Diario «La Nación» 21/ 6/ 2016
«La casa de remates Hermann Histórica de Munich en un comunicado afirmó que el fin de su venta fue ofrecer estos objetos a los museos y hacer una aporte a la ciencia de ropa y objetos personales de Hitler y Göring. En la descripción figuran los pantalones de Hitler, una radiografía de la cabeza del dictador, el camisón de Góring y sus calzoncillos y un reloj de éste y el recipiente de bronce que contenía el vial de cianuro con el que el «mariscal del aire» se suicidó antes de su prevista ejecución en Nüremberg en 1945. También había medias, corbatas, manteles, y un certificado fiscal de tenencia de perros de la colección de John K. Lattimer, un médico estadounidense que trató a los tenidos alemanes durante los juicios Todo esto y mucho más por 676.000 dólares comprados por un misterioso argentino que se acreditó con el número 888, en referencia al 88 que los neonazis usan como abreviación de la HH (Heil Hitler), por el número de la posición de la letra H en el alfabeto»: Todo esto relatado por un periodista encubierto enviado por el diario alemán Bild a una subasta de 169 reliquias».
Boletín «Radio Jai» 21/6 / 2016
Una periodista de esta emisora fue enviada a una subasta de objetos personales de sionistas famosos en Israel evaluados en millones de shekalim como un aporte a la memoria de los grandes realizadores del sionismo y para ser vendidos a los antisemitas del mundo así coleccionan unos odio más. En la descripción figuran los pantalones de Ben Gurion con restos de arena petrificada del Desierto del Neguev y una ligas de su esposa Pola con las que lo erotizaba en el kibutz Sde Boker; una radiografía de la cabeza de Albert Einstein para demostrar la inteligencia judía; el camisón estampado con menorot y Maguen David de Golda Meir con el que dormía en su casa de Rehavia tentando a sus vecinos desde su mirpeset; los calzoncillos reforzados por los megatestículos que tenía Moshé Dayan; un reloj de bolsillo de Menajen Beguin para cuando hacía explotar los arsenales británicos a la hora señalada y burlando su english style; el smoking de Teodoro Herzl que usó en el Primer Congreso de Basilea con un agujero en la solapa por el pin de Dreyfus; la toalla con la que Itzhak Rabin se lavó la mano después de estrecharla con Arafat; una foto de Jaim Weizmann con cara de santo por su descubrimiento de los precursores de la dinamita; un cuadro de Ariel Sharon flaco y con ramas de olivo en la boca como si fuera una paloma de la paz; un traje príncipe de Gales de Shimon Peres por ser el mejor vestido de la Knesset; un abono para pacientes árabes para el Hospital Hadassah, de Jerusalem, autografiado por Henrietta Szold; una matraca conservada en formol con la que la Reina Ester alejó a los enemigos de los judíos en Persia y una partitura de Noemí Shemer de su Jerusalem de oro para los que creen que es una fantasía. También un permiso para transitar con un camello por Ben Yehuda repartiendo libros en hebreo. Y como si esto fuera poco un falafel modelo granada con todos los picantes israelíes para los detractores del sionismo para que exploten de gula antisemita. Los compradores deberán usar para identificarse AMJ- abreviatura de Am Israel Jai, a pesar de su xenofobia.
