En Realidad, Avigdor Lieberman Es Justo Lo Que Israel Necesita Ahora

Traducido para poisrael.org por José Blumenfeld

Los pacifistas pueden estar en pie de guerra por el nombramiento de Avigdor Lieberman como el próximo Ministro de Defensa de Israel, pero los enemigos del país están preocupados – y con razón.

Sí, Lieberman dijo una vez, como el inevitable aluvión de artículos que acompañan a su nombramiento seguramente señalan, que Israel, en el caso de guerra con Egipto, podría bombardear la presa de Aswan, y también dijo que los terroristas palestinos capturados deberían ser «ahogados en el Mar Muerto». Pero Lieberman, podría decirse el mayor bocazas de Israel (recientemente llamó a Netanyahu – el hombre al que ha estado pescando con caña para trabajar con él – «un mentiroso, tramposo y ladrón»), es también un político razonable.

Las creencias centrales de Lieberman están directamente enraizadas en los principios que la mayoría de los israelíes aceptan y que tienen mucho sentido. Él ha expresado su apoyo al establecimiento de un estado palestino junto a Israel como parte de una solución definitiva, pero también sostiene, como lo dijo en el Foro Saban en 2006, que el proceso de negociación se basa en tres supuestos fundamentalmente erróneos: «que el conflicto palestino-israelí es la principal causa de inestabilidad en Medio Oriente, que el conflicto es territorial y no ideológico, y que el establecimiento de un estado palestino basado en las fronteras de 1967 terminará con el conflicto».

Aunque dispuesto a intercambiar territorios (incluyendo el asentamiento de la Margen Occidental de Nokdim, donde vive) bajo ciertas condiciones, Lieberman está resentido por la incesante presión de la administración Obama por concesiones israelíes previas, señalando que más de dos décadas de concesiones a los palestinos «no trajeron resultados ni soluciones». Tiene razón en que encontrar más cosas para que Israel entregue, incluso cuando el ciclo de incitación palestina y la violencia continúan, no es la respuesta.

Habiendo experimentado la pobreza de primera mano durante su crecimiento en la Unión Soviética, Lieberman ha hablado elocuentemente sobre la necesidad de abordar las deplorables condiciones socioeconómicas entre los palestinos. Esto es, en parte, el por qué viene pidiendo desde hace tiempo derrocar al régimen de Hamas en Gaza, que Netanyahu, el ex ministro de Defensa Moshe Yaalon y el resto del establishment político y militar de Israel han llegado a aceptar como un problema manejable.

No todo lo que Lieberman cree está firmemente enclavado en el consenso público israelí, pero incluso sus ideas más extremistas están enraizadas en el duro realismo, no en la ideología o el particularismo étnico. Su defensa, de larga data, de la pena de muerte para los terroristas condenados, por ejemplo, se basa en el simple reconocimiento de que los terroristas palestinos, hoy en día, pueden asesinar basados en la correcta expectativa de que más adelante serán liberados en un intercambio de prisioneros.

Lieberman también es consciente del hecho de que la relación EE.UU.-Israel es de la mayor importancia. Cuando el ministro israelí Naftali Bennett atacó el intento del Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, de reavivar el proceso de paz, Lieberman le replicó rápidamente, diciendo: «Puede haber desacuerdos entre amigos, pero uno [Israel] no tiene que atacar a alguien [EE.UU.]. Cuando el suministro de municiones se agotó durante la Operación Margen Protector, fue Estados Unidos quien lo suministró. Fueron los estadounidenses los que dieron el dinero para Cúpula de Hierro. Fue Estados Unidos el que nos ayudó en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas e impidió con vetos un montón de problemas en el Consejo de Seguridad».

Por supuesto, funcionarios de la administración Obama esperaban que Netanyahu estabilizaría su coalición atrayendo a la centro-izquierda, no a alguien como Lieberman. Apenas unos días antes del anuncio, se esperaba ampliamente que Netanyahu podría formar una coalición con la Unión Sionista de Isaac Herzog, que aboga por una mayor acomodación a las demandas palestinas.

Pero la Unión Sionista ha estado paralizada por divisiones internas, con numerosos miembros de este bloque abiertamente opuestos a las conversaciones de coalición de Herzog con Netanyahu, mientras que se espera que los MK de Lieberman permanezcan leales. Un gobierno de tendencia de derecha estable puede tener más credibilidad para el público israelí que un frágil gobierno de «unidad nacional» cuando se trata de hacer concesiones por la paz. Después de todo, fue la «línea dura» del líder del Likud, Menachem Begin, la que firmó los Acuerdos de Camp David con Egipto en 1978.

Mi estimado colega David Makovsky está preocupado porque Netanyahu está «cerrando la puerta» a políticas que «podrían mitigar una serie de iniciativas internacionales» dirigidas contra Israel en los próximos meses. Esto no podría estar más lejos de la verdad. Lieberman acepta las condiciones del Cuarteto para Medio Oriente para una solución de dos estados. Lo más importante, dijo, «Cuando hay un conflicto entre la integridad de la nación y la integridad de la tierra, entonces la integridad de la nación es más importante. Apoyo un acuerdo [de paz]… cuando insistimos en acuerdos de seguridad, esto es justamente para evitar la loca realidad en la que estamos».

Los pesimistas tienen razón en que el nombramiento de Lieberman para el Ministerio De Defensa casi seguro que será significativo. Se comenta que exigió y recibió seguridades en relación con la libertad que tendrá en el cargo. Pero Lieberman podría ser simplemente el hombre de importancia que Israel necesita en este momento.

*Gregg Roman es Director del Middle East Forum, un centro de investigación con sede en Filadelfia. Es un ex funcionario del partido Yisrael Beytenu y sirvió como asesor en el Ministerio de Defensa de Israel.

http://forward.com/opinion/341375/actually-avigdor-lieberman-is-just-what-israel-needs-right-now/