Eran Eden, izq., y Kfir Oved son los fundadores de MeMed. Foto de Jonathan Bloom.
Una compañía emergente israelí tiene en la mirilla una crisis mundial de proporciones gigantescas: el excesivo uso de antibióticos.
Con sede en Haifa, MeMed fue fundada en 2009 y ha obtenido millones en inversiones y ganado premios para promover dos de sus productos: ImmunoXpert, que determina rápidamente si una infección es bacteriana o vírica y que se usa en hospitales de Estados Unidos, Suiza e Israel, e ImmunoPoC, una versión para centros de atención médica que todavía no está en el mercado.
Para estar seguros, muchos médicos recetan antibióticos cuando no pueden determinar la causa de una infección. Los expertos creen que hasta un 50% de las recetas para antibióticos son innecesarias o inapropiadas. Y el uso excesivo de ellos es una de las principales causantes de la resistencia de cepas a los antibióticos que acaban con la vida de unas 50.000 personas al año en Europa y Estados Unidos.
ImmunoXpert interpreta las señales químicas del sistema inmunológico del cuerpo del paciente para distinguir con una precisión del 90% entre infecciones de origen vírico y bacteriológico, lo que facilita que los médicos tomen decisiones más acertadas.
El sistema ha sido validado en estudios clínicos en los que han participado miles de pacientes en todo el mundo. Estudios similares se están realizando actualmente.
En busca de una solución diferente
El director ejecutivo de MeMed, Eran Eden, era estudiante de doctorado en el Instituto Weizmann de Ciencia, en Rehovot, cuando comenzó a hablar del problema del uso excesivo de antibióticos con su ex compañero de clase Kfir Oved, por entonces estudiante de medicina en el Instituto Technion-Israel de Tecnología, en Haifa.
Los pasos iniciales de su colaboración tuvieron lugar sentados a la mesa de la cocina de la abuela de Oved, en Ramat Gan, durante los cuales estudiaron cómo resolver las deficiencias de métodos de diagnóstico.
“Hay cultivos que requieren días, y hay pruebas rápidas para infecciones, como la faringitis estreptocócica, que requieren acceso a la zona infectada. Por ejemplo, eso no es siempre posible con infecciones en el tracto respiratorio como la neumonía”, explicó Eden a ISRAEL21c. Las infecciones respiratorias en niños representan casi la mitad de las visitas al doctor y hospitalizaciones, agregó.
Incluso cuando un microorganismo puede ser identificado, nadie sabe si es la verdadera causa de la infección o parte de la flora natural del cuerpo.
“Nos dimos cuenta de que hay otros que han estado trabajando para superar estas dificultades durante muchos años, y que nosotros éramos apenas dos muchachos sentados en una cocina”, recuerda Eden. “Teníamos que encontrar una ventaja, un ángulo diferente”.
En lugar de tratar de acceder al patógeno y aislarlo, los sofisticados biosensores de ImmunoXpert y los algoritmos decodifican las distintas respuestas del sistema inmunológico a las infecciones bacterianas o víricas. El kit también puede descubrir si los síntomas no son causados por una infección.
Los resultados están listos en 99 minutos (la versión de segunda generación reducirá el tiempo a 15 minutos), incluso para infecciones inaccesibles. Las bacterias inocuas que no activan el sistema inmunológico no confunden al test. Y no hay necesidad de ajustar el sistema a nuevas epidemias, como sí lo hacen los métodos diagnósticos existentes, pues el sistema inmunológico lo hace de forma natural.
Millones en inversiones y premios
“El problema del abuso de antibióticos, que cuesta varios billones de dólares y que incide en el aumento de la resistencia a las bacterias, requiere de más de una solución y nosotros podemos aportarla”, dijo Eden.
En un principio, los inversores y expertos médicos consideraron que el proyecto era imposible, pero ahora parece que se han puesto de acuerdo.
MeMed ha obtenido financiación —por una cantidad no revelada— por parte de fondos de inversión, entre ellos Social+Capital en Silicon Valley, California, y Horizon Ventures, en China. Ha recibido también premios y considerables fondos de entidades, entre ellas la Comisión Europea, que recientemente concedió 2,3 millones de euros a un consorcio internacional para coordinar la distribución de ImmunoXpert en Europa. A eso hay que sumar los tres millones de euros de un premio que obtuvo la firma en una competencia de compañías emergentes de biotecnológica que se llevó allá en junio de 2015, y el aporte de seis millones de euros para desarrollar y validar el procedimiento de ImmunoXpert.
MeMed, que cuenta con una plantilla de 30 empleados, está destinando gran parte del dinero de los premios para llevar a cabo estudios clínicos en Europa, en el que participan miles de pacientes, con el fin de validar aún más la precisión de ImmunoXpert con gente de diferentes edades y diversos tipos de infecciones.
“Nos llevó seis años solidificar el respaldo científico y el aspecto regulatorio del producto, y ahora muchos centros médicos quieren aplicarlo”, dijo Eden. “Hemos sido contactados por organizaciones sin y con ánimo de lucro, y establecido colaboraciones interesantes para ayudarnos a llegar al mercado estadounidense”.
Después de penetrar a los mercados europeos, asiáticos y de Estados Unidos, MeMed busca llegar a América Latina, empezando por Brasil. “Las bacterias no respetan fronteras, y queremos llegar a la mayor cantidad de lugares posible”, dijo Eden.
La compañía está trabajando en otros proyectos para el futuro. “Hemos obtenido un conocimiento único desde las perspectivas clínica, molecular y bioinformática. Ahora podemos aplicarlo en otros campos para gestionar mejor las enfermedades a partir de la respuesta inmunológica”, dijo Eden.
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