeaba. No era casualidad que la gente debía purificarse antes de entrar al Monte del Templo. Toda la zona era sagrada. En la cima misma está el Domo de la Roca..Pero alrededor está repleto de restos arqueológicos que se mantuvieron de modo impresionante desde hace 2.000 años.-Eso, como decía, está dentro del Monte del Templo. Por eso no hay duda que la mezquita de Al Aksa fue erigida sobre restos de la época del Templo, que se hallaban en la zona sagrada, en el Monte del Templo.
P: Cabe suponer, por cierto-quizás hasta parezca ingenuo preguntarlo- que la intención de fondo era desdibujar la presencia judía en el lugar y sustituirla..
R: Cuando los musulmanes conquistaron Jerusalem, eligieron el lugar más sagrado para dirigir sus propios asuntos sagrados..No es casualidad..Conocían la historia de santidad del lugar. La elección fue explícita, en los tiempos del Califa Omar, que tenía un asesor judío que se había convertido, y que le dijo claramente dónde estaba el Templo sagrado de los judíos.
¡¡¡Yo misma doy testimonio,que cuando fuí a Jerusalén ,y entre al muro de los lamentos ,el guía un judío argentino,no hizo entrar, a un lugar ,donde se ve claramente,los muros enorme de los cimientos del Templo,y una gran puerta ,por donde entraba el Sumo Sacerdote,y un río de agua que corre ,por la parte de abajo…Hay una barandilla ,para que nadie ,pueda tocar ,las piedras con la que está cerrada la puerta del lugar ,por donde ,pasaba el Sumo Sacerdote…Una puerta impresionante y ver correr el agua ,por debajo impresionante…Una cosa que me llamo la atención ,es que un musulmán ,estaba a la puerta y cobraba ,por entrar…Estos musulmanes y sobre todo ,el rey jordano ,saben bien ,que esté es el lugar del .TEMPLO JUDÍO…PERO COMO SON LADRONES Y MENTIROSOS,QUIEREN ROBAR NUESTRA HERENCIA