[¿Un hombre, un voto, una vez? El líder de Hamas, Ismail Haniyeh (izquierda) y el líder de Fatah, Mahmoud Abbas (también presidente de la Autoridad Palestina) son fotografiados votando en las últimas elecciones para el Consejo Legislativo Palestino, que tuvo lugar en 2006.]
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
- Abbas decidió convocar a elecciones locales y municipales porque sus asesores lo convencieron de que Hamas boicotearía la votación, según Husam Khader, funcionario de alto rango de Fatah.
- La primera señal de la aterradora plataforma de Hamas surgió cuando uno de sus muftis más importantes, Yunis Al-Astal, emitió una fatwa prohibiendo a los palestinos votar por cualquier otro partido que no sea Hamas. El mufti decretó «Cualquier persona, hombre o mujer, que vote por un partido distinto a Hamas será considerado un infiel y apóstata y su arrepentimiento no será aceptado incluso si ayunaron, rezaron o realizaron el Hajj [peregrinación] a la Meca».
- En el pasado, esta táctica de Hamas ha funcionado. En la elección parlamentaria anterior, Hamas utilizó la misma propaganda para lavarles el cerebro y asustar a los votantes palestinos.
- Al convocar a elecciones y permitir que Hamas participe, Abbas está cavando su propia tumba, y presidiendo el entierro de cualquier así llamado proceso de paz con Israel.
Es temporada de elecciones en la Margen Occidental y la Franja de Gaza. Los palestinos se preparan para emitir su voto en elecciones locales y municipales, que tendrán lugar el 8 de octubre. Las próximas elecciones serán diferentes a la anterior, celebrada en 2012 sólo en la Margen Occidental, cuando Hamas boicoteó la votación, permitiendo que la facción rival Fatah cantara victoria.
Esta vez, Hamas ha decidido unirse a la lucha política – una movida que tomó por sorpresa a Fatah y a sus líderes, incluyendo al Presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas.
La decisión de Hamas de participar en las elecciones locales y municipales ha agravado aún más las tensiones con la facción Fatah de Abbas, que sigue sufriendo profundas divisiones y rivalidades internas.
En las últimas semanas, Hamas y Fatah se han acusado mutuamente de tomar medidas enérgicas contra partidarios del otro en la Franja de Gaza y la Margen Occidental, en un intento de afectar los resultados de las elecciones.
Según Hamas, en las últimas semanas las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina han arrestado a decenas de partidarios del movimiento islamista en la Margen Occidental. Hamas afirma que la represión se intensificó después de su decisión de participar en las elecciones. Hamas afirma también que algunos de sus partidarios detenidos han sido torturados, lo que llevó a algunos de ellos a hacer huelga de hambre en las cárceles palestinas.
Samira Halaykeh, una representante de Hamas en la Margen Occidental, dijo que la represión era una «extensión» de la campaña de detenciones que la AP ha estado llevando a cabo contra el movimiento islamista desde hace varios años. Predijo que la última represión, en realidad, serviría como un boomerang, al fortalecimiento de Hamas.
«La Autoridad Palestina y sus fuerzas de seguridad deben garantizar la seguridad de todos los palestinos para que puedan ejercer su legítimo derecho a ser candidatos y votar en las elecciones», agregó. «La Autoridad Palestina necesita evitar cualquier forma de intimidación y represión política e intelectual contra los votantes».
Otro representante de alto rango de Hamas en la Margen Occidental, Bassem Al-Za’areer, condenó las detenciones de partidarios de Hamas por parte de la Autoridad Palestina, por «motivos políticos». También alegó que la represión estuvo dirigida a socavar las posibilidades de Hamas de ganar las elecciones. La represión, agregó, refleja el «estado de desesperación y pánico» de la AP después de la decisión de Hamas de participar en la votación. La Autoridad Palestina le teme a una «competencia imparcial y decente», explicó.
La represión contra Hamas de la Autoridad Palestina en la víspera de las elecciones ha irritado, incluso, a algunos funcionarios de alto rango de Fatah, como Husam Khader del campo de refugiados Balata, cerca de Nablus, la ciudad palestina más grande de la Margen Occidental.
«Los arrestos políticos solidifican la dictadura del partido [Fatah] en el poder», acusó Khader. «La Autoridad Palestina está buscando cualquier excusa para suspender las elecciones porque le teme a la democracia más de lo que le teme a Israel». Según Khader, Abbas decidió convocar a elecciones locales y municipales porque sus asesores lo convencieron de que Hamas boicotearía la votación. El funcionario de alto rango de Fatah predijo que la lucha intestina en Fatah jugaría a favor de Hamas en las próximas elecciones. Esto es precisamente lo que ocurrió en las elecciones parlamentarias de 2006, cuando las divisiones dentro de Fatah facilitaron la victoria de Hamas.
Del mismo modo, Fatah sostiene que Hamas ha estado llevando a cabo una campaña de intimidación y detenciones contra los partidarios de Fatah en la Franja de Gaza – también con el fin de perturbar las próximas elecciones y socavar el desempeño de Fatah en las urnas.
En las últimas dos semanas, varios activistas de Fatah en la Franja de Gaza fueron detenidos por las fuerzas de seguridad de Hamas, que también le han prohibido a Fatah llevar a cabo campañas electorales o realizar manifestaciones públicas. La semana pasada, como parte de esta represión, un tribunal de Hamas condenó a un ex «general» de la Autoridad Palestina a siete años de prisión por «colaboración» con las fuerzas de seguridad de la AP en la Margen Occidental. Otros tres activistas de Fatah fueron condenados a cinco años por el mismo crimen.
En un esfuerzo por calmar las tensiones entre Hamas y Fatah, la Comisión Electoral Central palestina decidió pedir a las dos partes firmar un documento, «Código de Conducta», que requiere que todos los candidatos y partidos eviten campañas de difamación, calumnias, y fomentar la lucha sectaria o racista. El documento también requiere que todos los participantes en las elecciones se abstengan de «explotar los sentimientos religiosos, sectarios o tribales» en sus campañas y eviten también cualquier forma de intimidación, como declarar, a los unos a los otros, traidores, apóstatas e infieles.
Aunque Fatah y Hamas se han comprometido a cumplir con los términos del «Código de Conducta», conocido en árabe como mithak sharaf, las dos partes, que no son famosas por honrar acuerdos, parecen resueltos a recurrir a todos los métodos disponibles para persuadir a los electores a votar por cada uno de ellos.
Por ahora, las dos partes han presentado sus plataformas electorales en los medios de comunicación sociales y emprendido una campaña de difamación contra la otra parte.
Se supone que, en las elecciones locales, se trata de quién puede proporcionarle a las personas los mejores servicios municipales y mejorar sus condiciones de vida. Por lo tanto, se podría esperar que los candidatos se postulen con una plataforma que prometa nuevas escuelas, carreteras, parques, centros deportivos y otros servicios municipales. Pero en el caso de los palestinos, las elecciones locales y municipales parecen haber asumido un nuevo significado y papel. De hecho, las próximas elecciones parecen cualquier cosa menos una votación por un alcalde o un miembro de un consejo municipal o del pueblo.
Hamas, cuyos líderes parecen ser entusiastas y optimistas sobre la próxima votación, ha aprovechado la oportunidad para emprender una campaña electoral masiva en Facebook y Twitter para promover su ideología extremista mediante la intimidación y acusando a sus rivales de infidelidad, blasfemia y profanación. El mensaje de Hamas a los votantes palestinos: Voten por nosotros o de lo contrario serán considerados infieles y terminarán en el infierno.
La primera señal de la aterradora plataforma de Hamas surgió cuando uno de sus muftís más importantes, Yunis Al-Astal, emitió una fatwa (decreto religioso islámico) prohibiendo a los palestinos votar por cualquier otro partido que no sea Hamas. El mufti decretó: «Cualquier persona, hombre o mujer, que vote por un partido distinto a Hamas será considerado un infiel y apóstata y su arrepentimiento no será aceptado incluso si ayunaron, rezaron o realizaron el Hajj [peregrinación] a la Meca».
La fatwa de Hamas provocó una ola de enojo en muchos palestinos, que se apresuraron a acusar al movimiento islamista y a sus líderes de llevar a cabo una campaña de intimidación y terror contra los votantes.
«Esta es la política de la Hermandad Musulmana [de la cual Hamas es una rama]», comentó Hisham Sawalhi, un palestino de la Margen Occidental. «Los que apoyan a la Hermandad Musulmana son creyentes, mientras que los que se le oponen son infieles».
Un caricaturista de la Franja de Gaza, afiliado a Hamas, Baha Yasin, publicó una caricatura que lleva el mismo mensaje que la fatwa. «Un musulmán palestino no vota por infieles seculares», subtituló una caricatura que representa a los partidarios de Fatah como no creyentes que fuman nargilas y cigarrillos. La leyenda que acompaña a la caricatura también denuncia a los partidarios de Fatah de «insultar a Allah» y al Islam.
Rajai Al-Halabi, que está a cargo de la «cartera de las mujeres» en Hamas, también suscitó controversia cuando apareció en Al-Jazeera declarando que el Islam surgió por primera vez en la Franja de Gaza con la creación de Hamas.
Su declaración, que se produjo en el contexto de la campaña electoral de Hamas, suscitó fuertes condenas y sarcasmos de muchos palestinos. «Esto significa que todos los que murieron antes del establecimiento de Hamas eran infieles”, comentó Hamzeh Abu Ajaleh, un palestino de la Franja de Gaza. “En cualquier caso, mi abuelo no consumía alcohol y mi abuela solía cubrir su cabeza», escribió en reacción a la declaración del funcionario de Hamas.
«Hamas ha lanzado su campaña electoral no oficial mediante la emisión de escrituras de perdón y llevándonos de vuelta a la Edad Media», dijo el analista político palestino Mahmoud Sabri.
- «Han convertido mezquitas en tribunas para dar conferencias políticas, no religiosas. Cualquier ciudadano que no vote por Hamas estará más cerca de entrar en el infierno y Allah le preguntará, en el Día del Juicio Final, por qué no votó por las personas adecuadas. Hamas quiere que creamos que si no los apoyamos, entonces estamos en contra del Islam y que participamos en la guerra contra nuestra religión».
Algunos palestinos, en la Franja de Gaza, dijeron esta semana que Hamas ha formado un equipo especial para gestionar su campaña de propaganda en preparación de las elecciones locales y municipales. Este equipo ha comenzado a operar en dos frentes: en primer lugar, una campaña pública para vender los «logros» de Hamas desde su violenta toma de la Franja de Gaza en el verano de 2007 y, en segundo lugar, librar una campaña de difamación en contra de sus rivales de Fatah, representándolos como traidores, agentes israelíes, infieles y enemigos de Allah y el Islam.
«Un voto por Hamas es un voto a favor de la resistencia y un voto a favor de Allah y el Islam», se lee en una de los carteles de Hamas para las elecciones. Otros carteles publicados en los medios sociales destacan el hecho de que la mayoría de los representantes de Fatah no son musulmanes fieles y no rezan o practican ninguno de los otros pilares del Islam.
Esta táctica de Hamas ha funcionado en el pasado. En las elecciones parlamentarias anteriores, Hamas utilizó la misma propaganda para lavarles el cerebro y asustar a los votantes palestinos. Hamas también ha recurrido a la misma retórica durante las campañas para las elecciones de los consejos de estudiantes universitarios y diversos sindicatos profesionales en la Margen Occidental y la Franja de Gaza. Algunos palestinos, en particular los leales a Fatah, temen que Hamas, una vez más, se las arregle para convencer a los votantes palestinos para que voten a favor del movimiento islamista, explotando el Islam para intimidarlos.
Sin embargo, no puede ignorarse que hay otras razones por las que los palestinos podrían, no obstante, preferir votar por Hamas y no por Fatah. Casi dos meses antes de las elecciones, las tensiones en Fatah parecen estar en aumento. Muchos representantes de Fatah están amenazando con postularse para las elecciones como candidatos independientes o como representantes de sus clanes. Esto ya ocurrió en las elecciones parlamentarias de 2006 y dio lugar a la derrota de Fatah a favor de Hamas. Y es por eso que algunos funcionarios de Fatah ya tienen dudas acerca de las elecciones y algunos de ellos incluso han pedido abiertamente al liderazgo de la Autoridad Palestina considerar posponerlas hasta nuevo aviso.
La semana pasada, Mahmoud Abbas, según los informes, expulsó de la facción Fatah a cuatro funcionarios de alto rango «rebeldes». La decisión se produjo en medio de crecientes tensiones entre los altos mandos de Fatah sobre las próximas elecciones.
Para Hamas, las próximas elecciones son una oportunidad para consolidar su poder y extender su control de la Franja de Gaza a la Margen Occidental. Hamas también considera a las elecciones locales y municipales como una prueba para las futuras elecciones parlamentarias e, incluso, presidenciales. Sin lugar a dudas, una victoria de Hamas en las próximas elecciones tendría un impacto en las futuras elecciones y enviaría un mensaje al mundo de que la Autoridad Palestina es débil y ha perdido gran parte de su credibilidad y posición entre los palestinos. Al llamar a elecciones y permitir que Hamas participe, Abbas está cavando su propia tumba. Por no hablar de que `resodorá el entierro de cualquier así llamado proceso de paz con Israel.
Khaled Abu Toameh, un galardonado periodista, vive en Jerusalén
https://www.gatestoneinstitute.org/8670/palestinians-local-elections
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