Los golpes recibidos por el Estado Islámico en sus principales feudos, sobre todo por parte de la coalición internacional liderada por EEUU, han dañado severamente las principales fuentes de financiación con las que mantiene su maquinaria bélica. No solo eso: las penurias económicas por las que atraviesa, agravadas por el descenso acusado del precio del crudo (el contrabando de petróleo es uno de sus grandes negocios), están provocando rebajas salariales y drásticos racionamientos en las zonas controladas por los hombres de Bagdadi.
Tal y como detalla Associated Press en su último reportaje sobre el Estado Islámico, el califatoterrorista trata a estas alturas de mantener a flote una vasta organización con aspiraciones estatales que se tambalea en el terreno financiero.
Atrás quedaron los tiempos en los que el EI cuidaba a sus hombres con altos salarios, ayudas por hijo nacido y viajes de luna de miel a gastos pagados. La situación en estos momentos es completamente distinta. No sólo se han eliminado las gratificaciones habituales a los yihadistas, sino que los sueldos han sufrido fuertes recortes:
En Raqa, feudo del grupo en Siria, los salarios se han reducido a la mitad desde el pasado diciembre, la electricidad está racionada y los precios de los artículos básicos están disparados, fuera de control, de acuerdo con individuos que se han exiliado de la ciudad.
Aymen Jawad al Tamimi, un investigador del Middle East Forum que ha examinado documentos internos del EI, asegura que los problemas económicos del califato tienen su origen en el esfuerzo bélico, cada vez mayor, al que se ve obligado por el acoso de la coalición internacional.Según Tamimi, dos tercios del presupuesto total del EI va destinado a actividades militares, pero los combatientes de Faluya, en Irak, sólo comen ya dos veces al día.
Las restricciones presupuestarias no se limitan tan sólo a los terroristas. Los empleados públicos de las zonas que controlan (jueces, maestros, personal sanitario, etc.) han visto también cómo sus sueldos se reducen un 50 por ciento.
El Estado Islámico amenazó en su día con acuñar moneda propia y hacer caer el dólar. La realidad, hoy, es que exige el pago de las tasas a los habitantes de sus feudos precisamente en la moneda estadounidense, única manera de poder acceder al mercado internacional para aprovisionarse de armas y suministros.
Pero tal vez el dato que pone de relieve la gravedad de la situación financiera del EI es el cambio sustancial en el régimen de castigos impuesto en Mosul. En la tercera ciudad de Irak, los detenidos por la policía religiosa pueden evitar las fustigaciones pagando una multa en dólares. En Faluya, los familiares pueden obtener la libertad de un prisionero pagando 500 dólares, y salir de la ciudad entregando a los terroristas 1.000 dólares.
Desactivar al daesh, supone en primer lugar confiscar sus fuentes de financiacion, antes incluso que combatirles militarmente, lo cual resultariá notablemente mas sencillo si esta organizacion terrorista y sus franquicias, se vieran privadas de fondos con los cuales abastecerse armamentisticamente , y dotarse de medios operativos para proseguir su escalada bélica, asi como su extension en aquellas áreas que caen bajo su control … Por ello se impone urgentemente, una politica comun por parte de los paises occidentales, en materia de sancciones a aquellos que se advengan a suministrales cuantiosos ingresos por via de la adquisicion de crudo, tales como la Turquia de Erdogan sin ir mas lejos, o que comercien de una u otra forma, con los cabecillas de estos movimientos yihadistas, proporcionandoles con ello el oxígeno financiero, que les permita seguir con sus ínfulas hegemónicas y genocidas …
Quebrar su infrastructura y el organigrama que en torno a ella se mueve, requiere de determinacion y médios, algo al alcance de potencias como los EE UU y sus socios comunitarios … Solo asi se estará en disposicion de debilitar y comenzar a vencer, a quienes se han eregido como la mayor amenaza para la paz, que existe en la actualidad …