Israel sigue librando una guerra contra el terror, el odio y el antisemitismo, que viene a ser lo mismo, en todos los frentes.
Además, y por si fuera poco, Israel tiene que luchar contra la malintencionada incultura histórica de la UNESCO. La guerra no ha terminado, ni las batallas han disminuido. El enfrentamiento contra el mal no tiene fin.
Mucho se ha escrito y mucho se escribirá sobre aquellos que llamándose cultos han manifestado el mayor error histórico en el que se podía caer.
La resolución de UNESCO respecto a que Israel no está vinculada con los lugares históricos como la Explanada del Templo, el llamado Muro Occidental o la misma ciudad de Jerusalén es insólito e inaudito.
En otras ocasiones ya hemos dicho que la ONU, madre de todas las agencias antisemitas, está promoviendo el odio irracional contra Israel. La ONU como nido de serpientes ha “malparido” a esta especie de serpiente venenosa llamada UNESCO.
El veneno que inyecta, esta agencia de las Naciones Unidas, está destruyendo la poca capacidad de análisis y cultura histórica que tienen algunas naciones.
Las votaciones de la mencionada resolución, han demostrado con toda rotundidad, la vinculación histórica de muchas naciones con el antisemitismo.
Israel ha tenido que conquistar palmo a palmo el territorio donde hoy crece una generación de valientes, incluidos sus descendientes, que superaron el llamado Holocausto.
Una generación que se enfrentó al Mal con mayúsculas y que venció a sus mortales enemigos. Todos pensaríamos que vencido el monstruo del antisemitismo nunca volvería a reaparecer, pero lamentablemente no ha sido así.
El antisemitismo ha encontrado una maldita cueva donde las más viles serpientes depositan sus huevos, para que miles de venenosas serpientes sigan contaminando al mundo entero.
La UNESCO, junto con el resto de agencias ONU, sigue deformando e intentando borrar la conexión histórica entre Jerusalén y los judíos en general.
Muy mal asunto a estas alturas de la historia, que tengamos que seguir defendiendo la vinculación de Jerusalén con el Pueblo Judío.
La Capital Indivisible de Israel está siendo atacada con un tipo de arma, tanto o más peligrosa, que los mismos cohetes lanzados por los terroristas palestinos y sus colaboradores necesarios de Occidente.
La venenosa mentira de la UNESCO está contaminando de odio a muchos, que con esta resolución se creen más justificados a atacar a los judíos en su propia casa.
La UNESCO y la ONU son y serán responsables, de la más que probable sangre, que de nuevo los terroristas verterán en las calles de Jerusalén y en el resto de Israel.
Israel no puede permitir, con todos los medios legales a su alcance, que estas venenosas serpientes de la UNESCO se arrastren por la Tierra de Israel. Las millonarias contribuciones de Israel a UNESCO y restos de agencias ONU deben cesar absolutamente. Israel debe además denunciar ante los organismos internacionales a la UNESCO como promotor de antisemitismo y odio racial contra los judíos. Las simbólicas manos de la UNESCO están manchadas de sangre que no se podrán quitar por muchas veces que las laven.
Caiga la sangre, de los más que posibles actos terroristas contra los judíos, sobre la UNESCO incitadora con su resolución al asesinato de los judíos.
La UNESCO dice que el lugar dónde se levantó el más grandioso templo de toda la historia de la humanidad, el llamado Templo de Salomón, no está vinculado a los judíos ¿Lo construyeron los extraterrestres? según la UNESCO sí ¡Qué el Cielo les pague conforme a sus hechos y a sus dichos!
UN ASCO¡¡¡¡¡¡¡