[La bandera de la Autoridad Palestina es levantada por la delegación de Florida durante la votación de la plataforma de la Convención Nacional Demócrata de 2016 en Filadelfia. Crédito de la foto: medios de comunicación social]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Activistas pro Autoridad Palestina están con todas las insignias en la Convención Nacional Demócrata, dirigidos – por supuesto – por judíos liberales estadounidenses luciendo brillantes insignias negras y amarillas en sus remeras blancas que proclaman «Apoyo los Derechos Humanos PALESTINOS», como afirmando que no existe ningún otro derecho humano.
[USPalestinianNetwork @uspcn]
El delegado de Florida, Ahmed Bedier, respondió en Twitter a los activistas, con igual orgullo, que su delegación «acaba de levantar [la] Bandera de Palestina en #DNCinPHL durante la votación de la plataforma #ProgressiveforPalestine».
[Nosotros, en la delegación de Florida, acabamos de levantar la bandera de Palestina en #DNCinPHL durante votación de la plataforma #ProgressiveforPalestine]
Recuerden, lectores, no se trata realmente acerca de Estados Unidos, o del Partido Demócrata, después de todo, o incluso sobre del candidato Demócrata a la presidencia de Estados Unidos.
Todo se trata acerca de la enésima generación milenaria que todavía sueña sobre su estatus de fantasía como «refugiados» o del de sus amigos – o que han idealizado a «la Causa» en su nombre.
Pero estos liberales de salón aún tienen que pasar un año sabático con sus abuelos o los de sus amigos en los hogares que dicen que extrañan tanto. Es decir, los que una vez fueron administrados por las autoridades jordanas o las egipcias.
Están en mejores condiciones hoy en día, pero esos pueblos estaban tan mal mantenidos que en muchos de ellos no había alcantarillado en las calles. Más del 90 por ciento de los hogares estaban obligados a proporcionarse su propia electricidad, mediante generadores diésel, y su propia agua de cisternas del pueblo y tanques en sus techos.
Muchos del pueblo tenían infraestructura básica que estaba tan mal mantenida, de hecho – los números son tan abrumadores – y la población se ha mantenido tan hostil, que le ha tomado todo este tiempo a Israel hacer algo al respecto.
Pero muchos de los residentes, sobre todo en la Autoridad Palestina, donde cuatro generaciones han sido alimentadas con una dieta constante de incitación patrocinada por el gobierno a través de los medios de comunicación, de las mezquitas y del programa de estudios, que prefieren su miseria y su ciudadanía de la AP a cualquier mejora proveniente de Israel .
Pero bueno, ¿por qué alguien debería quejarse por su nostalgia por los «buenos viejos tiempos» si eso es lo que prefieren? Después de todo, Jordania está justo al lado y a sólo un salto sobre el puente Allenby, y Egipto está justo al sur de la frontera – suponiendo que cualquiera de sus amorosos hermanos árabes les abrirá sus puertas para dejarlos entrar.
**Sobre el autor: Hana Levi Julian es una analista de noticias de Medio Oriente con un título en Comunicación de Masas y Periodismo de Southern Connecticut State University. Una ex columnista de The Jewish Press y editor principal de Arutz 7, la Sra. Julian ha escrito para Babble.com, Chabad.org y otros medios de comunicación, además de sus años de trabajo en el periodismo radiotelevisivo.
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