El Ministro de Defensa Ya’alon comparte con el Jefe de Estado Mayor, G.Eizencot, la idea de que IDF no debiera trabajar bajo el slogan de “ si alguien viene a matarte, levantate y matale antes “ según la Torah, Deuteronomio 22:26.
Las ideas de ambos hombres importantes e influyentes, chocaron en ciertos ámbitos.
“Nos encontramos en una realidad que nos desafía, soldados, policías y ciudadanos.
Por causa del terrorismo, tenemos un puño de hierro contra los terroristas y los que ponen nuestra vida en peligro. Esto nos Hace daño.”, declaro Ya’alon, haciéndose eco de lo que había dicho Eizencot.
Debemos actuar con calma, no con la sangre hirviendo, no debemos permitir que la furia nos haga perder nuestra moralidad.
“Necesitamos saber cómo ganar y seguir siendo humanos »
Lo que me atrae de esta discusión, es que incluso frente a la amenaza de muerte constante a la que se enfrenta Israel, aun queda espacio para pensar, debatir, corregir y estar en desacuerdo, entre los más grandes del país.
Es esta chispa especial que me parece de importancia vital.
No lo que diga uno ni otro, que también es importante, por supuesto, sino el camino de la mente y de la moral inculcada y atávica, capaz de evolucionar, de enderezar, de modificar trayectorias y de enfrentarse con los suyos, manteniendo latente y viva una discusión moral que les honra y les hace más grandes.
No se satisfacen con la facilidad ni con la mediocridad, buscan, inventan, crean nuevas ideas para mejorar incluso lo que se creía que era inmejorable e intocable, aunque solo sea por respeto: los dictados de la Torah.
Y creo que es esta discusión, que podría pasar anodina ante la mayoría de la gente, la que hace a este pueblo judío al que pertenezco, no mejor ni peor que otros pueblos, pero sí, singular.
Quizás es esta misma singularidad que provoca un pensamiento eterno, sin fatigas, con puestas a punto constantes, con revisiones discutidas y discutibles, con un hilo conductor infinito, la que provoca el odio conformista de la mayoría de los demás pueblos.
Y el honor, la virtud, y el beneficio yace, sin duda, en la disconformidad hacia lo establecido; lo que normalmente hace la juventud, o hacía, y lo que, visiblemente, ejerce como actividad diaria e infinita, el pueblo de Israel y los judíos en general.
A nadie le gusta un ser pensante ante la uniformidad de la masa……….y lo más fácil entonces, es ir contra él, y lo habitual, cargarle con todos los males del mundo, y allí tenemos, listo para consumir, a la judeofobia clásica
De eso se trata! Es tan obvio! Ojala en este foro mas personas se manifestasen en el mismo sentido. Las soluciones nunca pasan por el odio. No los buenos son tan buenos ni los malos tan malos…