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| viernes noviembre 22, 2024

Una corriente de mentiras


Cuando uno de los jefes de Rompiendo el Silencio comete libelo de sangre, diciendo que judíos envenenaron un pozo de un pueblo de la Margen Occidental, el resultado son mentiras que fluyen y desembocan en una piscina de difamación internacional contra el Estado Judío.

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Uno de los jefes de Rompiendo el Silencio, Yehuda Shaul, dijo con respecto a un pueblo de la Margen Occidental – en perfecto Inglés – que «es interesante que ellos (los residentes) hayan regresado porque, hace unos años, los colonos envenenaron todo el agua del pueblo».

Fui a Romper el Silencio para tratar de entender lo que querían decir. Me mencionaron un supuesto incidente que se produjo en 2004, en el que varios palestinos presentaron una queja por cadáveres de pollo arrojados a un pozo.

Escribieron acerca de esto en la página web de Rompiendo el Silencio, y subieron un corto vídeo en su página de Facebook que muestra a Shaul atribuyendo los hechos a la obra de vándalos. El hecho de que existan estos vándalos que pueden o no haber lanzado cadáveres de pollo al pozo no hace que sean verdad las palabras de Shaul.

Habló de «envenenamiento de todo el suministro de agua». Esto nunca ocurrió. Habló de que todo el «pueblo fue evacuado por un período de varios años”. Esto tampoco ocurrió nunca.

Cuando tomamos todo lo que Shaul ha dicho, y lo combinamos con las palabras del activista de Rompiendo el Silencio Avner Gavriyahu – activista que afirma que las FDI disparan contra palestinos inocentes como si estuvieran jugando un juego de video – el resultado no es crítica, sino demonización.

Con esta propaganda barata, la gente de todo el mundo llegará a la conclusión de que Israel trata a los palestinos de la misma manera que los nazis trataron a los judíos. Esta no es la manera de lograr el fin de la ocupación. Esta no es la manera de promover el entendimiento mutuo y la reconciliación entre judíos y palestinos. Esta es la forma de aumentar la hostilidad y el odio. Así es como se impulsa más lejos a la paz.

The Independent, Al Jazeera y otros medios de comunicación publicaron una historia diciendo que «Israel corta el suministro de agua a los palestinos durante el sagrado mes musulmán del Ramadán». Esto es información falsa. No hubo corte del agua en la Margen Occidental.

Al Jazeera publicó otro artículo con una respuesta de la Administración Civil de la Margen Occidental. Mientras tanto, el diario británico de izquierda insistió en la historia de que recibieron la información de fuentes palestinas y no encontraron necesario corregir lo que escribieron.

Esta semana los palestinos llevaron la historia un paso más adelante, diciendo: «Rabí Shlomo Melamed, jefe del Consejo Rabínico de la Margen Occidental, les dio permiso a los colonos para envenenar el agua potable palestina».

No hay rabino con ese nombre que encabeza el Consejo de Rabinos de la Margen Occidental. De hecho, el Consejo de Rabinos de la Margen Occidental no existe en absoluto.

Palestina Media Watch (PMW) expuso este círculo concéntrico de mentiras; el primer círculo está formado por las mentiras que lanza Yehuda Shaul, en relación con el «envenenamiento de los pozos» en un pueblo.

El segundo círculo fue un comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores palestino en relación con el «envenenamiento de pozos en toda la Margen Occidental», junto con el rabino Melamed y su consejo, y afirmando que la historia fue cubierta por el canal 10 israelí. El mensaje incluyó una advertencia sobre la esperada muerte de miles de palestinos, y una condena por el silencio de la comunidad internacional sobre la cuestión.

El tercer círculo fue un comunicado oficial de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que combinó lo que dijo Shaul con los presuntos rabinos del presunto consejo rabínico que supuestamente apoyan el envenenamiento de pozos palestinos.

Si se examina realmente la infraestructura del agua de la Margen Occidental, se ve que, a partir de 1967, ha habido una revolución de la infraestructura.

agua 2

 

Cuando Israel ocupó la Margen Occidental, sólo cuatro de las 700 poblaciones tenían agua corriente. Para el año 2004, la cantidad había aumentado a 643 poblaciones, de un total de 708, con agua corriente en toda la Margen Occidental. Y mientras que las necesidades de agua de las zonas judías son mayores que las de los pueblos palestinos, Israel no tiene necesidad de utilizar recursos hídricos tales como los acuíferos, mientras que los palestinos sí lo hacen. La administración civil ha provocado una increíble revolución para beneficio de los residentes allí.

Es inútil pedirles a los representantes de Rompiendo el Silencio que cuenten toda la historia – eso va en contra de su agenda. Pero no hay razón para crear una falsedad. No hay ninguna razón para tomar a un judío que engaña y roba y, entonces, convertir a todos los judíos en tramposos y ladrones.

Estos métodos son de mal gusto cuando lo hacen los racistas contra los musulmanes, y son de mal gusto cuando son utilizados por los antisemitas contra los judíos. También son de mal gusto cuando son utilizados metodológicamente por activistas de Romper el Silencio contra el Estado de Israel. Debemos luchar por un Israel civilizado, pero no hay necesidad de convertir a Israel en un monstruo.

 
Comentarios
Daniel Yagolkowski

Si bien la nota es interesante, hay algunos puntos con los que estoy totalmente en desacuerdo porque me da la impresión de que es una forma subrepticia de querer la legitimación de una mentira: el autor dice que «Esta no es la manera de lograr el fin de la ocupación»¿Cuál ocupación, la de Israel en SU propia tierra, pues Gaza es parte de la antigua Samaria (del reino de Judea) o la ocupación de descendientes de refugiados árabes de 1948 que, después de la primera guerra de supervivencia de Israel, no pudieron regresar a su propio país, Jordania, ni fueron aceptados por otros países árabes, que esperaban que Israel se vengara en esos usurpadores? Seguir diciendo esto es legitimar una mentira, aún más grande que la de los libelos antijudíos (el antisemitismo nunca existió, al igual que el antisionismo: fueron meros eufemismos para ANTIJUDAÍSMO). Las palabras del autor de la nota ya están dando pábulo para que los musulmanes, generosamente, acepten que quizá sí hubo excesos con los liberlso, pero el hecho importante es que un cronista judío está hablando de ocupación…¡Y NO HAY TAL OCUPACIÓN!.
Otra mentira: los racistas hablan mal de los musulmanes: ¿qué quiere este cronoista que se diga de bueno, que los musulmanes favorecen la pederastia, la violencia contra mujeres y homosexuales, la absoluta intolerancia de otras religiones, que en sus mezquitas profieren alaridos maldiciendo a Israel y pidiendo su destrucciól durante lo que ellos llaman Naqba (calamidad) (La fecha de creación del Estado de Israel); las torguras a los prisioneros, la persecución de otras religiones, la violencia que extienden por el mundo…?
Por último:» Cuando Israel ocupó la Margen Occidental…». ¿Qué Margen Occidental? Ése fue el nombre que los traidores de la ONU le pusieron a la línea imaginaria que alcanzó el avance israelí, después de la derrota tremenda que le impuso a los ejércitos árabes coaligados en 1948? A menos que este cronista quiera decir, elípticamente, que Israel RECUPERÓ Jerusalem y, nuevamente haciéndose eco de la mentira antiisraelí, Jerusalem no fue reunida sino ocupada por Israel.

Entiendo que la editorial no sea responsable por lo que escriben los cronistas, pero sí lo son por que una publicación que supuestamente aboga por la verdad sobre Israel y contra el antijudaísmo, ponga cosas que van contra eso, pues toda la nota no tiene más importanciua que la de señalar detalles de la permanente mentira árabe pero, en lo sustancial, reivindica una: la de los «palestinos», pueblo que sí existió desde la época de la dominación romana: antes se los conocía como JUDÍOS… pero nunca fueron árabes.

El judaísmo enseña que toda persona debe hacerse responsable de sus actos. Nunca entendí porqué Israel no inicia acciones legales contra sus difamadores reclamando que prueben sus afirmaciones. Especialmente contra aquellos que poseen la nacionalidad israelí. Estoy seguro que cuidarían sus palabras. Una cosa es la libertad de expresión. Otra muy distinta es la libertad irrestricta para difamar.

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