La Noche de los Cristales Rotos

Hace 77 años ya, desde que en aquella noche fatídica de 1938, – en una noche como hoy-, la maquinaria nazi se ponía en marcha y con mucha meticulosidad cumplía el plan trazado por Goebells, para mostrarle a los ciudadanos alemanes que hordas furiosas y espontaneas quemaban y destruían bienes de judios, en un pais que a pesar de los problemas de ese entonces, era considerado, el habitat culto de una sociedad pujante y superior.

Miles y miles de negocios saqueados e incendiados, al igual que las Sinagogas de ese pueblo; que al ver sus templos en llamas, comprendió que el infierno comenzaba y que nadie, o casi nadie iría en su auxilio. Los pocos sobrevivientes, relataron la trágica noche, el ensañamiento sobre seres humanos humillados, golpeados y castigados, por el solo hecho de ser judíos y fieles a su único Dios.

Comenzaba esa noche la persecusión racial mas cruel de la historia humana, que terminaría con Seis millones de nuestros hermanos asesinados, incluyendo a Un millón de niños; criaturas que no pudieron ver ni siquiera la luz de la libertad.

El meticuloso plan de la maquinaria nazi, consistía en la destrucción de los bienes,-negocios y viviendas-, de los ciudadanos judíos mas prominentes y luego, la de los demás…., esto traería ap

​a​rejado un doble terror y una inmediata parálisis de toda la sociedad judía. Caían primero los hombres y mujeres mas importantes de la Comunidad judía, luego por añadidura, los demás; los ciudadanos mas simples, mas indefensos. El principio del fin de la tragedia mas cruel de la humanidad ya estaba en marcha….

Hace muchos años, luego de escuchar en Buenos Aires a la Sra. Uner, -sobreviviente de la Shoa-, le dije irreverentemente, que no podía comprender ni aceptar lo que ocurrió. Me dió una pequeña descripción del horror que les tocó vivir y ante un gesto de desaprobación mía seguramente, se me acercó y me dijo dulcemente…., aún no estas de acuerdo no ?. Con un nudo en la garganta le dije que no seguramente, pensando que mi generación jamás hubiera permitido semejante holocausto. Ella me explicó en pocas palabras, todos sus años de sufrimiento y reflexión, primero mataron a nuestros dirigentes, luego a nuestros sabios, a nuestros maestros y al final, quedábamos nosotros, que podíamos ya hacer…..

Con los años comprendí cuanta razón tenían las palabras de esta sobreviviente, e incansable luchadora para contar lo que ocurrió, lo que el mundo calló…., lo que un país completo apoyó y lo que un mundo escondió cuando debió haber reaccionado antes y haber evitado la crueldad y el ensañamiento contra un pueblo que casi desapareció de la faz de la tierra.

No se puede perdonar lo que ocurrió, pero menos aún olvidar este episodio de la historia que como un pogrom mas contra ciudadanos alemanes judios, sirvió para encender la llama que degeneraría luego en la derrota moral mas grande de la humanidad.

Por todos los que sufrieron, padecieron y murieron desde el Kristallnacht hasta el dia de hoy, nuestro compromiso de recordarlos y venerarlos se mantendrá eternamente. El Estado de Israel, es el mejor homenaje a sus memorias. Nunca mas. Nunca mas.

Raanana, Israel.