Si Ud. creía que una chaqueta reversible es versátil, imagine lo que puede hacer con una blusa que puede lucirse de 24 formas diferentes.
Se llama Morf y ha sido creada por Tamara Salem, diseñadora de moda de Tel Aviv.
Patentadas en Estados Unidos, las blusas y vestidos Morf (vienen en tres colores para mujeres y uno para hombres) están confeccionados con un tejido de doble capa que permite espectaculares cambios en color y corte en una sola prenda sin necesidad de velcro, botones, cremalleras o broches. Simplemente, dele una vuelta o enrolle las mangas y ¡ya está! Lucirá diferente.
Lanzada en abril en la plataforma de financiación colectiva Kickstarter, Morf superó el objetivo de financiación que se había fijado en un 524%, lo que significa que recaudó $131.089 dólares entre 1.788 personas. Las blusas se venden en la actualidad en el sitio de Morf y en Amazon, pero a juzgar por el furor generado en todo el mundo entre blogeros especializados en moda, probablemente no pasará mucho tiempo antes de que se puedan encontrar en tiendas.
Salem le dijo a ISRAEL21c que planea una línea para niños y otra para viajes porque a muchos clientes la blusa les parece ideal para empacar en una maleta debido a su tejido de algodón ligero y antiarrugas, y una mezcla con elasteno, una fibra sintética. Y, por supuesto, una sola puede ocupar el lugar de varias en la maleta.
El diseño de moda fue una segunda carrera para Salem, quien tras terminar el servicio militar en la emisora del Ejército de Israel trabajó como editora y directora de televisión.
“La moda siempre fue un hobby para mí”, dice Salem, madre de dos hijos. “Compré una máquina de coser hace unos siete años y empecé a experimentar en casa. Uno de esos experimentos fue un regalo de cumpleaños para mi mejor amiga. Era una camisa blanca y negra que podía llevarse del derecho o del revés”.
“Al principio, no era consciente de todas las posibilidades de que esta idea tendría. Apenas me di cuenta de que ofrecía muchas, decidí desarrollar el concepto de camisas multireversibles”.
Ese concepto se transformó en Morf. Demoró cinco años obtener la patente, tiempo en el que la diseñadora dejó su trabajo en televisión, obtuvo un grado de diseño de moda y se asoció con Barak Kirschner. Abrió un estudio en Tel Aviv, donde hace vestidos de noche que vende bajo su propio nombre.
“Hay otras prendas multifuncionales en el mercado, pero la mayoría no ofrecen esta variedad y requieren capas, botones o cremalleras, mientras que con Morf no se necesita nada especial para cambiar de look”, dijo.
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