Traducido por Hatzad Hasheni
Netanyahu ha experimentado a expensas de la seguridad y despide a un Ministro de Defensa con trayectoria y profesional a favor de un Liberman no experimentado. El paso dramático le indica claramente al ejército que la escala de valores universales y los valores morales para el combatiente, los que eran aceptables hasta ahora, pasan a quedar anulados.
El despido anunciado del ministro de Defensa Moshe (Boggie) Yaalón y el nombramiento de Avigdor Liberman en su lugar son una acción de un primer ministro irresponsable. Netanyahu pone en peligro nuestra seguridad nacional de una forma que no es razonable, sólo por razones de conveniencia política y por rendirse al ala de la extrema derecha nacionalista de su partido. Reemplazar a Yaalón por Liberman es también un acto sin ética. Con esto Netanyahu está señalándoles a los comandantes de las Fuerzas de Defensa de Israel y del Shin Bet y del Mossad que no pueden expresarse públicamente contra la línea de opinión aceptada por la coalición, y que aquel que se pase de la línea de mensajes que dicta el primer ministro será despedido inmediatamente.
El daño inmediato surge por la falta de responsabilidad de un primer ministro que sustituye a un Ministro de Defensa hábil, valiente, juicioso y con una visión estratégica, que ya ha probado su experiencia más de una vez, por un Ministro de Defensa que no tiene experiencia militar, cuya naturaleza es impredecible y que tomará las decisiones que tal vez van a decidir el destino de todos nosotros desde el momento – desde el segundo – que asumirá su cargo.
Yaalon ha alcanzado muchos logros a lo largo de toda su probada trayectoria en temas de seguridad, comenzado el día que fue nombrado oficial de los paracaidistas o de la elite del comando del estado mayor y terminando como ministro de Defensa en dos gobiernos. También cometió errores, como cuando como Jefe del Estado Mayor creyó que los cohetes de Hezbollah se oxidarían… pero nada se compara con su buen juicio y su capacidad para ejecutar tanto como comandante y como ministro de alto rango.
El ministro de Defensa de Israel no tiene que ser un ex militar. Puede ser un ciudadano y tener éxito en su papel a favor de todos nosotros, como el ministro Moshe Arens en el pasado. Pero tiene que poseer experiencia y una comprensión en cuestiones de seguridad para que pueda tomar decisiones y aprobar acuerdos en cuestión de horas.
Incluso si asumimos que la experiencia acumulada por Netanyahu en temas de seguridad cubrirían en algo la falta de experiencia de Liberman, debe saberse que el Ministro de Defensa toma decenas de decisiones significativas por semana, sin consultar con el Primer Ministro. También aprueba planes operativos y programas de adquisiciones militares y otras cosas antes que se presenten para la aprobación del Primer Ministro y el gabinete de seguridad. El Ministro de Defensa es un selector y ahora deberemos comprobar si con Liberman pasarán su selección los programas operativos que no coincidan con sus creencias políticas.
Ahora se espera que en el Estado Mayor se siente una persona que sugirió bombardear la represa de Asuán y convertir a Gaza en un campo de fútbol. La cooperación en temas de seguridad con Egipto es una piedra angular de la seguridad de Israel durante este tiempo en el que ISIS es una amenaza para nuestra frontera sur y norte. No es difícil imaginar cómo responderá Al-Sissi cuando oiga quién es su socio en el tema.
Por otra parte, en la comunidad internacional, incluidos los Estados Unidos, probablemente no aprobarán el nombramiento de Liberman y el cese de Yaalón. No es ningún secreto que Yaalón no era un favorito de la administración de Obama debido a su bocaza, pero los estadounidenses han honrado sus habilidades y conocimientos para negociar con ellos como Ministro de Defensa, aún en el momento que se sentaron a discutir los detalles de lo que Israel quiere y puede conseguir.
Los soldados de Tzahal pagarán el precio
Finalmente otra palabra acerca del mensaje para el ejército y el daño que se causará por el despido en la “plaza pública” de una persona que en sus ideas políticas quizás no esté muy lejos de Liberman, pero que ha sabido mantener la dignidad humana, su honor y libertad. Tal paso podría concretar lo que Yaalón y el vice Jefe del Estado Mayor Yair Golan advirtieron – “un aplacamiento de los líderes militares del Tzahal y una adaptación en sus informes y planes de acción al espíritu de la corriente radical y beligerante del partido de gobierno” en lugar de lo que es deseable e inherentemente a los problemas de la seguridad nacional.
La dramática medida le indica al ejército, claramente, que la escala de valores universales y la ética militar, tan aceptables hasta ahora pasan a anularse y a quedar sin valor. Desde ahora, la escala de valores es la que ha sido establecida por nuestros antepasados, con su regla de cabecera: “Quien viene a matarte, despiértate antes para matarle”, incluso si no tiene la capacidad o los medios adecuados para llevar a cabo su plan. No sólo es poco ético, sino que también aumenta el peligro que cualquier niña palestina de 12 años con unas tijeras encienda un violento conflicto con los palestinos, incluyendo uno sin ninguna justificación y necesidad.
Quién va a pagar el precio serán los palestinos pero también los soldados israelíes y los ciudadanos israelíes de la mano de alguien que jala demasiado fácil del gatillo. La comunidad internacional aceptará el argumento de los palestinos que “Israel ejecuta” a niños y a adolescentes palestinos. El reemplazo de Yaalón por Liberman es como extender un permiso para los exaltados del gatillo fácil y los pirómanos del lado “correcto” del espectro político.
Es una lástima que el primer ministro haga experimentos políticos a expensas de la seguridad y la confianza de los ciudadanos. Desde el momento en el que Liberman se siente en la silla del ministro de Defensa, yo voy a dormir mucho menos bien por la noche.
*Ron Ben Yishai es un destacado analista en temas militares de varios medios de comunicación con una dilatada trayectoria en la materia. Publicado en hebreo en http://www.ynet.co.il/articles/0,7340,L-4804880,00.html
Un panorama deprimente