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| viernes noviembre 22, 2024

Constante lucha contra el terror


El título declara preocupación. Las permanentes olas de terror, sus técnicas y su frecuencia, su variedad y sus efectos, nos llevan a tener que analizar permanentemente la situación y ver como se la enfrenta, como se la combate, como se la vence.

Mientras se escribían estas líneas, los medios de comunicación difundieron la iniciativa de las autoridades francesas de publicar una especie de «guía de conducta» frente a un incidente terrorista. La primera opción: «escapar», alejarse del peligro, no exponerse innecesariamente a peligros impredecibles, generalmente trágicos.
¿Podrían actuar así los israelíes? Aparentemente aquí la línea de instrucción es enfrentar la circunstancia, neutralizar al terrorista obstaculizando sus propósitos criminales y destructivos, y así minimizar las víctimas.

Avi DichterReflexiones
(Foto: MK Avi Dichter, Likud, ex Min. de Seguridad Interior y Min. de Defensa Civil, ex Jefe del Mosad (2000-2005) durante la 2a. Intifada)
¿Debemos considerar que el terror se reanuda o que se renueva? Lo que es evidente que los objetivos no han cambiado: se utiliza el ingenio humano para cometer atrocidades, provocar espanto y pánico, matar sin discreción y destruir sin limitación – todo ello medido según la cantidad de judíos muertos, cuántos más – mejor.
¿Es un desafío grave con una permanente renovación de actores, lugares, amenazas? Por ejemplo, el fenómeno actual de los jóvenes que empuñan cuchillos y los túneles de ataque de Hamás no son iniciativas originales: los cuchillos y los asesinatos de sorpresa caracterizaron los turbulentos años después de la revolución bolchevique; los túneles fueron utilizados como táctica en diversas oportunidades por los chinos; los sicarios, asesinos a pago en la época romana, se llamaron así por la daga o espada corta que utilizaban que en latín se llamaba «sica».

Hubo épocas en las que el terrorista árabe recibía pago por sus esfuerzos según la apreciación per cápita de sus hechos – los heridos no contaban, sólo muertos. Semejante a lo que intentaron hacer los nazis durante la 2ª. Guerra mundial… En una competencia de crueldad e inhumanidad los crímenes nazis quedarían cortos ante los intentos terroristas contra los israelíes: la diferencia reside en que ahora se interponen los esquemas israelíes de seguridad.

El terrorismo es un instrumento que jamás se debilita, sólo aumenta la gama de sus iniciativas, procura siempre obtener nuevos medios con tal de matar más judíos. Como animales salvajes, que desarrollan sus habilidades en la lucha diaria y siempre procuran mejorarlas – no hacen lo que quieren de la mejor manera, hacen lo que pueden de la manera que sea.

Antecedentes
¿Es casualidad que el tema «suicidio» tiene en lengua árabe dos acepciones, cuando muchas lenguas tienen sólo una palabra – suicida – la misma para los dos sexos? En Occidente generalmente el suicidio es considerado delito, en árabe tiene dos términos, uno para el suicidio «prohibido» y el otro para el suicidio «enaltecido».

Las primeras agrupaciones de suicidas del mundo musulmán datan de los siglos XI-XIII, cuando los «nizaríes», rama de la secta religiosa chiita, ubicados en las áreas montañosas de Persia y Siria, solían salir a acciones de asesinato y terror político que suponían la muerte del asesino y su llegada al paraíso. Su existencia fue comentada por el escritor y viajero veneciano Marco Polo (1254-1324).
Antes de llevar a cabo sus propósitos, generalmente contra reyes, líderes políticos, jefes militares y/o jerarcas religiosos, se les proporcionaba hashish, y por ello se los denominaba los «jashshashiín», origen del término «asesino». Fueron vencidos por los mongoles en 1258 y esclavizados por los sirios en 1272 (que los siguieron utilizando como asesinos).

Cuando comenzaron los atentados suicidas en Jerusalén, rápidamente fueron emulados y sus métodos expandidos. Los responsables por la seguridad de la población de Israel fueron tomados de sorpresa: no se imaginaron que esta vía de acción sería factible en territorio israelí.

Iniciativas nuevas, objetivos fijos
Inicialmente se trataba de voluntarios relacionados al terror, pero luego se sumaron jóvenes, intelectuales, universitarios. Los terroristas de estos días, en Israel, son aún más jóvenes, saben que las probabilidades de quedar con vida empuñando cuchillos o atropellando con automóviles, son mínimas. Ahora intentan llegar con cinturones de explosivos, que con poca dinamita pueden provocar muchas víctimas. Recordemos la masacre de la noche de Pesaj, marzo 2002, en el Hotel Park de Natanya, cuando fueron asesinados 30 israelíes y hubo 160 heridos – el atentado terrorista con mayor número de víctimas en toda la historia de Israel. En ese mes hubo atentados suicidas casi a diario, 23 atentados, con 135 judíos muertos.

Los atentados suicidas han trasladado sus áreas de acción a los aviones comerciales, cuando con poco material se puede provocar gran daño. Ver el avión ruso que partiendo de la península de Sinaí cayera con todos sus 224 ocupantes en su viaje a San Petersburgo. Se considera que los aviones que destrozaron las torres gemelas de Nueva York abrieron esta ruta de masacre…
Las cosas se complican aún más por el hecho que las agrupaciones terroristas han tomado visos de organismos paramilitares – como Hezbollah, que se entrena con métodos y equipos militares, con fuentes de abastecimiento y recursos financieros de Irán.

Irán es hoy el mayor promotor del terror global. Meses atrás Irán era considerado el mayor problema del Medio Oriente – hoy se supone que Irán tiene las llaves de todas las soluciones para el Medio Oriente… Muchas naciones se apresuran a firmar acuerdos con Irán, invertir en ese país y desarrollar proyectos comunes multimillonarios – pero nadie condiciona esa colaboración a cierta suspensión del apoyo iraní al terror mundial. Ante esta realidad, es evidente que Israel tiene la responsabilidad de extirpar esa capacidad destructiva de Irán.

YoramEl Estado Islámico
(Foto: Yoram Schweitzer, Dir. del Instituto de Investigacón del Terrorismo y Guerras de Baja Intensidad, experto internacional en terrorismo suicida, asesor de la NATO.)
En estos días el factor más importante en el mundo del terror es DAESH, o con su actual denominación: IS, el Estado Islámico (Islamic State). Nació en Irak en el año 2006 con el propósito de establecer una infraestructura que se convierta en un estado, pero las circunstancias no fueron propicias. Fue una nueva orientación de una corriente ideológica existente, el Yihad Mundial, cuya versión más representativa fue Al Qaeda. Y al aparecer el líder Baghdadi enarbolando la bandera de DAESH, siglas que hacen referencia territorial a Irak y Siria, el nombre IS convierte al programa en el establecimiento de un Califato islámico suní sin distinciones nacionales. A partir de 2014 la actividad se propaga, logrando relativos éxitos en Afganistán y en Yemen, en Egipto y en Libia, y fueron muy impactantes las víctimas en Francia.
Prácticamente los programas de El Qaeda eran semejantes, pero los gobiernos locales eran muy firmes y sólo al producirse los cambios de la «primavera árabe», al debilitarse o al desparecer los gobiernos existentes, puede Abu Bakr al-Baghdadi imponerse sobre El Qaeda, convirtiendo a las agrupaciones terroristas en ejércitos con territorio bajo su dominio. Es semejante a lo que hizo Hizbolláh: preparó un ejército con capacidades de combate, lo que obligó a Israel a reestructurar tanto sus estrategias como sus tácticas operativas.

Con ingresos de unos 2 millones de euros diarios es el grupo terrorista más rico de la historia, porque tienen una economía muy dinámica: comercian con petróleo, trafican órganos, recogen impuestos, realizan exacciones, explotan la industria del secuestro, roban y trafican con antigüedades; pero también pagan sueldos a los mercenarios que reclutan y estudian.

Los métodos modernos de difusión y comunicación social convierten a DAESH en una potencia interrelacionada, sus mensajes llegan a todas partes, hasta a los lugares más remotos e insignificantes, obteniendo una resonancia muy por encima de sus capacidades reales. Los medios de comunicación son altavoces que propagan la violencia brutal y la destrucción, el pánico y la sumisión.
La estrategia es de miedo. Asustan a las poblaciones, atemorizan a los soldados de los países amenazados que desertan ante las escenas de decapitación, los fusilamientos, los quemados en celdas y las matanzas frente a las filmadoras. Estamos hablando de una especie de Robespierre del Medio Oriente.

El desafío para Israel resulta, entonces, evitar que Daesh – en constante fortalecimiento y expansión – se afiance próximo a sus fronteras.

Tipología del terror
Yaacov(Foto: Gral. ® Yaacov Amidror, Jefe de las Academias Militares de Tzahal, edecán del Ministro de Defensa, Jefe de la Autoridad Nacional de Seguridad)
Podríamos distinguir 6 tipos de terror:
1. Civiles que se rebelan contra las autoridades existentes;
2. Poblaciones bajo control invasor, que luchan en el territorio invadido contra el factor que los domina (Judea, Samaria);
3. Agrupaciones terroristas que operan más allá de las fronteras de sus objetivos (Hamás, Hizbolláh, etc.);
4. Agrupaciones terroristas globales: el planeta es su territorio (Al Qaeda, DAESH, etc.);
5. Terror por razones económicas (América Latina – las luchas por el tráfico de drogas);
6. Terror de Estado (el caso más extremo, Irán).

La lucha en todos esos casos necesita, básicamente, servicios de inteligencia efectivos y fiables – cada uno con características propias.
De nuestra preocupación directa, son los casos tipo 2 y 3. Es imprescindible una capacidad de inteligencia que prevenga los atentados, que permita evitarlos o reducir sus efectos, que los perpetradores no alcancen a realizar sus propósitos. Sin ello, es imposible luchar contra el terror – a diferencia de las guerras clásicas en las que se puede vencer al enemigo aún sin conocer exactamente sus planes. Los datos que los servicios de inteligencia pueden proporcionar no siempre son completos ni exactos: no aseguran éxito, pero sin ellos resulta misión imposible.

¿Cuáles son las bases de los esquemas de inteligencia para una lucha efectiva contra el terror?:
• Conocer al máximo la rutina del enemigo y saber interpretar las circunstancias;
• Disponer de la capacidad tecnológica necesaria, y en este caso Israel goza de ventajas comparativas excepcionales;
• Superar las limitaciones de tiempo y recursos;
• Tener la capacidad de organizarse a tiempo mínimo ante toda amenaza;
• Control completo de las líneas fronterizas y las áreas de importancia estratégica;
• Disponer de una fuerza de fuego impactante, e Israel dispone de esta necesidad – acorde con sus características morales y sus compromisos internacionales.

Estar permanente y sumamente atentos y preparados son las exigencias de esta lucha constante.

 
Comentarios
Eliseo Pardo

Un comentario (el que antecede ) que no pasa de ser una «boutade» carente de gracia y de ingenio …

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