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| lunes diciembre 23, 2024

Obama frente a Israel: si al menos tuviera corazón…


No sé si he leído jamás un libro tan revelador como Aliado, del historiador Michael Oren, las impresionantes memorias de sus cuatro años como embajador de Israel en EEUU. Lo que ha escrito Oren es un relato de su servicio como diplomático durante una guerra fría, la que lanzó la Administración Obama contra Israel en cuanto asumió el poder. Por mucho que desde fuera se viera que las cosas entre la gente de Obama y los israelíes iban mal, lo cierto es que desde dentro lucían aún peor. La cruda animadversión de la Administración está alarmantemente presente en casi cada una de las 374 páginas del texto, y va mucho más allá de la problemática relación entre el presidente y el jefe de Oren, Benjamín Netanyahu. La primera reunión de Oren en el Departamento de Estado con el entonces vicesecretario de Estado, Jim Steinberg, marcó el tono:

Era un pescador entregado, famoso por hacer moscas en su tiempo libre. Verdaderamente, la actitud de Steinberg hacia el Estado judío evocaba el viejo adagio israelí: “Nos quiere como el pescador quiere al pez”.

Más tarde Oren sería maltratado verbalmente, de manera harto irracional, por otro funcionario del Departamento de Estado, Tom Nides, cuando los esfuerzos palestinos por conseguir el reconocimiento del Estado palestino en la ONU amenazaron con desembocar en una ley de larga data aprobada por el Congreso para romper relaciones diplomáticas y económicas con ellos. “No querrás que la jodida ONU se venga abajo por vuestro jodido conflicto con los palestinos, y que caiga también la jodida Autoridad Palestina”, le dirá un enfurecido Nides a Oren.

Incluso los gestos de afecto y los actos de apoyo de la Administración estaban a menudo cargados. Oren usa el término hebreo para “abrazo”, chibuk, a la hora de describir los cínicos esfuerzos por “mantenernos cerca” y restringir la libertad israelí de acción:

Los aportes norteamericanos al sistema misilístico de defensa de las Fuerzas de Defensa de Israel, por ejemplo, contrarrestaban la defensa israelí de un ataque preventivo contra las plantas nucleares iraníes, y generaban más tiempo para las negociaciones.

Sus tratos con los medios de élite también fueron desagradables. Oren llamó al responsable de la página editorial del New York Times, Andrew Rosenthal, luego de que el diario publicara un artículo del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, en el que éste sugería que los árabes habían aceptado el plan de partición de la ONU de 1947. La conversación fue como sigue:

“Cuando escribo para el ‘Times’, los comprobadores de datos examinan cada palabra”, dije para empezar. “¿Ha comprobado alguien que Abás da los datos completamente cambiados?”.

“Es tu opinión”, replicó Rosenthal.

“Soy historiador, Andy, y hay opiniones y hay hechos. Que los árabes rechazaron la partición y los judíos la aceptaron es un hecho irrefutable”.

“En tu opinión”.

“Dime, ¿las fuerzas aliadas desembarcaron en Normandía el 6 de junio de 1944?”.

“Puede que algunos lo vean así”, replicó Rosenthal.

Hay pasajes de Aliado que encuentro desconcertantes –sobre todo las repetidas protestas por cómo ciertos políticos y medios con los que Oren estableció relaciones personales se preocupan por Israel pero no lo demuestran de palabra u obra. (Y dudo mucho de que el actor y director Ben Affleck tenga “un conocimiento de estadista sobre Oriente Medio, pues lo estudió en la universidad”)–. Aun así, Aliado deja meridianamente claro lo difícil que ha debido de ser para alguien encargado de salvaguardar la relación especial entre Israel y EEUU trabajar con un presidente y un equipo que son por defecto o por ideología manifiestamente hostiles al Estado judío, o a la mera idea de la existencia de un Estado judío.

Oren rememora cómo él mismo cayó presa del Romance Obama en 2008. Pero eso fue antes de que supiera de la honda frialdad de Obama, “un frío [que] lo distancia de los aliados tradicionales de América –no sólo de Israel–, cuyos embajadores se me quejaban de la inaudita indiferencia de la Administración“. “El problema de Obama no es que se haga el sordo”, se lamentó un colega europeo. “Es que tiene un corazón de hojalata”.

Pero no fue su corazón de hojalata lo que llevó a Obama a lanzar su guerra fría contra Israel. Sino su ideología de pacotilla.

Michael B. Oren, Ally. My Journey Across the American-Israeli Divide, Penguin, 2015.

© Versión original (en inglés): Commentary
© Versión en español: Revista El Medio

 
Comentarios

Obama carece de principios conocidos, suceptibles de ser tenidos por tales, y hace recaer en su particular «percepcion» de las cosas, su politica exterior, incluyendo en ella de manera significativa, aquella que atañe las relaciones del pais que mal-preside con Israel, tal como venimos constatando a lo largo de sus casi dos legislaturas al frente de la presidencia
de los EE UU …. La frialdad con la que despacha cuestiones de orden bilateral, su desafecto por Netanyahu, su absoluta falta de «sensibilidad» respecto al permanente hostigamiento al que es expuesto Israel, asi como a la amenaza nuclear de la que es objeto por parte de Iran, pone en evidencia, esa animosidad a la que alude este articulo, y el consiguiente estancamiento que viven las otrora florecientes relaciones israelo-norteamericanas … lo «positivo» de todo ello, es que su mandato expira en apenas unos meses, y que dificil resultará, que su sucesor en el cargo, esté afectado por tan álto índice de antipatiá hacia Israel, como viene demostrando estarlo Barak «Hussein» Obama … confiemos al menos que asi sea …

Conjeturando por un instante que tal cosa como una «guerra fria» contra la entidad sionista por parte del presidente Obama existiese, en todo caso no debe ser por una «ideología de pacotilla» como intenta establecer el autor en el artículo publicado en Commentary, que recordemos que se trata de la revista del American Jewish Committee fundado por Irving Kristol, asi que de «imparcial» no hay nada en sus páginas. En todo caso tal vez la actitud de Obama se deba a que debido a su puesto posee el conocimiento real de la perniciosa y nefasta influencia de la entidad sionista y sus aparatos de lobby con el AIPAC a la cabeza, en la política estadounidense.

Mantenes limpio y bien cuidado los retratos del Fürer y de Ahmadinehad en la pared sobre tu cama?
Nazi de mierda

La imagen internacional (a todas luces ficticia) que los medios «progres» han contribuido a fomentar de él, y no sus capacidades de estadista (de todo punto inexistentes) estan en el origen del auge de este personaje, tan artificial como vácuo, que pasará sin pena ni gloria a la historia de los presidentes «relegables» que ha tenido los EE UU … todo en él, desde lo etéreo de sus planteamientos, a lo estudiado de su «pose» y lo insubstancial del discurso «cosmético» y buenista que acompaña cada una de sus intervenciones, nos habla de un «bluff» a gran escala, encarnado por alguien que jamas pudo sospechar atendiendo a sus aptitudes, acceder a un cargo como el que ocupa, como probablemente tampoco el pais que tan nefastamente preside, fue capaz de aventurar entonces, lo errado de una eleccion, que a buen seguro muchos lamentaron posteriormente y seguiran lamentando en el futuro, en vista de las consecuencias que contribuyó a generar para su pais y el resto del mundo …

Adrian: a que te dedicas que tienes tiempo para comentar cada articulo? Seria muy bueno encontrarte en otro site pero en apoyo de tu pais, que no se cual es.

#Obama tiene ideología de pacotilla, es la pura verdad.

Será recordado como : ‘el que golpeó con el cuchillo la copa de cristal de 400 años de antiguedad de la reina de Inglaterra, para hacer un brindis, y ante tal atrevimiento protocolar, esta le dijo : cállate !, en mitad de la frace’, a lo cual dió paso a escuchar ambos himnos nacionales, puro ‘bochorno’ !

Lo que le pasa es por estar en el momento incorrecto, en el lugar incorrecto. Desde que asumió, se lo vió como muy improvisado y poco experiente en política. Y la prueba la tenemos en los incidentes que lo llevaron a perder la confianza de sus mas fieles aliados: Israel y A.Saudi, y el ‘nefasto’ plan nuclear Iraní, pero el resultado cierto es que estos se acercaran entre si, dando a una alianza de hecho, e Irán está gastando los petrodólares que tenía en USA, en Europa, y mas dejó en claro la poca habilidad y preparación de Obama como político.

Pero no todo es negro en la relación, pues algunos hechos como resultado de sus fracasos, han resultado beneficiosos, como el aumento en la producción de petróleo, el fortalecimiento del dólar y el desmantelamiento de la opep. Si alguien píensa que ser el presidente de la primera potencia económica y militar del mundo, es para ‘improvisados’ financiados por internet ?, se equivocó de siglo.

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