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| domingo diciembre 22, 2024

Así salva Israel a las abejas

La situación de éstas en el mundo no es nada dulce debido al colapso de colonias, pero las de este país gozan de buena salud.


Una abeja se alimenta en un arbusto de cenizo, que tiene un alto contenido en polen. Foto de Pablo Chercasky, director del vivero Gilat/KKL-JNF.

La situación de las abejas de todo el mundo no es nada dulce. Su número está disminuyendo dramáticamente debido a un problema llamado colapso de colonias (CCD por sus siglas en inglés) por razones que no son del todo entendidas.

A pesar de eso, la población de abejas en Israel se mantiene estable.

Las abejas juegan un papel fundamental en la agricultura con la polinización de plantas y frutales. Israel ha tomado medidas para garantizar que la población no caiga más de un 10% cada año, en comparación con la de Estados Unidos, que disminuye entre el 30 y el 50%. El problema es tan grave allí que desde el 2008 la compañía de helados Häagen-Dazs ha donado un millón de dólares para hacer investigaciones sobre éste. El presidente Obama, por otro lado, ha iniciado una campaña nacional para promover la salud de las abejas.

“Intentamos todo tipo de cosas”, dijo el director ejecutivo del Consejo de la Miel de Israel, Hertzel Avidor, a ISRAEL21c. Entre lo que está haciendo la organización es apoyar investigaciones sobre CCD desde todos sus ángulos biológicos y botánicos, que incluyen fortalecer el sistema inmune de las abejas y desarrollar plantas ricas en néctar.

Abejas en el colmenar de Hebron Honey, en Israel. Foto de Nati Shohat/FLASH90.

Abejas en el colmenar de Hebron Honey, en Israel. Foto de Nati Shohat/FLASH90.

La  organización ayuda a los aproximadamente 500 apicultores de Israel a poner en práctica innovadoras técnicas para mantener un total de 110.000 colmenas. (Una leve reducción en el número de abejas no afecta al suministro de miel en el país porque cada año se agregan más colonias para compensar la pérdida. El clima es la variable principal para alcanzar un rendimiento anual de 3.000 toneladas, dijo Avidor).

El primer paso para evitar el CCD es seguir las directrices del Ministerio de Agricultura para erradicar un parásito conocido como Varroa, considerado como la causa principal de aquél.

Otra estrategia importante para mejorar la salud de las abejas y obtener una miel más sabrosa son las 80.000 a 100.000 semillas –especialmente de eucaliptos– que se siembran cada año para darles una dieta variada y abundante en todas las estaciones del año, a pesar de que muchos tierras son ahora destinadas para la construcción.

Las semillas son donadas por los viveros de Keren Kayameth LeIsrael-Fondo Nacional Judío (KKL-JNF).

Verdor, abejas y miel

El sembrado de algunas semillas cumple con un doble propósito. El Consejo de la Miel trabajó con el Ministerio de Defensa para plantar eucaliptos en las fronteras con Gaza y Siria, por ejemplo, no solamente para alimentar a las abejas sino a la vez proteger esas zonas de fuego enemigo. “Es una iniciativa en la que todos ganamos”, dijo Avidor.

Aviv Eizenband, director de forestación y de desarrollo profesional en el Servicio Forestal de KKL-JNF, habló a ISRAEL21c de otra iniciativa beneficiosa.

“Debido a que las áreas abiertas se han reducido en la última década, nos hemos encontrado con menos territorio para su forestación. Los apicultores tienen la tierra, pero no las suficientes flores y arbustos para atraer a las abejas. Así que desde hace 15 ó 20 años cooperamos con organizaciones como el Consejo de la Miel para desarrollar un Israel más verde y ayudar a los apicultores a atraer a las abejas al mismo tiempo”, dijo Eizenband.

“Todos nos beneficiamos: tenemos árboles, las abejas tienen flores y los apicultores extraen miel”.

Una abeja se alimenta en un chañar, o palo verde chileno. Foto de Pablo Chercasky, director del vivero Gilat/KKL-JNF.

Una abeja se alimenta en un chañar, o palo verde chileno. Foto de Pablo Chercasky, director del vivero Gilat/KKL-JNF.

 

Los apicultores dicen que el efecto de este proyecto es revolucionario. En el pasado necesitaban repartir las colmenas por varias partes del país para sacar el máximo provecho a las áreas de alimentación, lo que tuvo como consecuencia robos y elevados costos de transporte. Las abejas están ahora mejor protegidas porque están cerca.

Y gracias a las especies que florecen en invierno donadas por KKL-JNF, los apicultores alimentan las abejas muy pocas veces con agua azucarada durante los meses fríos, lo que es costoso, no muy saludable y no produce la mejor miel.

“No hacemos investigaciones sobre abejas, pero siempre estamos buscando qué plantas y árboles son los que más les gustan, y trabajamos con investigadores para encontrar soluciones, pues abejas y plantas están directamente conectadas”, dijo Hagay Yavlovich, director de la división de viveros y semillas de KKL-JNF.

Conocimiento compartido

Con financiación del Consejo de la Miel de Israel, KKL-JNF publicó recientemente una versión en inglés de su catálogo de semillas de plantas ricas en néctar para las abejas. Eizenband dijo que hay mucho interés entre profesionales de otros países que han visto las presentaciones sobre el tema que Israel ha hecho en conferencias internacionales.

El catálogo lista muchas variedades de eucaliptos, así como de árboles y arbustos como tamariscos, árboles de fuego, fresnos, palos de rosa y magnolias.

El sabor y la textura de la miel varían según el tipo de flor de la que las abejas recogen el néctar, y la mayoría que se vende en Israel contiene una mezcla que de naranja, ciruela, eucalipto, za’atar, aguacate, algarrobo y tomillo.

Abeja en un eucalipto (Eucalyptus Stricklandii). Foto de Pablo Chercasky, director del vivero Gilat/KKL-JNF.

Abeja en un eucalipto (Eucalyptus Stricklandii). Foto de Pablo Chercasky, director del vivero Gilat/KKL-JNF.

 

Yavlovich entrena a apicultores israelíes y extranjeros sobre qué variedades plantar y cómo adaptar las siembras para alimentar a las abejas a lo largo del año.

Los investigadores del Instituto Nimbkar de Investigación Agraria, en India, hicieron dos visitas al Centro Nacional de Semillas de KKL-JNF en Beit Nehemia, en noviembre pasado y este agosto, para aprender cómo plantar eucaliptos y plantas de floración para mejorar la producción de miel. El KKL-JNF ha enviado también plantas de semillero a apicultores de Jordania.

Yavlovich dijo que una de las causas del CCD es la dieta monótona de las abejas. “En la zona central de Kansas [en Estados Unidos], por ejemplo, las abejas sólo disponen de campos de soja y maíz, lo cual no es bueno. Asumimos que al darles a las abejas una variedad de flores éstas se fortalecen y tenemos menos problemas con el CCD que en otros países”.

Los estadounidenses se asombraron al ver que los apicultores israelíes reciben plantas y árboles ricos en néctar gratuitamente.

“En otros países se le pide a la gente que planten árboles, pero no conozco ningún otro país en el que se los regalen”, dijo Yavlovich.

 
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