Presidente de Sudán, Omar Hassan al-Bashir, recibe al presidente de la AP Mahmoud Abbas en el aeropuerto de Jartum el martes .. (Foto: REUTERS)
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
The Jerusalem Post ha sabido que Israel sigue haciendo incursiones en África, cuando se espera que Chad – que se encuentra, repentinamente, en la línea del frente en la lucha contra extremistas islámicos – sea el próximo estado africano de mayoría musulmana que restablezca relaciones con Jerusalén.
El miércoles, Guinea e Israel anunciaron el restablecimiento de relaciones, y el Primer Ministro Benjamin Netanyahu – que visitó cuatro países de África Oriental a principios de este mes – dijo que otro país africano no tardaría en seguir su ejemplo.
Chad rompió relaciones con Israel en 1972 después de estar bajo una intensa presión de sus vecinos árabes, Libia y Sudán.
El Post informó a principios de este mes que las delegaciones de Chad y Mali, ambas del África subsahariana, estuvieron recientemente en Israel. Chad, al igual que Guinea, es miembro de la Organización de Cooperación Islámica, de 57 miembros.
Pero mientras que los países africanos parecen ser amigables con Israel, el Ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina, Riyad al-Maliki, anunció esta semana que la AP y Sudán estaban coordinando «frenar los movimientos israelíes» en África.
«El presidente Mahmoud Abbas y su homólogo sudanés, Omar al-Bashir, discutieron desarrollar una estrategia para el continente africano y coordinar frenar los intentos de Israel de avanzar en África», les dijo el ministro de relaciones exteriores de la AP a un grupo de periodistas en Khartoum.
El sábado, el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, llegó a Kigali, Ruanda, para pronunciar un discurso en la 27ª Cumbre de la Unión Africana. Continuó a Khartoum, donde firmó una serie de acuerdos con Sudán, uno de los cuales establece un mecanismo de consultas políticas entre la AP y los gobiernos sudaneses.
El viaje de Abbas a Ruanda se realizó apenas dos semanas después de que Netanyahu visitara el país como parte de una gira por África, la primera de un primer ministro israelí en casi 30 años, y se entiende que es un intento de la AP para frenar el desarrollo de las relaciones entre Israel y los países africanos. La renovación de las relaciones con Chad es de particular importancia para Israel, ya que la cuenca del Lago Chad es la «zona cero» en la lucha contra el Islam radical en África, como recientemente denominó al país, en The New York Times, el General de Brigada Donald C. Bolduc, comandante de operaciones especiales del ejército de EE.UU en África.
En abril, un cargamento de armas, que se cree provenía de los combatientes del Estado Islámico en Libia, fue confiscado cerca de la frontera entre Libia y Chad. Se dirigía a la zona del Lago Chad, aparentemente destinado a Boko Haram, aumentando las preocupaciones de que las dos organizaciones terroristas estan ahora cooperando estrechamente. Boko Haram está activo en Nigeria, Camerún, Níger y Chad.
Funcionarios diplomáticos dijeron que un importante impulso para el aumento del interés africano en mejorar relaciones con Israel, tiene que ver con el deseo de aprovechar su experiencia sobre la forma de luchar contra el terrorismo islamista radical. Estos países, muchos de ellos que enfrentan amenazas terroristas importantes, están interesados en recibir capacitación antiterrorista de Israel para sus unidades militares de élite, así como también acceder a la inteligencia y la tecnología israelí.
Además, dijo un funcionario de alto rango, los estrechos vínculos de seguridad de Israel con Egipto y Jordania – además de los famosos, pero desapercibidos contactos con Arabia Saudita y países del Golfo Pérsico – han convencido a muchos países africanos de que ya no tienen que preocuparse por la presión árabe contra el desarrollo de relaciones con Israel, dado que los propios estados árabes tienen vínculos con Israel.
Tanto el Presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, como el Primer Ministro de Etiopía, Hailemariam Desalegn, lo dijeron públicamente durante las conferencias de prensa con Netanyahu durante su visita a sus países a principios de este mes.
Es obvio, dijo el funcionario, que Israel y muchos de los estados africanos tienen ahora un enemigo común en el extremismo islámico, y los estados africanos están interesados en beneficiarse de la experiencia de Israel en combatirlo.
Mientras tanto, el presidente de Togo, Faure Gnassingbé tiene programada una visita el mes próximo, mientras que Netanyahu está interesado en ir a África Occidental en un futuro próximo, y celebrar una cumbre con países de allí, similar a la que llevó a cabo este mes en Uganda con los líderes de siete países de África Oriental. Gnassingbé es considerado un candidato para reunir dicha cumbre.
Mientras tanto, el jueves, Abbas tenía previsto viajar a París para consultar con el presidente François Hollande sobre la iniciativa francesa para hacer avanzar el proceso de paz. Se supone que la semana siguiente volverá África para una cumbre de la Liga Árabe en Mauritania.
Ziyad Ayyad, profesor de ciencias políticas en la Universidad Al-Quds de Jerusalén, dijo que a pesar de los esfuerzos de Abbas, Sudán por sí sola no podrá frenar el desarrollo de las relaciones entre Israel y los países africanos.
«Los países no árabes de la cuenca del Nilo están estrechamente relacionados con Israel en términos económicos y de seguridad, lo que hace que sea difícil para [Sudán] influir en sus posiciones en relación con Israel», dijo.
Atrás de ese criminal y corrupto vestido elegantemente como importante jefe de estado (inexistente) los palestinos no tienen nada útil para ofrecer, ni a África ni al resto del mundo.