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| sábado noviembre 23, 2024

El Sheriff ha vuelto a la ciudad. La estrategia de Trump se hace evidente


 

Traducido por Hatzad Hasheni

El nuevo presidente de la Casa Blanca trabaja para una sola cosa, ganar la guerra contra las fuerzas del Islam yihadista. Irán está en la mira, los palestinos ya no son relevantes e Israel vuelve a ser valorado.

A ojos del ex presidente de EE.UU., Barack Obama, los palestinos eran el tema más importante en el Medio Oriente. El primer líder extranjero con el que hablo Barack Obama, en su primer día en la Casa Blanca, fue el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Pero la situación ha cambiado al asumir el Presidente Trump. En una entrevista que ofreció esta semana el importante líder de la Autoridad Palestina, Saeb Erekat, al “Newsweek”, ha lamentado que desde la jura del poder de Trump, nadie de la nueva administración se ha puesto en contacto con los palestinos.

Y no sólo que no se han comunicado, según palabras de Erekat, la gente de Trump ni siquiera respondieron a sus peticiones. “Les enviamos un mensaje y ni siquiera se molestan en respondernos”, dijo. Esto no es sorprendente. Durante y después de la campaña electoral, testimoniaron los asesores de Trump, en conversaciones privadas, que no consideraban a palestinos o a la Autoridad Palestina como un jugador importante. ¿Por qué hablaríamos con ellos? Preguntaron. Ellos son el problema de Israel, no nuestro.

Erekat reveló, en su entrevista, el nuevo equilibrio entre Israel y los palestinos. El poder de los palestinos queda en función del apoyo que le den los Estados Unidos. La campaña en contra de Israel, en la que ellos destacan liderándola, creció más fuerte bajo el estímulo de Obama, hasta culminar en una resolución del Consejo de Seguridad contra Israel. Sin embargo, estos logros fueron borrados una vez que Obama dejó la Casa Blanca.

Aunque el artículo de Newsweek recordó esa decisión del Consejo de Seguridad como una contra a la concesión de permisos para la construcción israelí en Cisjordania, el artículo afirmó que la nueva administración no respondió contundentemente a la decisión israelí de construir. En otras palabras, tanto” Newsweek como la Autoridad entienden que la resolución de la ONU ya no es relevante.

Tampoco la Autoridad Palestina es relevante. Lo que es relevante es el Trump ve a Israel como un aliado, un activo que se propone utilizar para promover sus objetivos para su victoria en la guerra contra las fuerzas del Islam yihadista. A lo largo de la campaña, y en su discurso inaugural, Trump declaró su intención de eliminar a ISIS de la faz de la tierra. También reiteró que el acuerdo nuclear con Irán es malo y que Teherán lo viola constantemente. Además, advirtió en contra del ascenso de Irán en la región.

Pero cuando se le preguntó acerca de cómo planea manejar estos problemas, Trump no quiso dar demasiados datos: “No voy a revelar mis planes al enemigo”, dijo. En los últimos días, empezamos a ver los contornos de su estrategia.

Una advertencia oficial

Este miércoles, Trump twiteó en Twitter”: “Irán toma control rápidamente sobre grandes partes de Irak, incluso después que los EE.UU. han gastado $3 trillones allí”. Este mensaje ocurrió tras enterarse que el primer ministro iraquí Haidar Al-Abadi nombró a Kasem Al-Arg’i, allegado al régimen de Teherán, como ministro del interior en su gobierno.

Antes, el gobierno de Obama envió tropas estadounidenses a Irak para llevar a cabo una campaña limitada contra ISIS, colocando sus bases a lo largo de las de las Fuerzas de la Guardia Revolucionaria iraní. Funcionarios militares advirtieron que la cooperación entre los EE.UU. e Irán en Irak, ponía en peligro a los Estados Unidos y reforzaba el control de los iraníes entre las fuerzas militares iraquíes. Sin embargo, Obama no fue convencido.

Parece que el Twitter de Trump puso fin a esta situación. Esta impresión se vio reforzada cuando su asesor de seguridad nacional, el general Michael Flynn, entró en la sala de prensa de la Casa Blanca, y entregó un mensaje corto y agresivo hacia Irán. El anuncio de Flynn se produjo después que Irán lanzó un misil balístico de prueba de medio alcance y después que las fuerzas de los Hutíes en Yemen, que actúan bajo la dirección de Irán, atacaron un buque de Arabia Saudita en el estrecho de Bab el Mandeb entre el Mar Rojo y el Golfo de Adén.

Flynn dijo que Irán está causando inestabilidad en la región, y que viola la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que consagró el acuerdo nuclear. Tales acciones, dijo, representan una amenaza para los EE.UU. y sus aliados. “El gobierno de Obama no ha respondido adecuadamente a las malas acciones de Teherán, incluyendo la transferencia de armas, apoyar el terrorismo y otras violaciones de las normas internacionales”, dijo. “El Gobierno de Trump condena tales actividades por parte de Irán, que socavan la seguridad, la prosperidad y la estabilidad en el Medio Oriente y más allá y ponen en peligro la vida de los estadounidenses… en vez de agradecer a los Estados Unidos por los acuerdos, Irán se siente ahora fortalecido”. Flynn concluyó su declaración con una amenaza simple: “Es así que ahora, hemos advertido a Irán formalmente”.

Al mismo tiempo la Armada de Estados Unidos comenzó, esta semana, una serie de ejercicios militares en el Golfo Pérsico, con la participación de las armadas de Arabia Saudita, Reino Unido, Australia, Francia y otros países. Durante el ejercicio, los estadounidenses aumentaron su poder naval en el Golfo de manera significativa. Podemos suponer que más allá de la actividad visible de la flota, los estadounidenses también están trabajando en Irán para fortalecer las fuerzas de la oposición contra el régimen.

También hemos notado esto en el extraordinario mensaje enviado por el Primer Ministro Binyamín Netanyahu, para el pueblo iraní, un día después de la toma del poder de Trump. Netanyahu hizo unas observaciones con una distinción entre el régimen iraní. “Recientemente, he pensado en ello… hablé mucho sobre el régimen iraní pero al pueblo iraní no lo hice suficientemente”, dijo Netanyahu, quien recordó en sus palabras la Revolución Verde de 2009, brutalmente reprimida por el régimen. Al mismo tiempo que publicaba el vídeo, Netanyahu dijo que él no tiene la intención de tomar medidas sin coordinación con Trump. Esto significa que el mensaje al pueblo iraní se coordinó con el presidente.

Una semana antes de la asunción de Trump, miembros de la oposición han explotado el funeral del ex presidente Hashemi Rafsanjani para manifestarse contra el régimen. Los elogios oficiales fueron interrumpidos por los gritos de miles de manifestantes que se pronunciaron en contra del régimen, en contra de la guerra en Siria y en contra de Rusia, el aliado de Teherán.

De regreso a la opción militar

Aunque la estrategia general de Trump hacia Irán comienza a tomar forma, no se puede tratar con el régimen iraní sin tener que lidiar simultáneamente con Siria, Hezbollah y Rusia.

Frente a Rusia, Trump se mueve guiado por mensajes contradictorios: se acerca ofreciéndole declaraciones contra la OTAN (expansión de la OTAN hasta el extremo este al finalizar la Guerra Fría fue visto como una amenaza estratégica a los ojos de los rusos), y habla sobre la posibilidad de anular las sanciones impuestas a Rusia por Estados Unidos después de la anexión de Crimea y la guerra de desgaste que llevan a cabo los rusos contra Ucrania pero, por el contrario, se negó a enviar un representante a las conversaciones sobre el cese de fuego en Siria que tuvieron lugar en Moscú.

Además, Trump dijo que le gustaría establecer zonas seguras en Siria, donde los refugiados puedan asentarse de forma segura, y dijo que le gustaría cooperar con los rusos en la guerra contra ISIS. Teniendo en cuenta que no parece que la administración estadounidense continuará con su cooperación con las fuerzas iraníes, significa esto que el programa de Trump está fijando una cuña entre Rusia e Irán en Siria e Irak.

En un posible trato, los estadounidenses cooperarán con los rusos contra ISIS y contra otros yihadistas sunitas, pero a cambio los rusos deberán reducir su cooperación con Irán y sus secuelas del Hezbollah. Los rusos recibirán un apoyo por parte de los Estados Unidos para sus bases en Siria y la cancelación de las sanciones económicas, y los estadounidenses recibirán a cambio el alejamiento de las fuerzas iraníes y Hezbollah de Siria y la desestabilización del régimen de Teherán.

Lo que nos lleva de vuelta a Israel. San Tsu, un antiguo estratega chino, dijo que la mejor manera de ganar una guerra es hacer que tu enemigo sea irrelevante. Hasta ahora, Israel se ha abstenido de atacar los misiles de Hezbollah y Hamás, y no porque no se los puede aplastar… y no porque los europeos y los medios de comunicación occidentales los apoyan (a Hamás y Hezbollah), sino porque los estadounidenses los apoyaban. Ahora que los estadounidenses no se muestran compatibles hacia ellos, la amenaza ha pasado a ser un tema militar.

El gobierno de Trump no cuenta las casas que construye Israel en Jerusalén, Tel Aviv o en Amona. No les importa cómo o si resolvemos las relaciones con la Autoridad Palestina, siempre que nuestras medidas los fortalezcan para ganar la guerra contra la yihad islámica

 
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