Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
GINEBRA, 28 de Octubre de 2015 (WAFA) – Dirigiéndose al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el Presidente Mahmoud Abbas dijo el miércoles que es hora de que los líderes de Israel tengan el valor de tomar las decisiones correctas antes de que sea demasiado tarde para hacer realidad la solución de dos estados.
Abbas comenzó su discurso diciendo que aquello contra lo que habían advertido había ocurrido.
Dijo que la actual situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén oriental, es el peor y más crítico desde 1948.
Durante su discurso, Abbas animó a los organismos especializados de la ONU, a los estados miembros y al Consejo de Seguridad de la ONU, más que nunca, a establecer un procedimiento especial para la protección del pueblo palestino manera urgente e inmediatamente.
Abbas se preguntó si no ha llegado el momento de que la comunidad internacional traduzca sus observaciones acerca de la consecución de la justicia para la causa palestina en medidas prácticas que ayudarían a lograr la paz.
El presidente explicó que el actual levantamiento palestino es sólo resultado inevitable de las violaciones y los crímenes de Israel, contra los cuales había advertido en repetidas ocasiones, junto con el fracaso de la comunidad internacional para poner fin al sufrimiento y la injusticia infligida al pueblo palestino, especialmente a los jóvenes.
«¿No se han preguntado cuánto tiempo durará esta prolongada ocupación israelí de nuestra tierra? ¿Por cuánto tiempo nuestro pueblo continuará desposeído del pleno y no disminuido disfrute de sus derechos protegidos por la legitimidad internacional, en particular de su derecho fundamental a la vida y a la libre determinación, y su derecho a construir su estado independiente y soberano con Jerusalén Oriental como su capital y vivir como seres humanos, de conformidad con las disposiciones de los convenios y tratados internacionales? ¿Es eso mucho pedir?»
Abbas dio la bienvenida a los esfuerzos internacionales destinados a ampliar el alcance de la participación de las partes interesadas internacionales para lograr la paz, pidiendo una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que esboce claros términos de referencia para hacer la paz sobre la base de la solución de dos estados a lo largo de las fronteras de 1967.
Señaló que tal resolución se anunciaría en una conferencia internacional de paz. Mientras tanto, Israel, agregó Abbas, debe liberar al cuarto lote de presos palestinos.
El discurso fue pronunciado un día después de que Abbas se reunió con el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, en Ginebra.
Abbas y Al Hussein discutieron los últimos acontecimientos críticos en los territorios palestinos, especialmente el sufrimiento del pueblo palestino como resultado de los ataques y violaciones israelíes de las normas fundamentales del derecho internacional.
Abbas estuvo acompañado en su reunión por el Secretario General Princial de la OLP, Saeb Erekat, por el Ministro de Relaciones Exteriores, Riad al-Malki, el portavoz presidencial, Nabil Abu Rudenieh, el Asesor Presidencial para Asuntos Diplomáticos, Majdi al-Khaldi y el Jefe de la Misión de la OLP en Ginebra, Ibrahim Khraisha.
Arribó a Ginebra el martes por la noche desde Bruselas, para informar al Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre las violaciones de Israel contra el pueblo palestino, así como contra los sitios sagrados islámicos y cristianos.
En declaraciones a la estación de radio local Mawtini sobre el propósito de la visita de Abbas, Al-Malki dijo que Abbas subrayaría la importancia de proporcionar protección internacional al pueblo palestino.
Al-Malki dijo que Abbas tiene previsto reunirse con la Fiscal General de la Corte Penal Internacional (CPI) Fatou Bensouda a finales de este mes y entregarle dos portafolios sobre ejecuciones extrajudiciales israelíes de palestinos.
K.F/M.H
El texto completo del discurso de Abbas:
El Presidente del Estado de Palestina, Mahmoud Abbas, se dirige al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
Su Excelencia el Presidente del Consejo de Derechos
Honorable Alto Comisionado para los Derechos Humanos,
Distinguidos miembros del Consejo de Derechos Humanos,
Damas y caballeros, representantes de organizaciones de la sociedad civil,
Aquello que habíamos advertido ha ocurrido. El estatus de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, incluida Jerusalén oriental, como consecuencia de la continuada ocupación israelí y sus prácticas, es la peor y más crítica desde el año 1948. Esto llama a una intervención fuerte y decisiva y requiere asumir la responsabilidad, antes de que sea demasiado tarde, por parte de las Naciones Unidas, sus agencias y organismos internacionales especializados, y sus estados miembros, y muy especialmente por parte del Consejo de Seguridad al que se le solicita, con más urgencia que en ningún momento anterior, que establezca un régimen especial para la protección internacional del pueblo palestino, inmediata y urgentemente.
Aquí nos gustaría enfatizar que la paz, la seguridad y la estabilidad no se logrará a menos que se ponga fin a la ocupación israelí y se obtenga la independencia del Estado de Palestina, con Jerusalén Oriental como su capital, a lo largo de las fronteras del 4 de junio de 1967, y de acuerdo con las resoluciones de legitimidad internacionales, no usando la fuerza sin sentido, asentamiento colonial, castigos colectivos, demolición de viviendas, ejecuciones en el terreno, negación del otro, y agraviando la dignidad de nuestro pueblo, así como propagando odio venenoso y enemistad contra ellos.
He advertido en repetidas ocasiones durante los últimos años sobre las consecuencias de lo que ha estado sucediendo en Jerusalén y sus alrededores, que incluye apretar la soga alrededor del cuello de la población, y la violación de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, además de las medidas adoptadas por los sucesivos gobiernos israelíes, sobre todo después del año 2000, para remodelar de manera sistemática la identidad de Jerusalén y su carácter histórico y demográfico, incluido el aumento de la construcción de asentamientos, excavaciones ilegales bajo la mezquita de Al-Aqsa y la Ciudad Vieja, instalación de muros para alienar a los barrios palestinos, cerrar sus instituciones nacionales y apretar la soga alrededor del cuello de la población por diferentes medios para expulsarlos de la ciudad santa.
He hecho notar una y otra vez que la presión generaría una explosión, y que las violaciones cometidas por colonos y extremistas, protegidos por las fuerzas de ocupación israelíes, contra nuestros sitios sagrados cristianos e islámicos en Jerusalén, a saber, los planes que ponen en peligro la mezquita Al-Aqsa , con el fin de alterar el statu quo anterior a 1967 y más allá, lo que convertirá el conflicto político en uno religioso que tendrá graves consecuencias para todos nosotros, y nunca aceptaremos ni reconoceremos eso.
Venimos aquí hoy a vuestro estimado consejo, para reiterar la importancia de su papel y resoluciones sobre lo necesario que es que Israel, la potencia ocupante, respete el derecho internacional; la ley internacional de derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
En este sentido, reafirmamos la importancia de implementar la declaración emitida por la Conferencia Internacional de las Altas Partes Contratantes a la Cuarta Convención de Ginebra sobre la aplicabilidad plena e incondicional de la Cuarta Convención de Ginebra en el estado ocupado de Palestina, incluida Jerusalén Oriental, que también sostiene que se requiere que sus países, individual y colectivamente, cumplan inmediatamente con sus responsabilidades en el respeto y la aplicación de esta desaceleración de inmediato.
Israel viola, sistemática y regularmente, las normas y principios del derecho internacional y del derecho internacional humanitario. Actúa como un estado por encima de la ley; sin inmutarse, sin castigo e irresponsablemente. Por un lado transfiere parte de sus ciudadanos para ocupar la tierra del pueblo palestino, como parte de un plan de asentamiento colonial, saqueando sus recursos naturales y construyendo carreteras, muros y sistemas de transporte con el objetivo de presentar un nuevo hecho consumado para ser incrustado en un nuevo régimen propio basado en discriminación racial.
Además, permite que esos colonos, protegidos por sus fuerzas militares, ataquen y cometan delitos contra civiles palestinos, destrocen sus propiedades y lugares de culto, y ensucien sus lugares sagrados en ciudades y aldeas palestinas. Incluso han formado bandas terroristas armadas conocidas con nombres como ‘la etiqueta del precio’ y otros. Han cometido asesinatos y ataques incendiarios, el último de las cuales fue quemar hasta la muerte a la familia Dawabsheh, y a Mohammed Abu Khdeir, donde los perpetradores terroristas siguen libres y sin castigo.
Damas y caballeros,
Perdurables desesperanza, depresión, ahogo y presión, así como la falta de un sentido de seguridad y confianza bajo los cuales nuestro pueblo ha estado viviendo durante mucho tiempo, son todos factores que engendran frustración entre nuestros jóvenes y los impulsa al estado del que somos testigos hoy en día: desesperación, rebelión contra la realidad y sublevación por el bien de su dignidad, la patria, la gente y los lugares santos que han sido profanados cada dos segundos una y otra vez durante siete décadas, bajo una ocupación que no dejó de matar, torturar, saquear y encarcelar a nuestros hijos, hijas y nietos.
La enojada agitación de nuestro pueblo y la reciente serie sucesiva de acontecimientos son el resultado inevitable de lo que habíamos advertido previamente, incluyendo las violaciones y crímenes que informamos anteriormente, así como del fracaso de la comunidad internacional para corregir esta injusticia y la angustia sufrida por nuestro pueblo, muy especialmente nuestra juventud.
Como parte de la persistencia de Israel a actuar como un estado por encima del derecho internacional, su fuerza de ocupación ha intensificado recientemente sus prácticas criminales hasta el punto donde llevó a cabo ejecuciones en el terreno contra civiles palestinos indefensos, incluidos niños, y ha persistido en aterrorizar a nuestros ciudadanos aplicando una estrategia de castigo colectivo, incluyendo la demolición de viviendas, el desplazamiento forzado, el bloqueo de barrios enteros y detenciones arbitrarias, además de poner tras las rejas israelíes a más de seis mil prisioneros palestinos. Es inaceptable que la actual situación persista, porque mataría a la última pizca de esperanza para la paz basada en la solución de dos estados.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
¿No se han preguntado cuánto tiempo durará esta prolongada ocupación israelí de nuestra tierra? ¿Cuánto tiempo nuestro pueblo continuará desposeído del pleno y no disminuido disfrute de sus derechos protegidos por la legitimidad internacional, en particular de su derecho fundamental a la vida y a la libre determinación, y de su derecho a construir su estado independiente y soberano con Jerusalén Oriental como su capital y vivir como seres humanos, de conformidad con las disposiciones de los convenios y tratados internacionales? ¿Es eso mucho pedir?
¿No es hora de que la comunidad internacional dé un paso más allá del mero elogio de la justicia de la causa palestina y tome medidas y procedimientos prácticos que realmente sirvan a esa justicia para mi pueblo palestino y establezcan la paz y la seguridad como una realidad tangible?
Señor presidente,
Damas y caballeros,
Vengo a ustedes desde Palestina, la tierra de profetas y religiones, trayendo el mensaje de un pueblo que ha estado ansioso por libertad e independencia; Vengo a ustedes para transmitir un mensaje de esperanza y tolerancia enviado a través de ustedes por mi pueblo que aspira a lograr sus derechos y que le llegue la justicia, y obtener su libertad e independencia, al mismo tiempo que extenderles, en su nombre y el de su liderazgo, los más sinceros saludos y agradecimiento a su estimado Consejo, y valorar altamente los esfuerzos realizados por ustedes para proteger y defender los derechos humanos y las libertades en el Estado de Palestina y en el mundo entero.
Es digno elogiar, en este sentido, sus valiosos y objetivas posiciones y esfuerzos destinados a permitir a nuestro pueblo disfrutar de su libertad y del derecho a la autodeterminación y la protección de sus derechos humanos fundamentales, tal como se refleja en muchas de sus resoluciones. Me gustaría también expresar nuestra sincera gratitud a su honorable Consejo, por adoptar importantes resoluciones, en sus sesiones ordinarias y extraordinarias, que revelan las críticas condiciones de los derechos humanos fundamentales vividas en el ocupado estado de Palestina y el sufrimiento de nuestro pueblo resultante de la ocupación israelí y sus atrocidades y sus prácticas agresivas.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
Me gustaría subrayar el papel principal asumido por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos y los relatores especiales, así como también el trabajo realizado por las misiones de investigación internacionales independientes establecidas por el Consejo de Derechos Humanos para investigar violaciones de derechos humanos, y asesorar sobre actos que califican como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Estas misiones incluyen las misiones de investigación, establecidas por el Consejo en sus sesiones especiales, en relación con la situación de los derechos humanos en el estado ocupado de Palestina, con los cuales Israel lamentablemente se negó a cooperar. Gracias a los esfuerzos realizados por los países hermanos de Egipto y Jordania, esas misiones pudieron realizar algunas de sus funciones y presentar sus informes, que fueron considerados y manejados por el Consejo de una manera que estableció las medidas de responsabilidad y rendición de cuentas buscando servir a la justicia.
Me gustaría invitar a todos los relatores especiales una vez más a venir a Palestina y ver la situación por sí mismos.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
Los continuos y agravados ataques israelíes contra nuestro pueblo demuestran que es estrictamente necesario mantener el séptimo punto titulado como ‘El estatus de derechos humanos en Palestina y otros territorios árabes ocupados’ como un tema permanente en la agenda de vuestro Consejo hasta que la ocupación llegue a su fin. Aquí me gustaría hacer un urgente llamamiento para una revisión, por el Consejo, de los informes y resoluciones pertinentes a Palestina con el fin de evaluar los progresos realizados en la implementación de las recomendaciones de los mismos, y hacer sugerencias prácticas conducentes a poner fin al sufrimiento del pueblo palestino y garantizar el pleno disfrute de sus derechos, ya que el derecho internacional se creó para ser aplicado, no negociado. Por lo tanto, toda la comunidad internacional debe actuar para garantizar que se respete objetivamente el derecho internacional, y debe renunciar a la selectividad y los dobles raseros.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
A pesar de todos los obstáculos puestos por la ocupación, seguiremos adelante con la construcción de las instituciones de nuestro estado, de conformidad con las normas internacionales, y seguiremos aplicando el estado de derecho, invocando la democracia y la transparencia, la protección de los derechos de las mujeres, promoviendo la igualdad entre todos miembros de la sociedad, sin discriminación racial o religiosa, promulgando una cultura de paz, tolerancia y diálogo, y cumpliendo con el enfoque de resistencia popular pacífica. En la práctica, ya hemos realizado avances sustanciales, como lo avalan varios actores internacionales, y continuaremos con nuestros esfuerzos y empeños, apoyados por nuestros hermanos y amigos, para que ese estado sea una realidad concreta.
En este sentido, continuaremos adhiriéndonos a organizaciones y convenios internacionales, para salvaguardar nuestros derechos y proteger a nuestro pueblo, también continuaremos armonizando nuestras leyes y reglamentos nacionales con las prácticas y estándares internacionales. Proseguiremos protegiendo a nuestro pueblo que vive bajo ocupación usando todos los medios pacíficos y legales, incluyendo continuar trabajando con la Corte Penal Internacional en relación con los crímenes israelíes, incluidas las ejecuciones en el terreno y las violaciones de los derechos de nuestros jóvenes y niños. También actuaremos con la paciencia requerida, la sabiduría y el coraje necesarios para proteger a nuestro pueblo y mantener nuestros logros políticos y nacionales; alcanzados después de décadas de lucha, perseverancia y sacrificios ofrecidos por nuestro pueblo.
Reafirmamos la unidad de nuestra tierra y nuestro pueblo, y reiteramos nuestro rechazo a cualquier solución provisional o parcial. También tratamos de formar un gobierno de unidad nacional que opere en línea con el programa de la Organización para la Liberación de Palestina, de celebrar elecciones y de convocar al Consejo Nacional Palestino.
Desde aquí, una vez más, llamo a nuestro pueblo palestino donde quiera que esté, a unirse aún más, permanecer juntos y estar alerta contra los esquemas diseñados para impedir nuestra empresa nacional y nuestro duro trabajo de construcción y desarrollo, al mismo tiempo que destacamos que no escatimaremos ningún esfuerzo para defender, proteger y permitir a nuestro pueblo vivir en libertad, con seguridad y bienestar en su patria.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
Extendemos nuestro sincero agradecimiento y reconocimiento a los 137 Estados que reconocieron a Palestina, y también agradecemos a los parlamentos que recomendaron a sus gobiernos que lo hagan. En este contexto, por la presente invitamos a los países que aún no han reconocido a Palestina a hacerlo. Aquellos que dicen que apoyan la solución de dos estados deben reconocer dos estados, no sólo uno.
También acogemos con satisfacción los esfuerzos internacionales, europeos y árabes que piden ampliar la participación internacional para lograr la paz, incluyendo hacer que el Consejo de Seguridad adopte una resolución que incluya normas claras para el logro de una paz basada en la solución de dos estados a lo largo de las fronteras de 1967, y establecer un cronograma para poner fin a la ocupación con supervisión internacional, y poner en marcha una conferencia de paz internacional. Mientras tanto, que Israel libere el cuarto tramo de presos y detenga todas sus actividades de asentamiento para que el Estado de Palestina pueda vivir lado a lado con el Estado de Israel.
Ya no es útil perder el tiempo en negociaciones en pro de negociaciones, lo que se requiere es el final de la ocupación, de acuerdo con las resoluciones internacionales de legitimidad. Hasta entonces, reiteramos que se requiere que el Consejo de Seguridad de la ONU establezca un régimen especial de protección internacional para nuestro pueblo palestino.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
Israel destroza los cimientos sobre los que se construyeron los acuerdos políticos, económicos y de seguridad con nosotros, además de las medidas adoptadas por los sucesivos gobiernos israelíes que llevaron a la obstrucción de la fase de transición destinada a hacer realidad la independencia de nuestro estado, nos induce a reafirmar nuestra posición que fue proclamada el 30 del mes pasado en Nueva York, de que no podemos seguir estando sujetos, unilateralmente, por los acuerdos firmados con Israel cuando no demuestra compromiso con los mismos. Israel debe asumir todas sus responsabilidades como potencia ocupante, porque el statu quo no puede continuar, y seguiremos insistiendo en que comenzaremos la implementación de esta declaración por todos los medios pacíficos y legales.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
Nuestro pueblo palestino trata de obtener su libertad y la independencia de su patria y en su propio estado basado en las fronteras de 1967, junto al estado de Israel, donde los dos estados vivan en paz, seguridad y buena vecindad, con pleno respeto a la Carta de la ONU y de acuerdo con las resoluciones internacionales, además de resolver el problema de los refugiados palestinos de conformidad con la resolución 194 y la Iniciativa de Paz Árabe, así como la liberación de todos los presos.
En estos momentos críticos y definitorios, extiendo una sincera invitación a los miembros del pueblo de Israel, y los invitamos a una paz justa y basada en la justicia que garantice seguridad y estabilidad para todos, al mismo tiempo que reafirmamos desde este importante y humanitario foro, que nuestras manos permanecen extendidas por una paz justa que garantice los derechos, las libertades y la dignidad humana de mi pueblo. Una vez más me gustaría decirles a los intelectuales, opinadores y políticos de la sociedad israelí que la paz es asequible y está al alcance, y la respuesta es simple; vuestro estado debe poner fin a su ocupación de nuestra tierra, su opresiva máquina de guerra debe dejar de agredir a nuestro pueblo, las actividades de asentamiento deben cesar y los actos criminales de los colonos deben ser detenidos, de ese modo todos podremos disfrutar de paz, seguridad y estabilidad.
No hay nada peor que la desesperación, la desesperanza y la desconfianza en el presente y en el futuro. Nuestros hombres y mujeres jóvenes, o nuestros vecinos, aspiran a vivir en un ambiente de libertad y dignidad, para poder construir su futuro y su vida en un entorno seguro y favorable. Son como vuestros hijos: tienen los mismos sueños y ambiciones y sueñan con un mañana seguro y más estable. Vuestra ocupación de nuestra tierra es la máxima forma de injusticia, y es el origen de todas las tragedias que nuestro pueblo ha sufrido durante mucho tiempo, y es la razón que mantiene a nuestra región y sus pueblos en una vorágine y un ciclo de violencia. No queremos violencia, pero la continuación de la ocupación ampliará el alcance de la violencia, el caos, el extremismo y el derramamiento de sangre.
No estoy exagerando cuando digo; ya es hora de que vuestros líderes tengan el coraje de tomar decisiones justas y honestas antes de que sea demasiado tarde, para hacer que la solución de dos estados sea una realidad concreta, porque esta podría ser la última oportunidad conveniente para esta solución, porque nadie sabe, más adelante, que traerán consigo los vientos de cambio que barren toda la región. La seguridad no se puede hacer realidad a través de ocupación y fuerza militar y discriminación. Sólo se logra mediante el reconocimiento de los derechos de los otros.
Le decimos a la comunidad internacional y a los actores poderosos: ¿No son suficientes, damas y caballeros, [para que un pueblo perdure] setenta años de sufrimiento, injusticia, opresión, privación y perpetuación de la ocupación más larga conocida por la humanidad en la historia moderna, bajo un sistema sesgado que discrimina entre esta sangre y esa sangre, este color y ese color; esta nación y esa nación, esta es valiosa y esa no vale nada?
Es deber de toda persona de conciencia, de todo aquel que cree en el derecho, la justicia y la dignidad de la humanidad, independientemente de cualquier consideración, levantar su voz y decir en voz alta: Detengan estos diarios crímenes cometidos contra mi pueblo, restauren sus derechos y absténganse de disparar contra ellos; permítanles vivir sus vidas y construir su futuro en su patria Palestina. Si nuestro pueblo no disfruta de libertad, dignidad y plena soberanía sobre su territorio nacional, espacio aéreo, aguas territoriales y fronteras, nadie podría disfrutar de paz, seguridad y estabilidad.
Nuestro pueblo no será menospreciado, no se rendirá ni sucumbirá. Nuestras madres nos criaron desde el primer día para ser resistentes y proteger nuestra dignidad. De nuestra parte, seguiremos defendiendo a nuestro pueblo y haciéndolo con todos los medios pacíficos, legales y políticos.
Señor presidente,
Damas y caballeros,
Nosotros, palestinos, árabes y musulmanes, no aceptaremos que el nombre del líder palestino Haj Amin Al-Husseini sea enredado en una forma que sea incompatible con los hechos históricos, y que manipula los sentimientos del pueblo judío que ha sido víctima del más horrendo crimen conocido en la historia moderna cometido por los nazis. También rechazamos la incitación y la tergiversación de la historia y de la lucha del pueblo palestino para obtener su libertad e independencia.
Cuando el primer ministro israelí intenta encubrir a Adolf Hitler de sus atroces crímenes contra los judíos y culpar a los palestinos en su lugar, está tratando de justificar los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. Prefiere acusar a los palestinos de todo, incluyendo el Holocausto. Todos ustedes saben que tales afirmaciones no son más que invención, mentira y engaño.
No buscamos nada más que vivir con orgullo, honor y gloria, como todos los pueblos del mundo. Así que no empujen a mi pueblo a una mayor desesperación, sean sus hermanas y hermanos en humanidad y apoyen garantizar que se respeten sus derechos. Haciéndolo, ustedes sirven a la paz y protegen a Israel de sí mismo y de la arrogancia de su fuerza. ¡Ay, que corta es la memoria de un ser humano cuando la víctima se convierte en el agresor!
Una vez más, os saludo y gracias. Que la justicia, la paz y la armonía prevalezcan en mi patria Palestina.
ASI COMO LA SEÑA QUE HACES SERA TU VIDA GRAN PELODURO,COMO EL CU…………………