Traducción para PorIsrael.org: Marcelo Piwnica
El 14 de octubre, en la víspera de Shabat y de la fiesta judía de Sucot, el director ejecutivo de B’Tselem Hagai El-Ad se dirigió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas rogando medidas concretas y urgentes para poner fin al control israelí de Cisjordania. Yo no estoy de acuerdo con lo que El-Ad dijo en el Consejo y no estoy tampoco de acuerdo con el método que eligió para lograr un avance en su agenda. Pero en solo un punto estoy de acuerdo con él: sus muchas críticas deben sostener sus argumentaciones.
Antes que haga eso, déjenme remarcar el lugar elegido por El-Ad para llevar adelante su caso en los Derechos Humanos y en la Ley Internacional.
En el Consejo de Seguridad dos miembros permanentes (Rusia y China) son ocupantes, abusadores de los Derechos Humanos y violadores de la ley internacional. Rusia ocupa parcialmente Chechenia, Georgia y Ucrania. Está cometiendo crímenes de guerra en Siria. Periodistas críticos y líderes de la oposición son eliminados por el Kremlin. China ocupa el Tíbet. El gobierno comunista de China pisotea los Derechos Humanos en casa (incluidos los ciudadanos anteriormente gobernados por Inglaterra en Hong Kong) y desafía la Ley Internacional en el extranjero (recientemente en julio de 2016, China desafío a la Corte Internacional de Justicia en su decisión sobre el sur del Mar de China, mientras amenazaba a Japón y Filipinas con acciones militares).
Después también están los miembros no permanentes como Venezuela y Egipto. Venezuela es una corrupta autocracia en bancarrota. Egipto estrangula a la Franja de Gaza con una frontera sellada contribuyendo a la miseria humanitaria que a gusto de B’Tselem debe ser Israel que cargue con las culpas.
El Consejo de Seguridad es un muy inapropiado lugar para la defensa de los Derechos Humanos y las leyes. En efecto lo que Hagai El-Ad hizo equivale a rogar castidad en un burdel.
Ahora vamos al contenido de la declaración de EL-Ad en el Consejo de Seguridad. En su presentación, El –Ad denunció las distracciones a la gran imagen de Israel. Pero El-Ad lo hizo el mismo. La ‘’gran imagen’’ es que el estancamiento que denuncia El-Ad tiene muchas causas y no se puede culpar solo a Israel. Una de las causas es el rechazo palestino de un compromiso territorial en cinco ocasiones: en 1937 (la Comisión Peel);en 1947 (plan de partición de las Naciones Unidas);en julio 2000 (la propuesta de Ehud Barak en Camp David);en diciembre 2000 (los ‘’parámetros’’ del presidente Clinton) y en 2008 (la propuesta de Ehud Olmert).Los intentos pasados para terminar con el estancamiento han fallado, principalmente por el rechazo de los palestinos a planes que podrían haberles otorgado un estado sobre la mayoría de la Cisjordania y sobre toda la franja de Gaza.
Teóricamente Israel podía retirarse unilateralmente de Cisjordania (o de la mayoría de ella) para terminar con su control parcial sobre la población palestina (digo parcial porque este control es también ejercido por la autocrática y corrupta Autoridad Palestina, algo que El-Ad eligió no mencionar). Pero el precedente de la retirada israelí de 2005 de la Franja de Gaza nos dio una lección vista anticipadamente por muchos: que la alternativa es un gobierno militar parcial después de una retirada unilateral recurrente y una confrontación militar. ¿Es más o menos moral el control parcial de la población de Gaza o llevar a cabo mortales operaciones militares cada dos años para terminar con los ataques de los misiles de Hamas dirigidos a civiles israelíes? Estas son típicamente preguntas duras que deben enfrentar los que deciden en el complicado mundo y en el desesperadamente cruel Medio Oriente. En el mundo de El-Ad como contraste no hay dilemas ni contexto ni complejidad. Hay solo un opresor israelí y una víctima palestina.
El-Ad afirmo en el Consejo de Seguridad que él y su organización ‘’están luchando contra las violaciones de los Derechos Humanos ’’. En efecto, ellos luchan contra violaciones que no están perpetuadas por la Autoridad Palestina ni por Hamas. El activista palestino por los Derechos Humanos Bassem Eid trabajaba para B’Tselem. Después del establecimiento de la Autoridad Palestina en 1994, Eid empezó a comprobar las violaciones a los Derechos Humanos de los líderes palestinos. Fue arrestado por la Autoridad Palestina y después de su liberación fundó el Grupo de Comprobación Palestino de los Derechos Humanos .
El-Ad dijo ante el Consejo de Seguridad que ‘’los palestinos tienen el derecho a la vida y a la dignidad’’. En verdad lo tienen. Pero ese derecho les esta negado por Hamas en la Franja de Gaza y por el liderato de Fatah en los territorios de la Autoridad Palestina. Si Israel fuera a terminar su bloqueo militar legal de Gaza, los palestinos allí seguirían oprimidos por Hamas. También si Israel se retirara de Cisjordania, a los palestinos allí les seria negado su derecho a la vida y a la dignidad por sus propios gobernantes, como en el resto del mundo árabe (con la posible excepción de Túnez). No estoy diciendo esto para justificar el estancamiento, pero para señalar la extrema mala fe e inocencia de Hagai El-Ad.
El-Ad exhortó al Consejo de Seguridad ‘’a enviar al mundo, a los israelíes y a los palestinos, un claro mensaje basado en la acción internacional: Israel no puede tenerlo todo’’. En otras palabras, si el estancamiento persiste, Israel y solo Israel debe pagar el precio. Los palestinos en contraste pueden seguir teniéndolo todo. Pueden demandar una solución de dos estados al mismo tiempo que exigen qué derecho al retorno sea aplicado solamente a Israel. Los palestinos pueden seguir teniendo sus dos gobiernos opresores y corruptos (en Gaza y Ramallah) que entretengan al mundo con sus conceptos de libertad y Derechos Humanos. Ellos pueden continuar recibiendo la financiación de los gobiernos occidentales para enseñar a sus chicos que la matanza de judíos sera recompensada en el cielo.
Mientras El-Ad no especifico cual ‘’acción internacional’’ debe tomar el Consejo de Seguridad contra Israel, seguramente se refería a la resolución del Capítulo 7 que forzaba a Israel a retirarse de Cisjordania. El-Ad sin embargo no exhortó a tomar una ‘’acción internacional’’ paralela para proteger a Israel de los misiles que serian lanzados desde una posición controlada por Fatah y Hamas rodeando a Jerusalén y a la vista de Tel Aviv. En su plan, no habría ninguna resolución del Consejo de Seguridad declarando que el así llamado ‘’derecho de retorno’’ no tiene ninguna base en la Ley Internacional y es incompatible con una solución de dos estados.
Finalmente El-Ad declaró que Israel se estableció gracias a una legitimidad internacional otorgada en una histórica decisión de las Naciones Unidas en 1947. Esto no es exacto. El voto de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 29 de noviembre de 1947 fue una recomendación declaratoria, no una decisión vinculante. Esta recomendación se tornó en un punto debatible en el momento en que fue rechazada por la Liga Árabe. El voto fue simbólico y emotivo pero no estableció el Estado de Israel. Si los judíos no hubieran reconstruido su tierra en las décadas que precedieron al voto y no hubieran ganado la guerra contra seis ejércitos árabes en 1948,el Estado de Israel no podría haber sido establecido.
Lo que El-Ad contó a las Naciones Unidas sustancialmente fue esto: tu hiciste que el chico naciera pero ahora dile que se comporte. Además de estar errado en los hechos, esta declaración ignora el hecho de que las Naciones Unidas de 1947 no son las Naciones Unidas de 2016. En 1947 las Naciones Unidas estaba compuesta en su mayoría por naciones libres que lucharon juntas para vencer a la Alemania Nazi y el Japón Imperial. Hoy, las Naciones Unidas es una organización en donde los estados musulmanes y las autocracias tienen una mayoría numérica en la Asamblea General, en las agencias y en Consejo de los Derechos Humanos. Estas son las Naciones Unidas que eligió al rey sirio Assad para el Consejo de Seguridad, a Muamar Gaddaffi de Libia como participante de la comisión de Derechos Humanos en 2003. Estas son las Naciones Unidas que no hicieron nada para prevenir un genocidio en Rwanda en 1994 y mientras hubo una masacre en Srebrenica en 1995. Estas son las Naciones Unidas que miraron hacia otro lado por cinco años cuando más de medio millón de personas murieron en Siria. Y estas son las Naciones Unidas que simplemente declararon que el pueblo judío no tiene ninguna conexión con el Monte del Templo.
Que Hagai El-Ad confíe en semejante organización para resolver el intrincado conflicto Israelo-Palestino y sostener la vigencia de los Derechos Humanos es ser ingenuo en su mejor intención y malicioso en la peor…
*El Dr. Emanuel Navon es un experto en Relaciones Internacionales que enseña en la Universidad de Tel Aviv y en el Centro Interdisciplinario de Herzliya.
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