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| viernes noviembre 22, 2024

Defensor Del «Cuarto Frente»

Una Entrevista Exclusiva con el Embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon.


 

[El embajador Danon enciende una vela simbólica en una fiesta de Janucá organizada por la Misión de Israel ante la ONU en el Museo Judío – Crédito de la foto: Shachar Azran]

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Su nombramiento como embajador, hace un año y medio, de Israel ante las Naciones Unidas fue noticia en todo el mundo. Esta semana Danny Danon se sentó con The Jewish Press para hablar sobre sus experiencias en la función.

The Jewish Press: ¿Qué hace todo el día un embajador ante la ONU?

Danon: Dado que provengo de la política israelí, pensé que aquí en la ONU sería más relajado, pero en realidad ese no es el caso. Hay tantas iniciativas y resoluciones con respecto a Israel, que estamos constantemente ocupados bloqueándolas, pero al mismo tiempo debemos promover nuestra agenda.

Casi todas las semanas tenemos un acontecimiento positivo sobre Israel, como la fiesta de Janucá de anoche, o llevar delegaciones de embajadores a Israel, o el evento de innovación al que asistió el primer ministro. Lo llamo diplomacia suave.

¿Cómo tener la responsabilidad de representar a su país en lo que a menudo es un ambiente hostil?

Bueno, no es fácil. Volví de Israel la semana pasada. Visitamos las fronteras de Siria y Líbano. Cada mañana el comandante se despierta y tiene que asegurarse de que todo está bien, que la valla está bien, etc. Lo mismo pasa aquí; uno se despierta y tiene la responsabilidad de asegurarse de que todo está bien.

La gente en Israel sabe sobre los frentes en Líbano, Siria, Gaza. Pero hay otro frente – un «cuarto frente» – aquí mismo, en Nueva York, en la ONU.

Varios diplomáticos lo acompañaron a Israel la semana pasada, como lo hizo el verano pasado. ¿Qué logran estas visitas?

Hicimos un viaje en helicóptero. Por la mañana volamos a la frontera de Gaza. Luego volamos a las Alturas del Golán. Les dije: «Esa es Netanya, a la izquierda, y aquí está la ‘línea verde’, a la derecha, y esa es mi casa aquí en el medio». Miran hacia abajo a la estrecha cintura de Israel y no pueden creerlo. Eso es algo que no se puede explicar desde un podio en la ONU.

Ojalá pudiera llevar a cada embajador y a cada funcionario de la ONU a Israel porque eso es muy eficaz. No significa que todos voten con nosotros, pero al menos conocerían los problemas.

Le daré un ejemplo. En el Consejo de Seguridad expongo a Hizbullah en casi todas las reuniones y el hecho de que están ignorando la resolución 1701 cuando construyen bases y llevan misiles a la frontera. Ahora, la próxima vez que uno de esos embajadores que fueron en nuestro viaje y vieron realmente a Hizbullah cruzar la frontera, me oye hablar en el Consejo de Seguridad, sabrá de lo que estoy hablando.

En su libro de 2012, Israel: La Voluntad de Prevalecer, usted describe cómo su padre, que durante la guerra de Yom Kippur sufrió lesiones que cambiaron su vida, instiló en usted dos cualidades: una profunda conexión a la Tierra de Israel y una voluntad de expresarse.

Nunca fui expuesto a otra realidad, así que para mí era normal vivir con un padre que estaba herido y sordo. Él me enseñó a hablar en voz alta y no tener miedo de tomar decisiones audaces.

Como embajador de Israel ante la ONU, usted lidia constantemente con el conflicto. ¿Alguna vez lo lleva a un nivel personal?

Cuando se está sentado en el Consejo de Seguridad durante ocho horas y, uno tras otro, los otros representantes se levantan y hablan en contra nuestra, a veces puede llegar a ser agotador. Pero es como el servicio militar: sólo hay que seguir bloqueando los intentos de lastimar a Israel.

¿Cuáles son las posibilidades de que Israel sea elegido para ocupar un puesto en el Consejo de Seguridad?

La reciente declaración del primer ministro de que nos estamos postulando para un puesto en el Consejo es un cambio de juego para Israel en la ONU. Evidentemente, será una campaña difícil pero, cuando me postulé para la candidatura a la presidencia del Comité Jurídico, demostramos que cuando se trata de una votación secreta en la ONU, la diplomacia discreta puede conducir a resultados sorprendentes.

Su elección para presidir la Sexta Comisión – el principal foro para la consideración de cuestiones jurídicas en la Asamblea General – frente a una fuerte campaña de oposición montada por la Organización de Cooperación Islámica (OCI) fue vista como casi milagrosa. ¿Qué factores, piensa usted, contribuyeron a su victoria?

Tuvimos mucha oposición, pero también tuvimos amigos. Por ejemplo, Irán, que es presidente del Movimiento No Alianza (NAM), distribuyó una carta diciendo que todos los estados miembros deberían oponerse a mi nominación. Si nadie se opone dentro de las 24 horas, se convierte en la posición oficial de NAM. Por lo general, la gente tiene miedo de ir en contra del presidente, pero vimos pararse a amigos de Israel. Creo que Singapur fue el primero. Después India, Ruanda, Panamá. Para mí fue increíble, porque enviaron una carta diciendo: “Escuche, no debe circular esa carta porque no nos representa; nosotros apoyamos a Danny Danon…”

Fue una experiencia notable, una prueba real de las relaciones que hemos estado construyendo con países como India. La votación en la Asamblea General fue secreta. Unos 109 estados miembros escribieron mi nombre en la boleta electoral, mientras que 44 países se opusieron a mi nominación. Pero como hay 56 miembros votantes de la OCI, eso muestra que tal vez algunos de los países musulmanes no están realmente en contra nuestra, y tal vez parte de esa diplomacia privada está dando sus frutos.

¿Cómo se comportan los estados de la Coalición Islámica? ¿Aceptan su autoridad?

El primer día hicieron muchos comentarios contra mí. Pero yo dije, ¿Y qué? He oído algo peor en mi vida. No respondí. Y al día siguiente vinieron. Participaron. Fueron parte del proceso, y eso fue todo.

¿Cómo se compara la presidencia de un importante comité de la ONU con la presidencia de un comité de la Knesset?

Yo fui presidente de dos comités en la Knesset y es diferente, porque aquí hay 193 miembros en la comisión. Hay largas reuniones; cada uno tiene que hacer una declaración. Es un desafío, pero para mí es una gran experiencia, el hecho que estoy sentado en la cabecera de la mesa con un martillo en la mano. Anoche, en la fiesta de Janucá, uno de los miembros se acercó y me dijo: «Quería agradecerle, la forma en que dirige el comité es muy profesional».

¿La ONU le recuerda alguna vez a la Knesset?

Bueno, en realidad es muy diferente. En la Knesset hay más energía, la gente no lee sus declaraciones. Aquí en la ONU, la gente viene a la reunión y lee un discurso preparado. En la Knesset hay más diálogo, se puede discutir, se puede tratar de convencer.

Usted ha hablado de una «ONU privada» que existe junto a la pública –  reuniones privadas donde el reconocimiento a Israel es expresado por representantes de países formalmente reconocidos como opositores. ¿Considera esto una fuente de frustración o de esperanza?

Depende. Cuando trato con los países árabes es un juego de pelota diferente porque el liderazgo comprende la importancia de Israel, que Israel es una solución y no el problema, pero tienen un problema con sus electorados. Así que está este fenómeno donde públicamente hablan contra Israel pero en privado me dicen lo que realmente piensan.

No me gusta, pero puedo entenderlo. Uno de ellos me dijo: «Si somos vistos juntos mañana tendré un problema cuando vuele a mi capital». Y eso es cierto.

Por otro lado, con los europeos y otros países, eso no lo acepto.

 

Todos recordamos la reunión del Consejo de Seguridad celebrada el pasado mes de abril con la presencia de la familia de Dafna Meir, quien dos meses antes había sido apuñalada hasta matarla, en su cocina, por un terrorista palestino. Usted interrumpió abruptamente su discurso para exigirle respuestas al Representante Permanente de la Autoridad Palestina, Riyadh Mansour. ¿Qué pasaba por su mente en ese momento?

En realidad esa fue la única vez que se pareció a la Knesset. Uno de los fotógrafos de la ONU que ha estado en el Consejo de Seguridad durante muchos años dijo que nunca vio nada parecido.

¿Fue planeado de antemano?

No. Yo estaba furioso. Fue un momento tan emotivo, con la presencia de Renana, la hija de Dafna, que fue testigo del asesinato de su madre y ahora se dirigía al Consejo. Y luego recibimos el mensaje sobre un ataque terrorista en Jerusalén. Simplemente todo se incendió. Pensé que era un momento apropiado para que ambos condenáramos el terrorismo.

¿Alguna experiencia personal, durante su tiempo como estudiante en la Universidad Internacional de Florida, entró en juego para la iniciativa anti-BDS que organizó?

Absolutamente. Recuerdo vívidamente que estaba de pie detrás de una mesa con una bandera israelí y la gente me estaba insultando. No es fácil enfrentar esto en el campus. Creo que cualquier persona que estuvo en la ONU para el evento anti-BDS y vio a 2.000 personas en el salón de la Asamblea General agitando banderas israelíes y cantando «Hatikvah» nunca lo olvidará.

Mi enfoque es que debemos seguir denunciando las resoluciones contra Israel aunque no podamos deshacernos de ellas. Pero también debemos seguir construyendo logros y victorias, grandes y pequeños. La Sexta Comisión fue una gran victoria. Conseguir que Yom Kipur fuera reconocido como una fiesta oficial fue una victoria, y también obtener comida kosher en la cafetería.

¿Cómo encaja la comunidad judía aquí en EEUU en todo esto?

El involucramiento de la comunidad judía es crucial. Cuando el embajador venezolano comparó a los soldados de las FDI con los nazis, las organizaciones judías se unieron a mí para condenarlo. Ejerciendo presión sobre él, logramos que pida disculpas. Estoy agradecido por eso. Necesitamos que la comunidad judía sea consciente de lo que está sucediendo en la ONU; necesitamos su apoyo.

Stephanie Granot

Sobre la autora: Stephanie es periodista independiente y corresponsal de la ONU. Contribuye regularmente con Jerusalem Post y Jewish Press, y es columnista mensual de la revista JPost Style.

Http://www.jewishpress.com/indepth/interviews-and-profiles/defending-the-fourth-front/2016/12/20/

 

 
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