La necesidad de innovar aplica perfectamente a Israel, un país que se crea rodeado de enemigos, en un desierto, con muy poca agua, repleto de conflictos religiosos, con muy pocos recursos naturales y mínimo territorio. Pero, ¿cómo logra una nación como Israel, con estas dificultades, convertirse en una de las más innovadoras del mundo, tener el mayor número de patentes per cápita, invertir el 4,5 % de su PIB en CTi y ser el segundo centro mundial de Investigación y Desarrollo después de Silicon Valley?
La respuesta no es una sola, han sido una sumatoria de decisiones públicas y privadas para invertir decididamente en mejorar el recurso humano, crear una industria fuerte en I+D y fortalecer su sector exportador. En primer lugar, en recursos humanos, es sorprendente. Veamos algunos ejemplos. Israel cuenta con 20 premios Nobel, en Jerusalén, al norte de Tel Aviv, en el centro del surgimiento de varias religiones y foco de conflicto permanente, hay más de 400 start ups repletas de ingenieros, 8 venture capital, 10 aceleradoras de negocios y 40.000 estudiantes, muchos de ellos en ciencias e ingenierías. Es tan clara su estrategia tecnológica que han decidido declarar como tema de interés nacional que la transferencia tecnológica de las universidades al mercado esté al mismo nivel de las prioridades de defensa nacional.
Los universitarios están en función de desarrollar conocimiento para su nación y, al igual que los investigadores, saben que sus desarrollos contribuyen a la economía del país, a generar empleo y exportaciones. Después de muchos años de invertir en la gente, en nuevos conocimientos, tienen una de las tasas más altas en el mundo de ingenieros y científicos por cada 10.000 habitantes. En segundo lugar, crearon una de las industrias más grandes del mundo en el sector de la defensa, todos los jóvenes, hombres y mujeres, prestan servicio militar y los estudiantes más brillantes ingresan al ejército para ser entrenados en aplicaciones para la defensa, intensivas en I+D, durante dos años. Después de pasar por el ejército van a la universidad con conocimientos avanzados en ingenierías e informática, inclusive algunos de los generales, coroneles o capitanes retirados trabajan en empresas de tecnología o son emprendedores en el área de I+D. Y tercero, el sector exportador, debido al tamaño y su mercado limitado, de alrededor de 8 millones de habitantes, se ha dedicado a desarrollar productos con valor agregado de alto costo para conquistar los mercados internacionales. Gracias al alto nivel de los profesionales israelíes, lograron atraer multinacionales que hoy tienen sus centros de I+D en las principales ciudades y exportando a otros países conocimiento.
Esta estrategia concebida de manera milimétrica, hoy tiene como resultado que Israel sea la sede de 300 multinacionales, 5.000 start ups, 160 aceleradoras de negocios, 24 incubadoras -inclusive de Japón y Estados Unidos- y más de 2.000 ángeles inversionistas.
La mezcla de capital de riesgo, start ups y multinacionales hacen de Israel un país increíble para la tecnología, pero cuando se les pregunta cuál es la clave, la mayoría responde “tenemos el ADN de la innovación en cada uno de nosotros, somos un país que vive amenazado constantemente y eso nos obliga a crear, la innovación es una necesidad inminente”.
El Estado juega un papel fundamental para que se desate la innovación, Israel es ejemplo, no solo en apoyo a la investigación sino en la adopción tecnológica. Gracias a sus desarrollos tecnológicos hoy son un país prácticamente autosuficiente en materia alimentaria a pesar de estar ubicados en un desierto. Si Israel pudo, en medio de conflictos y desventajas comparativas, ¿por qué Colombia no lo puede hacer también? Al final, siempre será una decisión política. Necesitamos que este tema sea prioridad en la agenda nacional.
Los judíos siempre han destacado históricamente en las artes y las ciencias no importa el país en que estuvieran. Es lógico entonces que cuando se concentra una amplia cantidad de ellos en un mismo espacio geográfico sobresalga más ese hecho, pero desde mi perspectiva no creo que el estar en ese lugar en particular de Medio Oriente donde se les permitió establecerse sea la causa, cuando mucho habrá potenciado un poco más algo que todas maneras sucedería si estuvieran desparramados en otras partes.