La era de una batalla diplomática internacional contra Israel acompañada por ‘’un levantamiento popular’’ está llegando a su fin y el viejo presidente palestino está preparando el terreno para el día de su retiro; mientras tanto la incertidumbre referida a la nueva era ha puesto a los jugadores internos e internacionales en una especie de locura.
Traduccion para PorIsrael.org: Marcelo Piwnica
En su tiempo este comentario marcó el fin de una era en la Autoridad Palestina y el comienzo de una nueva. La transición palestina de un paradigma al otro tardo tres años, desde 2004 a 2007: el dirigente Yasser Arafat había muerto, la segunda intifada había terminado, el aparato de seguridad palestino gradualmente ganaba el control de las ciudades palestinas y la anarquía estaba muriendo. Al mismo tiempo, Hamas empezó su ascenso al poder hasta que tomo el control, a la fuerza, de la Franja de Gaza y estableció su propia entidad soberana.
En el pasado año y medio, la Autoridad Palestina estuvo en el medio de un cambio de paradigmas. Esta es una compleja y muy sensitiva situación. El principal paradigma está cambiando lentamente y se está llenando de agujeros, pero nadie sabe cuál va a ser el próximo modelo que impulsará a los palestinos hacia adelante y cuál será su forma. Puede llevar algunos meses más y también puede llevar años. Mientras tanto todos están controlando el proceso con mucha aprehensión y con mucho interés: en Estados Unidos, Europa, los Estados Árabes y por supuesto Israel.
El establecimiento del proceso del modelo actual llevó desde 2007 a 2015. El régimen de Abbas reemplazó el uniforme, el keffiyeh y la pistolera por un traje y corbata. Empezaron focalizándose en una batalla diplomática e internacional contra Israel, con la excusa de una lucha popular en forma de protestas que atrajeron a elementos internacionales e israelíes debido al hecho que no se usaban armas y eran limitadas a de la barrera en Cisjordania. Al mismo tiempo, el pasado primer ministro Salam Fayyad condujo a la creación de instituciones de estado de la Autoridad Palestina.
Abbas se posicionó como un líder fuerte, centralista e inquebrantable. Su aparato de seguridad le obedecía y era eficiente, su movimiento Fatah era disciplinado y también sirvió como herramienta política después de ser destrozado en la segunda intifada. Abbas luchó abiertamente con dos elementos: Hamas, que se tornó muy débil en Cisjordania y que fue duramente golpeado por su aparato de seguridad y por las Fuerzas de Defensa de Israel y todo el terrorismo que exhibía un bajo perfil y fue denunciado como ilegitimo de acuerdo a la opinión del rais.
La batalla logró algún éxito, como el reconocimiento del estado palestino en la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero la estrategia palestina en esos años fallo a pesar que el estado palestino pudo haber sido creado a través de una batalla diplomática.
El año pasado algo en este modelo dejó de funcionar. El presidente Abbas de 81 años creyó que el estado palestino no iba a ser establecido durante su vida. El se rindió a Israel y perdió las esperanzas debido a la falta de un horizonte político real, anunciando su deseo de retirarse del liderato del Frente de Liberación de Palestina, pero al final renegó de su decisión. En septiembre de 2015, dio un discurso desesperado y gris en la Asamblea General de las Naciones Unidas que sirvió como catalizador para el comienzo de la escalada de violencia.
Estos movimientos crearon un completo caos sobre el pensamiento sobre que ocurriría el día después que Abbas renuncie. Lo que se susurró hasta entonces con la máxima discreción, se transformó en una batalla abierta con todos los contendientes actuando para sí mismos para preparar en momento del giro de la situación. Fueron creadas páginas de Facebook para glorificarlos y ensalzarlos en un esfuerzo para construir un apoyo público para cada uno.
Hubiera sido mucho más simple si Abbas hubiera designado a alguien que asumiera la posición, al menos temporariamente hasta que se celebrasen nuevas elecciones. Por sus propias razones Abbas eligió seguir ignorando la idea y sus discursos ocasionalmente ponían de manifiesto este asunto.
Hasta ahora la única persona que declaró su intención para asumir la presidencia palestina es Marwan Barghouti quien cumple cinco condenas a cadena perpetua por el asesinato de israelíes. Barghouti recibe un amplio apoyo público en encuestas, pero los oficiales de seguridad israelíes creen que su popularidad se deriva del hecho que él es un prisionero palestino en una cárcel israelí, y que si estuviera libre no tendría el éxito de capturar los corazones de los palestinos. Esta es una suposición disputada por otros y que por el tiempo transcurrido no tiene respuesta definitiva. Pase lo que pase un presidente palestino encarcelado en Israel puede convertir a Barghouti en una especie de Nelson Mandela a los ojos del mundo y poner a Israel en una particularmente complicada situación.
Dentro de Fatah están los que no están conmovidos por los anuncios de Barghouti y se ven a ellos mismos como potenciales candidatos para lo posición del próximo presidente palestino. El año pasado un miembro destacado de Fatah dijo en una conversación privada: ‘’necesitamos a un líder que nos libere y no a un líder a quien tenemos que liberar’’.
Mucho ha sido escrito sobre los posibles contendientes. Los nombres que surgieron hasta ahora incluyen a Barghouti y a funcionarios de Fatah Jibril Rajoub y Saeb Erekat, al jefe de inteligencia palestina Majid Faraj, al político Mohammed Dahlan o a figuras que servirán de posible compromiso entre los candidatos principales como Salam Fayyad, Rami Hamdallah o Ahmed Qurei (Abu Alaa).Nadie sabe realmente quien será y como será el nombre del candidato potencial.
Abbas está usando tres sombreros: él es el presidente de la Autoridad Palestina, la cabeza del Fatah y el líder del Frente de Liberación de Palestina. Los grupos dentro del liderato palestino pueden poner juntos un mix de gobierno que satisfará a todos como alternativa de Abbas, en la cual las tres posiciones principales no serán ocupadas por la misma persona sino que serán divididas en diferentes grupos. Aunque Fatah ha demostrado que es un movimiento destructivo y esa frágil coalición no es necesariamente posible. Así que cuales son los diferentes campos palestinos?
El Campo Nacional. Compuesto por el grupo más cercano a Abbas, en los que el cree y que siguen su camino. Saeb Erekat, quien fue promovido al puesto de secretario general del comité ejecutivo del Frente para la Liberación Palestina; Majid Faraj quien además de su posición como jefe de inteligencia es el más cercano ‘’socio’’ de Abbas y confidente y el portavoz del rais Nabil Abu Rudeineh quien es también miembro del liderato de Fatah.
El Campo de Fatah: Integrado por los funcionarios superiores del Fatah como Jibril Raajoub quien es también el presidente de la asociación palestina de futbol y recibió apoyo popular por su gestión; Hussei al Sheik quien es el encargado de la coordinación civil y la coordinación con Israel y Mahmoud al-Aloul, cabeza de la sección militar Tanzin que pertenece a la parte más buhonera de Fatah en relación a Israel.
El Campo Dahlan. Mohammed Dahlan, el archivengador, espera el día que el presidente palestino deje vacante su silla para traer nuevamente a Cisjordania a los brazos del liderato. Dahlan quien es originario de Gaza es un rico experto en marketing quien construyó su riqueza con la ayuda de los países del golfo y quien estableció una buena relación con Abdel Fattah al-Sisi en Egipto. El está tratando de lanzar al mercado una alternativa a Abbas y recientemente organizó una conferencia en El Cairo para discutir el futuro de Palestina. Estuvo tratando de comprar diferentes elementos en Cisjordania, incluidos los campos de refugiados con su dinero. Algunos de sus leales incluido Yasser Abed Rabbo y Sufian Abu Zaida fueron removidos de puestos claves.
Otra posibilidad es que debido a la situación de emergencia se establecerá un consejo militar después del último día en el poder de Abbas para gobernar a la Autoridad Palestina hasta las elecciones que van a tener lugar (o no) en un nada claro tiempo y lugar (¿en Cisjordania sola o también en Gaza?. ¿Con o sin Hamas?).
El problema es que durante la carrera al liderazgo los candidatos tienen el hábito de radicalizar su discurso, en este caso, el discurso contra Israel y esto se aplica también a candidatos moderados de la corriente central. También elementos externos están tratando de intervenir para presentar un candidato que les convenga.
De acuerdo con esto en los pasados meses Egipto llamo a funcionarios destacados para interrogarlos sobre el día después de Abbas en una apuesta por saber sus puntos de vista y sus opiniones. Ha habido también insistentes rumores que Egipto, Jordania, Arabia Saudita y los Emiratos crearon un ambicioso mapa de ruta bajo el cual Dahlan retornará a Fatah sin acceder al liderazgo y después del logro de una conciliación en el movimiento, las conversaciones serán efectuadas para lograr una reconciliación entre Fatah y Hamas que va a poner fin a la división entre Gaza y Cisjordania. Finalmente un frente unido palestino va a efectuar serias negociaciones para terminar con el conflicto Israelo-Palestino.
Sin embargo, está intervención externa enfureció a Abbas y como resultado dio un rabioso discurso hace algunas semanas en donde golpeo todas las capitales (sin mencionar los nombres de los países) que se están metiendo en asuntos internos palestinos. ‘’Suficiente con aquellos que mandan satélites de aquí para allá. Quienquiera que este mandando mensajes de aquí y de aquí, mejor que los elimine y si no los eliminan, nosotros lo haremos!!’’.
Abbas entiende que su mandato está llegando a su fin, pero no quiere a nadie que arruine sus futuros planes. Por ello, el está dedicado a limpiar Fatah totalmente: el removió a cuatro miembros afiliados a Dahlan y se aseguró que sus hombres pusieran en claro a Dahlan y al resto del mundo (principalmente capitales árabes) a través de los medios que la remoción de Dahlan de Fatah era final y para bien.
También, Abbas ha decidido a reunir a la séptima conferencia de Fatah hacia finales de año, después de varias demoras en los años pasados. El tiene ahora interés en llamar a conferencia para llevar a sus asociados liderados por Majid Faraj, al liderazgo, barrer con los miembros afiliados con Dahlan e inyectar nueva sangre en el liderazgo en lugar de los viejos que no están suficientemente activos en favor del movimiento.
Como todos los alzamientos palestinos (algunos de los cuales se les dio el nombre de ‘’intifada’’) fueron diferentes, también cada era palestina fue diferente. La era de Abbas está en el escenario del canto de los cisnes. Y la incertidumbre en relación a la próxima era está creando tensiones en todos los sistemas, el palestino, el árabe, el israelí y el sistema occidental.
Que distinto hubiera sido si fuesen democráticos, o medianamente «humanos»