Trump y Netanyahu han hablado de “negociaciones de paz”, pero esta vez el Departamento de Estado habrá puesto sobre la mesa todas las veces en la que Israel ha aceptado el 98% de las reclamaciones palestinas, incluido el tema de Jerusalén, ofertado por P.M. Olmert a la Administración Obama y como en cada una de esas negociaciones la Autoridad Palestina ha rechazado todas las ofertas de Israel y se ha negado a alcanzar un acuerdo de paz definitivo. Para Mahmud Abás el actual “status quo” le resulta increíblemente rentable. Millones de dólares llegan cada año en “ayudas al pueblo palestino”, engordando las insaciables cuentas corrientes de los líderes del Movimiento Nacional de Liberación de Palestina Al-Fatah.
Trump y Netanyahu han hablado de Hamas, el movimiento terrorista que controla Gaza. Una franquicia de los “Hermanos Musulmanes”, organización que fue alabada por Obama cuando llegó al poder en Egipto y que podría ser ahora clasificada como terrorista en Estados Unidos. Habrán hablado de los misiles que estos terroristas lanzan un día sí y otro también contra objetivos civiles en Israel, mientras la UE mira para otro lado y la plañidera ex-comunista Mogherini, desde su cargo de alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, trata de apoyar cualquier ataque político que tenga como objetivo a Israel.
Trump y Netanyahu han hablado de Irán, de sus pruebas con misiles balísticos que buscan cada vez un mayor radio de alcance. Han hablado también del vergonzoso acuerdo nuclear donde los ayatolás son los encargados de inspeccionarse a ellos mismos y de verificar que están cumpliendo el acuerdo. Todo un alarde de debilidad y estupidez, promovido desde la Administración Obama y aplaudido por la UE y rotundamente rechazado tanto por Israel como por todos los países árabes sunitas, el 90% de la población musulmana del mundo.
Los movimientos radicales de izquierdas en Estados Unidos, han escogido como imagen de referencia el rostro de una mujer con un hiyab con la bandera americana y a Linda Sarsour, una activista cercana a Hamas y defensora de la sharia, como una de sus líderes, por lo que veremos furiosas manifestaciones plagadas de banderas palestinas y eslóganes anti-Israel.
Es difícil saber cuáles serán las consecuencias reales de este encuentro. Las promesas de las campañas electorales se diluyen muy rápido, pero es posible que si se deja atrás a la venenosa corrección política, se pueda reanudar un proceso de paz, donde los líderes palestinos abandonen su “rentable postureo” y empiecen a pensar en serio en las necesidades de su gente.
LA IZQUIERDA TRAIDORA ALIADA DE LOS MUSULMANES RADICALES